SANIDAD

Aragón prepara la donación de médula ósea en pacientes no emparentados

Se trabaja para que el Miguel Servet incorpore este procedimiento en 2011.

Aragón avanza a pasos agigantados en las donaciones y trasplantes de órganos. Desde hace varios meses, trabaja en sumar un logro más a ese palmarés, ya que quiere incorporar en el hospital Miguel Servet de Zaragoza el procedimiento de trasplante de médula ósea entre pacientes no emparentados. En estos momentos, estos enfermos (seis o siete al año) se tienen que derivar a otros hospitales españoles (Cantabria, Barcelona y Valencia).

¿En qué consiste un trasplante de médula ósea y en qué casos se lleva adelante? Dentro de la médula ósea (material blando que del interior de los huesos) hay células madre hematopoyéticas, imprescindibles para formar la sangre (glóbulos blancos para combatir la infección, rojos para transportar la oxígeno o plaquetas para coagular la sangre). Las sesiones de quimioterapia o radioterapia a un paciente con cáncer pueden destruir estas células y, por ello, es imprescindible su sustitución.

Hay varios tipos de trasplantes: los autólogos (los pacientes reciben sus propias células), los alogénicos emparentados (reciben de algún familiar) o los no emparentados (un donante que no tenga relación con el paciente). En este último caso, y así funcionan otros centros sanitarios, se recurre al registro de la Fundación Carreras para ver la compatibilidad, para buscar un posible donante en cualquier parte del mundo.

Según explicaron el director general de Planificación, Manuel García Encabo, y el coordinador de Trasplantes Autonómico, José Ignacio Sánchez Miret, se lleva ya meses trabajando en la incorporación de esta técnica. Para que pueda llevarse adelante, se requiere que el hospital al menos practique al año diez trasplantes (emparentados y no emparentados).

"Se pretende estar a la vanguardia de otros centros del país. Queremos poner este servicio a disposición de los pacientes, ya que se ha comprobado que un trasplantado se identifica mucho con el hospital donde se realiza la intervención", precisó García Encabo. No obstante, ambos expertos fueron cautos y aseguraron que faltan varias autorizaciones y la incorporación se podrá hacer a lo largo de 2011 o como muy tarde en 2012.

Poco a poco, Aragón ha asumido técnicas, con muy buenos resultados. Hace dos años, se implantó otra línea en el Servet para el trasplante renal de donantes vivos. Se ha demostrado que un riñón de un donante vivo tiene mucha más supervivencia que el de un cadáver (el primero puede durar entre 20 y 25 años, el segundo entre 10 y 15). Normalmente, se recurre a la familia (ya se han hecho nueve de este tipo), pero cuando no hay compatibilidades entre los parientes se busca otra opción, que se denomina de donante vivo cruzado.

Esta última técnica se basa en un banco de parejas, formadas por el enfermo de riñón y el donante de su familia incompatible con su pariente. Los datos de estos dos se entrecruzan con otros, para comprobar si es posible un intercambio. En 2009, se hizo el primero. Un enfermo aragonés recibió el riñón del familiar de otro paciente andaluz y viceversa.