exteriores 

Los tres niños retenidos por su padre en Mali piden auxilio en la Embajada de España para volver a Zaragoza

La madre recoge firmas en la capital aragonesa para enviarlas al Ministerio de Exteriores.

Fatima Oulale, madre de los tres hijos, y Joaquín Soguero, presidente de la Asociación de Inmigración España Abierta al Mundo, el pasado viernes con las firmas recogidas en el Instituto Félix de Azara.
Fatima Oulale, madre de los tres hijos, y Joaquín Soguero, presidente de la Asociación de Inmigración España Abierta al Mundo, el pasado viernes con las firmas recogidas en el Instituto Félix de Azara.
Guillermo Mestre

Los tres hijos de Fatima Oulale, una maliense que vive en Zaragoza desde 2005 y que desde agosto de 2022 no ha dejado de pelear ante las autoridades competentes para reclamar el regreso de los niños que quedaron retenidos y contra su voluntad por su padre en el país africano, han pedido auxilio a la Embajada de España en Mali

Hasta sus dependencias se presentaron hace unos días pidiendo que los acogieran y les facilitaran su vuelta con su madre a Zaragoza, donde nacieron y donde estaban escolarizados. Pero el intento no tuvo éxito ninguno porque al ser menores (Bouba, de 16 años, Awa, de 12, y Mamadou, de 6), un trabajador de la misión diplomática les comunicó que no podían quedarse allí por lo que volvieron a ser trasladados a la casa de su padre en Bamako, donde el progenitor los retiene desde hace casi un año contra su voluntad.

Este intento frustrado de los tres chicos nacidos en Zaragoza se produjo el mismo día, el pasado 12 de mayo, que la madre recibió el apoyo del Instituto Félix de Azara, donde unos 200 compañeros del hijo mayor, Bouba, que cursaba 1º de Bachillerato, y algunos profesores se volcaron en su causa.

“La Embajada de España sabe las condiciones en las que viven y en un ambiente que no es bueno para ellos”, reclama Fatima Oulale, quien asegura que "la casa está en obras, sin terminar, y el padre apenas habla con los dos mayores, los deja dentro y solo sale con el pequeño".

Fatima Oulale, madre de Mali que reside en Zaragoza de 2005, es apoyada por los alumnos del instituto Félix de Azara, en Delicias, por el secuestro de sus tres hijos que se quedó el padre en África.
Fatima Oulale, madre de Mali que reside en Zaragoza de 2005, es apoyada por los alumnos del instituto Félix de Azara, en Delicias, por el secuestro de sus tres hijos que se quedó el padre en África.
Ruben Losada/FotografiArte

Viaje de vacaciones con truco 

El calvario de esta madre y sus tres hijos comenzó en julio de 2022 cuando toda familia se traslado a Bamako, la capital maliense para una visita con billete de vuelta. Una vez allí, el marido utilizó como excusa la visita al pueblo de un amigo para volver a España. Regresó, sin que el resto de la familia lo supiera, a la capital aragonesa en una furgoneta, recogió todo lo que tenían el piso en el que vivían en la calle Julián Sainz Ibáñez del barrio de Delicias y volvió al país africano. Un viaje, que aprovechó para quedarse con los pasaportes de los tres hijos e impedir así su vuelta a España.

Aún sin los necesarios documentos, Fatima Oulale se presentó en el aeropuerto de Mali con los menores y unos salvoconductos facilitados por la Embajada de España el pasado 19 de agosto de 2022 con la intención de coger un avión de regreso a la capital aragonesa. Sin embargo, su marido lo impidió al presentarse con la Policía maliense, que impidió la salida de los menores con dichos documentos y los devolvió al padre.

Fátima optó entonces por regresar a España, denunciar a su marido en Zaragoza y comunicar la situación y pedir ayuda al Ministerio de Asuntos Exteriores y al Defensor del Pueblo.

Fatima Oulale, madre de los tres hijos, y Joaquín soguero, presidente de la Asociación de Inmigración España Abierta al Mundo, ayer con las firmas recogidas en el Instituto Félix de Azara.
Fatima Oulale, madre de los tres hijos, y Joaquín soguero, presidente de la Asociación de Inmigración España Abierta al Mundo
Guillermo Mestre

Apoyo de la Casa Real 

Desde entonces no ha dejado de pelear por el regreso de sus hijos y lo ha hecho de la mano de la Asociación de Inmigrantes España Abierta al Mundo, que preside el zaragozano Joaquín Soguero. Esta organización incluso se ha pedido apoyo a la Casa Real, desde la que respondieron recientemente que aunque esta fuera de su ámbito competencial, iban a trasladar su escrito al Ministerio de Asuntos Exteriores.

“Esperamos que hagan caso al Rey. Me preocupan los tres hijos, pero sobre todo los dos mayores. El primero porque estaba atendido en el Hospital Miguel Servet (por problemas de miocardiapatía) y además es reservado porque se deprime. La chica de 12 años porque es una edad muy peligrosa en ese país y pueden casarla con un hombre de 40. Van a destrozar sus vidas”, denuncia el presidente de la asociación que lleva en marcha desde hace 30 años y ha tratado a 18.000 inmigrantes. “Este es un caso prioritario para nosotros”, incide.

Fatima Oulale, madre de Mali que reside en Zaragoza de 2005, es apoyada por los alumnos del instituto Félix de Azara, en Delicias, por el secuestro de sus tres hijos que se quedó el padre en África.
Fatima Oulale, madre de Mali que reside en Zaragoza de 2005, es apoyada por los alumnos del instituto Félix de Azara, en Delicias
Ruben Losada/FotografiArte

Custodia judicial recurrida

En este proceso, la mujer ya comunicó a la Embajada de España en Mali el documento apostillado de la custodia de los tres hijos, que ganó en el Tribunal de Menores de Bamako, aunque esta decisión fue recurrida por el padre. “Estamos a la espera de que salga el resultado del recurso y, si lo ganáramos, el padre ya ha dicho que lo llevará al Tribunal Supremo para evitar hasta el final que los chicos salgan de ese país. Su deseo es que no me los devuelvan”, denuncia la madre.

La Asociación de Inmigración España Abierta al Mundo ha optado por recoger firmas en apoyo de la familia de Fatima Oulale y ya ha superado las 2.000, aunque seguirán hasta el próximo fin de semana. “Cuando ven las fotos de los chicos nos dicen cómo puede pasar esto en el siglo XXI”, señala Joaquín Soguero.

El responsable de la entidad denuncia que "el padre es machista y ni siquiera le dejaba a su mujer aprender a conducir, ni trabajar". Ahora, ella está empleada en la empresa Bauhaus a media jornada y espera que dentro de dos o tres meses pueda volver a tener piso al haber firmado un contrato laboral.

Apoyo de Exteriores para el próximo curso 

Soguero insiste en que esperan que el Ministerio de Asuntos Exteriores ayude en el traslado de los chicos para que puedan volver a estudiar en Zaragoza desde el comienzo del próximo curso en septiembre. "Ojalá movieran ficha las autoridades por los chicos”, proclama la madre que habla casi todos los días con sus hijos para apoyarles desde la distancia. “El pequeño me repite que me echa mucho de menos”, cuenta emocionada.

El mayor estaba estudiando en primer curso de Bachiller, la segunda, primero de Eso, y el tercero era el mejor de su clase. Aunque este año han acudido a un centro en Mali, la madre asegura que no les ha servido de nada porque daban las clases en francés, el idioma oficial en Mali que los pequeños no hablan porque han nacido en Zaragoza. El apoyo multitudinario de los compañeros de Bouba en la concentración del instituto Félix de Azara se repite con llamadas continuas para animarle, a la espera de que la actuación de las autoridades se resuelva con éxito.

Fuentes de Asuntos Exteriores y de la Embajada de España en aquel país consultadas por este diario señalan que no se puede dar información sobre este tipo de conflictos hasta que estén resueltos definitivamente porque hay muchos intereses y las gestiones oficiales son «muy discretas». Aun así, han reclamado la documentación judicial a la madre, que denunció los hechos en el Juzgado de Instrucción 6 de Zaragoza.

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