elecciones autonómicas

La incertidumbre del 28-M aviva la tensión entre los partidos en el cierre de la campaña en Aragón

Azcón y Lambán endurecen sus mensajes en busca de la movilización del centro y los indecisos. Las renovables, el Pirineo, la despoblación, la sanidad y la vivienda marcan el debate electoral.

Preparativos para el 28-M: colocación de urnas y mesas electorales en el Ayuntamiento de Zaragoza, uno de los colegios para votar en la capital
Preparativos para el 28-M: colocación de urnas y mesas electorales en el Ayuntamiento de Zaragoza, uno de los colegios para votar en la capital
Guillermo Mestre

En un clima de máxima tensión por lo incierto del resultado del 28-M, con las sumas del bloque conservador y progresista en el aire, los partidos cerraron anoche la campaña de las elecciones autonómicas y municipales con mensajes cruzados en busca de la máxima movilización de sus fieles. Los mayoritarios, con la mira puesta en el caladero del centro y los indecisos, evidenciaron hasta el último minuto la dura pugna de estos días tanto a nivel nacional como autonómico, mientras que los minoritarios reivindicaron su papel decisivo en la configuración de las alianzas.

Los dos grandes partidos vivieron una intensa jornada con múltiples actos durante la mañana y la tarde. En estas elecciones, que actúan en cierto modo como primarias de las generales de diciembre, Aragón se perfila como una de las autonomías decisivas para Ferraz y Génova a la hora de definir sus expectativas.

En la noche de cierre de campaña, el presidente y candidato socialista, Javier Lambán, esgrimió el mensaje sobre el que ha girado toda su campaña, el de una gobernanza "con voz propia", y el contexto de estabilidad y progreso en el que en su opinión se mueve la Comunidad. "Aragón, por encima de todo", insistió. Mientras, el candidato popular, Jorge Azcón, apeló a los socialistas "avergonzados", a los desencantados del PAR y a los liberales de Cs. El mensaje fue claro: "Concentrar el voto para hacer posible el cambio que necesita Aragón".

Lambán y Azcón no escondieron la dura confrontación vivida los últimos días. El líder del PSOE acusó al del PP de "importar" a Aragón "la crispación" de la política nacional. "Ha querido convertir la campaña electoral no en algo en que se hable de la Comunidad, porque no tiene proyecto, sino en una especie de primera etapa de las elecciones generales", dijo Lambán mientras el candidato popular redoblaba las críticas a la gestión de la tramitación ambiental de los proyectos renovables de Forestalia.

"En un caso maloliente como el de las renovables, el candidato del PSOE ha intentado echar balones fuera en lugar de hacer aclaraciones y ha atacado al PP", dijo el todavía alcalde de Zaragoza en alusión a la acusación directa que había hecho a los populares de "embarrar" la campaña. "Es el día que tiene que explicar cómo es posible que no esté en la Fiscalía denunciando los casos de corrupción", subrayó Azcón. Ante esto, el presidente dijo que se están "escrutando" todos los expedientes y que si hubiera alguna irregularidad "él mismo iría a la Fiscalía".

Esta atmósfera política venía acompañada por el contexto nacional, que ha sido muy relevante en la carrera al 28-M. Si en el inicio de la campaña la polémica estuvo en la inclusión de terroristas de Bildu en las listas electorales, en la recta final la agenda ha estado marcada por las detenciones por la compra de votos en Melilla y Mojacar.

Pero las corrientes nacionales no solo han dominado el río electoral. También se ha jugado en clave regional: las ayudas a la despoblación y al Pirineo, los problemas de la sanidad, la sequía y el medio ambiente, el debate energético, la nueva Romareda, la captación de empresas, la vivienda y la atención a los mayores han sido algunos de los asuntos que han guiado la discusión electoral.

¿Y los pactos? En una comunidad en la que nunca se ha conseguido mayoría absoluta en unas elecciones autonómicas, los acuerdos son determinantes. Por eso, los mensajes de cierre de campaña de las formaciones con menos representación hicieron hincapié en su papel decisivo en la configuración de los gobiernos, bien para moderarlos, bien para llevarlos a derecha o izquierda.

Vox ya ha mostrado su vocación de llegar a acuerdos con el PP, mientras que CHA, Podemos e IU quieren conformar un bloque de izquierdas con el PSOE. La clave está en si Cs y PAR son capaces de resistir y tener representación en las Cortes y, especialmente, en el papel de Aragón Existe. Su líder, Tomás Guitarte, que cerró la campaña en Teruel, envió una carta abierta a Lambán y a Azcón en la que marcó distancias, aunque expresó su deseo de "influir".

"No seremos comparsa de ningún partido ni Gobierno para que nada cambie en los problemas que denunciamos y queremos corregir", dijo. Eso sí, dejó claro que no llegará a acuerdos con Vox, ni para formar gobierno ni para depender de sus apoyos externos. Esto cierra las variables de pacto a la derecha si no logra sumar por sí misma.

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