El centro logístico de Bon Àrea en Épila ya atenderá pedidos de 250 tiendas a inicios de 2024

El lavadero de cajas empezará a trabajar en octubre y la planta de frutos secos será la primera en funcionar a fin de año.

El muelle de recepción del centro logístico de Épila se utiliza provisionalmente para surtir a más de 80 tiendas de Aragón, Madrid y Navarra.
El muelle de recepción del centro logístico de Épila se utiliza provisionalmente para surtir a más de 80 tiendas de Aragón, Madrid y Navarra.
Guillermo Mestre

La Corporación Alimentaria Guissona sigue imparable en la construcción y puesta en marcha de su gran plataforma de producción y distribución de Épila, en la que lleva invertidos 170 de los 400 millones previstos y ya trabajan un centenar de empleados, una mínima parte de la plantilla de 4.000 con la que contará cuando esté a pleno rendimiento en un década. La pieza básica será el centro logístico, cuyo armazón de 108.000 metros cuadrados está acabado y en cuyo equipamiento se trabaja con el objetivo de poder suministrar pedidos a 250 tiendas de Bon Àrea a principios del próximo año. Esto supone una cuarta parte de la capacidad para la que se ha diseñado.

Los envíos se centrarán primero en la línea de productos secos y se extenderán después a la de frescos y congelados al ritmo que avance la expansión planificada por el grupo catalán, que pretende atender desde Épila el millar de nuevos establecimientos que pretende abrir en Madrid y área de influencia, y en el Norte y Levante español. Su importancia es estratégica, porque duplicará en capacidad al complejo desde el que opera desde hace décadas en Guissona (Lérida).

El presidente del grupo catalán, Jaume Alsina, ha enseñado este viernes los avances en la plataforma agroalimentaria, que ocupa 180 hectáreas, al presidente aragonés, Javier Lambán, y a los consejeros de Economía y Agricultura, Marta Gastón y Joaquín Olona, a los que ha explicado que en noviembre se puso en marcha el centro logístico. Funcionará como un almacén central de la treintena de naves y mataderos previstos en Épila, que se irán incorporando paulatinamente hasta completar el complejo urbanizado.

Alsina ha explicado que el primer centro de producción será el de frutos secos, a finales de año y que será uno de los más pequeños del complejo pese a sus 15.000 m2 de superficie. Para entonces, llevará tres meses operativo el lavadero de cajas, una instalación de 30.000 m2 dimensionada para limpiar hasta 400.000 cajas al día y almacenar más de un millón, entre las sucias y las listas para su uso para preparar y enviar los pedidos. De momento, se empezará con una de las siete líneas, con capacidad para 4.500 cajas a la hora.

Los políticos han visto al llegar la gasolinera abierta junto a la plataforma, que cuenta con diez puntos de repostaje para coches y camiones, doce boxes de lavado de coches, dos para camiones y ocho para aspiraciones y dos puestos de carga eléctrica.

La comitiva ha recorrido los 22.000 m2 del centro logístico utilizados provisionalmente como área de ‘cross-docking’, como se denomina al proceso de distribución sin almacenamiento previo. Como las torres de estanterías aún no están acabadas, ahora se utiliza el área de recepción de mercancía como punto de carga y descarga de productos que no requieren refrigeración y llegan a diario en tráileres desde Guissona para preparar pedidos que salen después en pequeños camiones a 80 tiendas repartidas por Aragón, Madrid y Navarra.

El presidente de la compañía ha rememorado la evolución desde que hace 60 años comenzaron criando ganado y como desde entonces han seguido una "línea recta" hasta llegar hasta su actual expansión de su red comercial. "Estamos en la modernidad con estas superficies de cercanía, con una oferta muy amplia en tiendas de 300 metros cuadrados y llegando a municipios de hasta mil habitantes", ha dicho.

Renovables e hidrógeno

Una muestra de la apuesta por la innovación es el desarrollo de las renovables. A la instalación que se está terminando de placas fotovoltaicas en la cubierta del centro logístico, con una potencia de 2 megavatios, se podrían sumar dos aerogeneradores para cubrir parte del consumo y generar hidrógeno verde para alimentar su flota de camiones a medio plazo, en cinco o siete años. Con este fin, participa en un consorcio para diseñar camiones de autonomía extendida, propulsados con pilas de combustible de hidrógeno.

Por su parte, el presidente aragonés ha vaticinado que la plataforma agroalimentaria de Bon Àrea llegará a superar a la planta automovilística de Stellantis "en impacto de empleo, generación riqueza en la zona y translación al resto de España de lo que se hace en Aragón".

Javier Lambán ha destacado su contribución al sector agroindustrial aragonés, cuyo desarrollo avanza a una "velocidad exponencial" porque, ha añadido, ha pasado de emplear a 12.000 personas en 2016 a 19.000 en la actualidad, además de duplicar las ventas y triplicar el volumen de exportaciones

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