Heraldo del Campo

Investigación

Vinos que son refugio

Bodega Pirineos financiará un proyecto de investigación del CSIC acerca del cambio climático a través de los beneficios de las ventas de dos de sus productos.

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En la imagen, de Izda. a Dcha., María Jesús Lázaro, Begoña García y Silvia Arruego brindan por la nueva alianza.
Alejandro Royo

Los refugios climáticos son lugares donde habitan especies de plantas que tienen mayor probabilidad de sobrevivir durante situaciones de cambio climático como la que vivimos actualmente. Para conocer dónde se pueden encontrar este tipo de espacios en la zona del Pirineo, el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE), dependiente el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha puesto en marcha un proyecto de investigación que lidera la investigadora Begoña García.

"El cambio climático ha sucedido varias veces a lo largo de la historia, pero este está ocurriendo a mayor velocidad y hay especies que tienen que emigrar para adaptarse y muchas no tienen tiempo de ello, por ello hay que ser climáticamente inteligentes y determinar en qué lugares este cambio va a tener más impacto o, por el contrario, qué lugares son más resilientes", explicaba la investigadora del CSIC, en una rueda de prensa esta semana.

El objetivo es conocer qué variables topográficas o biológicas favorecen la creación de estos espacios, que pueden ser tan pequeños como una baldosa o tan amplios como un valle completo. Para lograrlo, se va a combinar el uso de nuevas tecnologías, como los sensores de precisión, que miden la temperatura y humedad; o cámaras térmicas de mano o instaladas en drones, que sirven para analizar la temperatura «de zonas de terreno de tres centímetros de lado, con una precisión máxima», incidía Begoña García.

Este proyecto va a contar con el apoyo de Bodegas Pirineos a través de una aportación económica procedente de los beneficios obtenidos de las ventas de dos de sus vinos monovarietales. Concretamente, el 25% de esos beneficios, una cantidad que estima que podría aproximarse, siempre en función de la evolución de la producción, a los 15.000 euros anuales, durante tres años. "Se trata de una alianza a largo plazo que refleja el compromiso de la bodega con la preservación de un territorio que le da nombre y en el que lleva 30 años desarrollando su actividad", apuntaba Silvia Arruego, directora gerente de Bodega Pirineos, quien expresaba su gran satisfacción "por poder devolver las montañas una parte de nuestro trabajo para su preservación y para la mitigación del cambio climático".

Por su parte, la delegada del CSIC en Aragón, María Jesús Lázaro, destacaba "la importancia de la colaboración público-privada para que este tipo de proyectos salgan adelante. De esta manera, resolvimos durante la pandemia problemas muy cercanos a la sociedad", añadía la máxima responsable del CSIC en Aragón, donde cuenta con unas 600 personas en sus cinco institutos.

Preocupación

La directora gerente de Bodega Pirineos expresaba su «preocupación» ante la actual situación de sequía. "La mayor parte de las 700 microparcelas de nuestros viticultores son de secano y tenemos los viñedos más tradicionales de la zona, por lo que estamos mirando al cielo", apuntaba Arruego, quien incidía en la importancia de "investigar y trabajar con conocimiento, ciencia, innovación y formación a nuestros viticultores. No podemos hacer otra cosa".

No obstante, Arruego, hacia una estimación, "en este momento", de una "campaña similar a la del año pasado", con una previsión de cosecha de entre tres y tres millones y medio de kilos de uva.

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