POLÍTICA

Almunia: la sombra de Iglesias

Más relajada, la consejera se desenvolvió con mayor soltura pero no pudo evitar imitar gestos de su tutor.

La consejera de Presidencia, Eva Almunia, ayer, en las Cortes.
Almunia: la sombra de Iglesias
CARLOS MONCíN

Esta vez fue más ella. La consejera de Presidencia y candidata del PSOE a la DGA, Eva Almunia, pudo desenvolverse ayer con mayor soltura y relajo en la tribuna de las Cortes. Sin la presión del día anterior de tener al maestro atento a la pupila en el día de su estreno (aunque este evitó presenciar su intervención) y con un auditorio menos multitudinario que el jueves (al principio de la sesión, emuló la imagen ya tradicional del consejero de Presidencia, Javier Velasco, solo en la fila de consejeros).

Como buena alumna demostró su aprendizaje y, en algunos momentos, llegó a mimetizarse con su mentor: el mismo perfil, el mismo movimiento de manos, los mismos gestos, el mismo tono excesivamente sosegado... No obstante, el diputado del PP, Antonio Suárez, autor de la interpelación a la nueva consejera de Presidencia, le advirtió de que su discurso "no le iba a dormir". Para tratar de sacar su verdadera personalidad, le provocó. "No publica la relación de puestos de trabajo, incumpliendo la ley. ¿Cómo puede hablar de transparencia? Cómo no se le cae la cara de vergüenza?", le espetó. Y continuó con el argumento de que la administración está "sobredimensionada, es opaca y clientelar", con que incumplen el mandato de las Cortes de remitir la ley de Función Pública... Al final, lanzó una aviso: "Le vamos a hacer un seguimiento diario y a exigirle que cumpla sus responsabilidades", entre ellas, permanecer en las Cortes.

Almunia se revolvió en su escaño y saltó a la tribuna vehemente. Abandonó el tono reposado del tutor y dejó su impronta. "Estoy encantada de dar la cara todas las semanas en las Cortes. Es lo que me gusta", dijo retadora. Incluso llegó a reconocer que "sufrirá" la semana que no haya Cortes y achacó a "los nervios" electorales el tono de los populares. "¿No se pondrá así porque creerá que tiene alguna posibilidad de ser alcalde de Zaragoza", preguntó, con ironía, al portavoz del PP, Eloy Suárez.

Ayer también Javier Velasco se estrenó en su nuevo cargo de consejero de Ciencia, Tecnología y Universidad. No cambió su tono y su estrategia. Y el diputado de CHA Chesús Yuste acabó calificándolo como "el Rubalcaba del Pignatelli".