EDUCACIÓN

"¿Y ahora a qué centro van a mandar a mi hija?"

Nervios. Muchos nervios pasaron los padres aragoneses, especialmente los zaragozanos, que estaban pendientes de escolarizar a sus hijos en algún colegio de la Comunidad. Incluso más de los necesarios, porque algunos centros educativos no pudieron colgar las listas de admitidos a las 12.00, tal y como estaba previsto, por el colapso del sistema informático donde los colegios tenían que descolgar los listados. Este es el caso, por ejemplo, de Corazonistas, en el paseo de la Mina, que hasta casi las 13.30 no pudieron facilitar los nombres en el tablón de anuncios.

"No he visto todavía el resultado, porque he ido y me han dicho que estaban teniendo problemas para descolgar las listas. Pero ya sé lo que ha pasado, me ha llegado un mensaje al móvil diciéndome que no entraba", apuntaba una madre que optaba a una plaza de primero de Infantil en Corazonistas.

Precisamente, este es uno de los centros donde más pequeños se han quedado fuera y donde más nervios y críticas se han generado. Se calcula que unos 42 pequeños no podrán escolarizarse allí. "Esta zona está muy saturada. Yo puse en la solicitud siete colegios: cinco concertados y dos públicos. Y en todos ha habido sorteo. Así que no entro en ninguno...", apuntaba otra de las madres que prefirió guardar el anonimato.

De hecho, esta misma afectada lamentó que en otros sectores se hayan habilitado aulas complementarias para poder atender la demanda de solicitudes y, precisamente, en esta no se haya tenido en cuenta el exceso de peticiones. "No nos sirve que solucionen los problemas de Montecanal o Valdespartera, mientras en el centro no hacen nada", señalaba. "¿Ahora, dónde nos van a llevar?", añadía preocupada.

A José Ignacio, la suerte le sonrió en un principio. "Había obtenido plaza con el sorteo del viernes, pero como se tuvo que repetir por un error en el procedimiento... Ahora dudo de que entre. No me parece justo, porque entonces también se leyeron las bases", censuraba José Ignacio, padre de otro pequeño.

Aunque "siempre te queda la duda", más tranquila se mostraba Cristina de Miguel a primera hora de la tarde. Con su hijo en brazos, intentaba encontrar el nombre de su pequeño en el tablón entre los admitidos. "Como tiene otro hermano en el colegio, sabía que entraba, pero he preferido venir a mirarlo por si hay algún error", apuntaba mientras se iba con una sonrisa.

Expectación en el Marie Curie

Desde primera hora de la mañana, el colegio Marie Curie (en Marqués de la Cadena) era un ir y venir de madres con carritos pendientes de la suerte. "He venido a las 9.00, pero me han dicho que hasta las 12.00 no salían", comentaba María Jesús González. Los responsables del centro repetían pacientemente una y otra vez la misma explicación. "Estamos pendientes de sacarlas de la intranet, de sellarlas y de colgarlas en el tablón", explicaba sin perder la sonrisa la conserje. Pasadas las 12.20, la cartulina con los admitidos y no admitidos ya estaba colgada a la entrada del centro y segundos después decenas de padres se arremolinaron frente a los papeles. "¡Bien, hemos entrado!", exclamaba de alegría Jamira. "No tenía muchas opciones, pero hemos tenido suerte", apuntaba.

La cara de Azucena Lasierra demostraba todo lo contrario. Con la plaza 28 en la lista de los no admitidos reconocía las pocas opciones de su hija para entrar en el Marie Curie. De hecho, antes de saber el futuro de su pequeña, ya había emprendido la batalla por la tercera clase en el colegio de Vadorrey (Educación todavía no había dado a conocer que todos los padres que habían solicitado en alguna de las opciones este centro iban a conseguir plaza). "Lo he pedido como segunda posibilidad y ahora dicen que nos quitan esta vía sin avisar", se quejaba la mamá, momentos antes de entrar a preguntar dónde y cuándo se celebran los próximos sorteos para saber "dónde acabará mi hija". Entre este centro y el Hilarión Gimeno, los dos más saturados de la margen izquierda, se calcula que se han quedado fuera más de 60 pequeños.