TRÁFICO

Aragón obligará a incorporar un plan de seguridad vial a los nuevos proyectos de carreteras

La Comunidad se propone reducir en un 40% los muertos de tráfico, para que en el año 2020 estén por debajo de los 73.La DGA habla de un problema de "salud pública" y anuncia 400 millones de inversión.

Eva Almunia felicita a Pere Navarro tras su intervención, junto a Alfonso Vicente
El Plan de Seguridad Vial busca reducir las muertes en un 40%
EFE

El Gobierno aragonés ha decidido plantar cara a la sangría de muertes que se producen en carretera y tratará de combatirla como "un problema de seguridad pública". Para ello, anunció ayer cuáles serán dos de sus nuevas armas. Por un lado, auditará toda la red autonómica para identificar sus puntos negros y suprimirlos. Por otro, obligará a que todos los nuevos proyectos de carreteras cuenten con un plan de seguridad vial. Y no serán estas las únicas medidas de choque, ya que para los dos próximos años están previstas un total de 43. Todas ellas están incluidas en el plan de actuación 2011-2012, para el que se ha comprometido una inversión superior a los 400 millones de euros.


Pero el objetivo es todavía más ambicioso, y pasa por reducir la cifra de fallecidos de tráfico en un 40%. Si se consigue, el año 2020 se debería cerrar con menos de 73 muertes en el asfalto. Además de evitar mucho sufrimiento, esto colocaría a las carreteras aragonesas entre las más seguras de Europa.


El primer Plan Integral de Seguridad Vial de Aragón (pionero también es España), presentado ayer, permitirá acondicionar 2.400 kilómetros de la red autonómica de carreteras. A este capítulo, durante el próximo bienio se destinarán 390 millones, que servirán para tratar de eliminar sus 42 puntos negros (identificados en el portal de internet del Gobierno aragonés). Para el consejero de Obras Públicas, Alfonso Vicente, este es "un plan realista". Por ello, invitó a analizar los resultados dentro de 10 años.


Entre las prioridades del Ejecutivo autonómico figura también el desdoblamiento de la N-232 y la N-II, en los tramos Figueruelas-Mallén y Alfajarín-Fraga, respectivamente. "Por estrictas razones de seguridad vial, es urgente la licitación, adjudicación y ejecución de las obras", reconoce la DGA a la hora de hablar de objetivos estratégicos. Como medida previa al desdoblamiento, propone también la liberalización de los peajes de la AP-68 y la AP-2. Sin embargo, en este asunto, los compromisos no son tan concretos. Ni siquiera fija una previsión presupuestaria -como hace con el resto de iniciativas- ya que sabe que primero tendrá que convencer a Madrid.


Y pese a que estos dos conflictivos tramos son los que más muertes acumulan en los últimos años, Fomento no parece estar por la labor. De hecho, no ha consignado ni un solo euro para las obras del desdoblamiento entre Figueruelas-Mallén (cuyo proyecto ya está terminado) y tan solo prevé una pequeña partida para continuar redactando el estudio entre Alfajarín y Fraga.


Centro de atención a víctimas


Pero para poner freno a las accidentes de tráfico no solo se contempla inversión en infraestructuras. Las 43 iniciativas propuestas para los dos próximos años abarcan desde la formación vial en colegios y centros de trabajo hasta el incremento de los controles en las ITV y la mejora de los sistemas de seguridad de los vehículos. También está previsto impulsar los planes municipales y comarcales de movilidad sostenible y segura en las cabeceras de comarca y en los municipios de más de 8.000 habitantes.


Durante el año pasado, 122 personas se dejaron la vida en el asfalto (en carretera y en casco urbano) en algún pueblo o ciudad de Aragón. Pero los accidentes de tráfico fueron muchos más: 9.401 en total. Para tratar de ayudar a todas las personas que necesitan superar este trauma, el Plan Integral de Seguridad Vial de Aragón contempla también la creación de puntos estables de atención a las víctimas.