El viaje de fin de curso a Salou tiene tres décadas de historia (y sigue)

Ya en 1990, algunos grupos de amigos fueron a la Costa Dorada al terminar la Selectividad. Desde hace más de quince años está instaurado y una amplia mayoría acuden al terminar la Evau.  

Flashback durante sus primeros años (nació en los años 60).
Flashback durante sus primeros años (nació en los años 60).
Flashback

Las modas -dicen- llegan, pasan y vuelven. Así una y otra vez. Sin embargo, hay algunas que permanecen. Salou sigue siendo el destino estrella para celebrar el fin de Bachillerato y de la Evau. Lo es desde hace 20 años (incluso más) y por el momento, sigue siéndolo. Es una semana en la que los jóvenes aragoneses hacen las maletas y ponen rumbo a la Costa Dorada para pasar unos días de fiesta, playa y convivencia con sus amigos. 

En la mayoría de los casos, es el primer viaje sin 'vigilancia', es decir, sin padres ni profesores. Algunos van siendo mayores de edad mientras que los que cumplen años de julio en adelante acuden con 17 años. 

Aunque hace más de dos décadas que este viaje está instaurado entre los jóvenes aragoneses, hay cosas que apenas han cambiado -otras sí-. "Fui en 1990 con mis amigas cuando terminamos Cou y Selectividad. Recuerdo que ya estaban discotecas que siguen aún a día de hoy como La Cage y Flashback", sostiene Mari Domínguez. Para entonces, resume, "no estaba instaurado como ahora, pero sí que había gente que iba". "Nosotras no alquilamos nada porque eso no existía siquiera. Fuimos al apartamento que tenía allí una amiga", cuenta. 

"Es una propuesta bonita y por eso no solo sigue existiendo este viaje de fin de curso sino que además crece cada año"

En total, recuerda que se gastó unas 6.000 pesetas (36 euros) entre los billetes de autobús, la comida y los planes de ocio. Para entonces, una copa no costaba más de 500 pesetas (3 euros).  "Nosotras fuimos un fin de semana y ya nos parecía que estaba bien porque yo por ejemplo, cuando salía en Zaragoza, tenía que estar a las diez y media de la noche en casa", relata Domínguez. 

Diez años más tarde, en 2001, fue el zaragozano Luis Giménez. "Todavía eran pesetas. Alquilamos un apartamento con amigos y estábamos rodeados de otros grupos de chicos y chicas que también habían arrendado piso", recuerda.

"Como el autobús de línea era caro, contratamos uno con chavales de otro colegio para que nos saliese más barato"

En cuanto a la fiesta, apunta, "íbamos a los 'slammers', una zona de bares, y de ahí acudíamos a discotecas porque los relaciones públicas te iban llevando de un sitio a otro. Te ofrecían chupitos gratis o entrar sin pagar,... De lugares de ocio nocturno recuerdo Pacha La Pineda (cerró hace unos años) y la Snopyes", cuenta. En cuanto a la comida hacían "lo típico" porque no sabían cocinar: "pasta y salchichas".  El precio del apartamento para siete días, apunta, no superaba los 100 euros por persona. "Era muy barato", sostiene.

Noelia Gómez, que ahora tiene 32 años, no fue en las fechas habituales porque esperaron a que una amiga terminase la prueba de acceso a un grado superior para irse a celebrar el fin de curso. "Por entonces, fuimos a Pacha y a Pachito (así se conocía a La Cage). Flashback y Snopyes también estaban en ese momento. Yo no soy muy fiestera y fue una experiencia muy divertida", dice. 

Poco después de que Noelia pasase por su 'época' de Salou, nació una empresa, Fun tour, que sigue siendo referente a día de hoy y que se dedica a organizar estos viajes a los grupos de amigos. "Detectamos una necesidad en el mercado porque a los chavales les costaba organizarse. Empezamos con Aragón y poco a poco se han unido otras comunidades como Navarra, La Rioja, Andalucía, Galicia, País Vasco o ciudades como Burgos y Soria", comenta el fundador, Ariel Grau.

Además de conseguirles directamente las entradas a las discotecas, les buscan un piso y les plantean otras actividades de día (ir a PortAventura, alquilar motos de agua,...). "Es una propuesta bonita y por eso no solo sigue existiendo este viaje de fin de curso sino que además crece cada año", comenta. 

Hace siete años fue Tania de Diego y recuerda que se gastó unos 250 euros entre entradas de discotecas, autobús, apartamentos y comida. "Fuimos ocho noches y conseguimos buen precio porque lo buscamos con tiempo. Como el autobús de línea era caro, contratamos uno con chavales de otro colegio para que nos saliese más barato. Además,  compramos 'packs' de entradas de discotecas,...", subraya la joven, que ahora tiene 25 años, es profesora y recuerda con nostalgia esa semana con sus amigas. 

Desde entonces, los precios han subido considerablemente y eso que la antelación para contratar el viaje es mucho mayor. "Yo tengo previsto gastarme 400 euros en total. En septiembre compramos ya un 'pack' de tres entradas a Flashback que nos costó 60 euros (a Tania de Diego, ese mismo 'pack' le costó 30). Las pusieron a la venta en a final del verano pasado y las vendieron todas en cuestión de una semana. En cuanto al piso, nos cuesta 90 euros la noche y somos 5 personas (125 euros por persona toda la semana)", apunta Carmen Ventura, que se graduó el viernes pasado y que tiene como objetivo estudiar Medicina. 

Carmen Ventura, imagen de archivo.
Carmen Ventura, imagen de archivo.
HA

En cuanto al transporte, "lo que hace mucha gente es coger los buses por colegios". "En vez de comprarte el billete para salir desde Delicias, contratamos el bus entero y vamos desde el sitio que queremos.  Sale mejor de precio porque pedían 50 euros ida y vuelta y de esta forma nos va costar 40 euros", especifica. 

En las mismas fechas irá este año Marcos Latre y sus amigos. "Vamos a estar cinco noches y el alojamiento nos supone 125 euros por cabeza. En total estimo que me gastaré entre 350 y 400 euros", sostiene el joven, que por ahora solo tienen entradas para tres días: un 'pack' para dos noches por 55 euros y una entrada a otra discoteca por 18. 

Marcos Latre, imagen de archivo.
Marcos Latre, imagen de archivo.
HA

"Yo tengo los 18 años recién cumplidos y tenemos muchas ganas de irnos una semana 'sin vigilancia'", reconoce el joven, que aún tiene que decidir si estudiará una Ingeniería o una Arquitectura el próximo curso.

Flashback: desde el 18 de julio 1969

Con el mismo nombre y la misma gestión. "Ha ido creciendo, primero solo era la sala principal, luego se añadió el jardín, luego la terraza cubierta que es la segunda sala y después el restaurante", cuenta Hugo Battini, gerente e hijo del fundador.

La historia con los "maños" es desde el principio. "En los años 80 hubo un desarrollo inmobiliario importante y muchos de los constructores eran de Zaragoza por lo que se vendían segundas residencias en Aragón y en general. Hubo una vinculación enorme desde entonces", sostiene.

"El tema del fin de curso, funciona desde hace mucho tiempo en Salou. De una forma masiva hace unos 20 años. Hace 15 años surgieron agencias y en la última década ha crecido más", reconoce. En Zaragoza, asegura, "ya está instaurado". 

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