Este martes, las estaciones de esquí aragonesas están abiertas y cubiertas de nieve de calidad polvo y dura a excepción del centro invernal de Astún que se encuentra sin luz debido a una avería eléctrica que espera que se solvente a lo largo de la mañana para poder abrir sus instalaciones.

De momento, los técnicos han recuperado alrededor de las 10:00 horas el suministro de luz de la urbanización y trabajan para lograr que llegue al centro invernal, según ha explicado a EFE el director comercial del mismo, Andrés Pita, que ha agregado que la avería se ha conocido alrededor de las 07:00 horas de hoy.

Por su parte, la estación de Candanchú, también en el valle del Aragón, ha puesto en servicio 15 remontes, 32 pistas y 26,5 kilómetros esquiables con espesores de entre 10 y 105 centímetros de nieve dura.

En el valle de Benasque, Cerler funciona con 11 remontes, 20 pistas y 25 kilómetros esquiables con espesores de entre 20 y 60 centímetros de nieve polvo y dura.

La estación de Formigal, en el valle de Tena, ha puesto a disposición de los esquiadores 16 remontes, 38 pistas y 43 kilómetros esquiables con espesores de entre 30 y 60 centímetros de nieve de calidad polvo y dura.

En el mismo valle, Panticosa funciona con 8 remontes, 13 pistas y 5 kilómetros esquiables con espesores de entre 10 y 30 centímetros de nieve dura.

La estación turolense de Javalambre ha abierto 3 remontes, 6 pistas y 4,9 kilómetros esquiables cubiertos de nieve polvo y dura con espesores de entre 25 y 60 centímetros.

El otro centro invernal turolense, Valdelinares, funciona con 6 remontes, 7 pistas y 7,1 kilómetros esaquiables con espesores de entre 30 y 60 centímetros de nieve polvo y dura.

Para la práctica del esquí de fondo, Candanchú ha habilitado 7,5 kilómetros cubiertos con espesores de entre 10 y 20 centímetros, mientras que Llanos del Hospital, en Benasque, dispone de un circuito de 9 kilómetros cubiertos de nieve polvo y dura con espesores de entre 20 y 40 centímetros.