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Salud mental y personas sin hogar: “Me dio un ataque de ansiedad tan fuerte que estuve ingresado un mes"

El Centro Joaquín Roncal acoge este viernes una jornada sobre salud mental y sinhogarimo para reflexionar sobre un problema que afecta a más del 20% de las personas que viven en la calle.

Fernando Muñoz vivió en la calle durante 2 años en los que se agravaron las enfermedades mentales que padece.
Fernando Muñoz vivió en la calle durante 2 años en los que se agravaron las enfermedades mentales que padece.
M.O.

Cada día duermen en la calle alrededor de 128 personas en Zaragoza según datos de Cruz Roja. Más del 20% padece una enfermedad mental. Poner sobre la mesa estos problemas, compartir experiencias para abordar el seguimiento de este colectivo y encontrar soluciones para mejorar su situación son los objetivos de la jornada sobre salud mental y sinhogarismo que se celebra este viernes en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza.

Se trata de un encuentro que tiene como lema ‘Sin diagnóstico’ y que está organizado por la Plataforma Norte, una entidad formada por instituciones que trabajan con personas sin hogar ubicadas en el norte y centro de España. En Aragón, cuenta con la colaboración de la Coordinadora de Entidades de Personas sin Hogar de Zaragoza.

“Muchas personas con enfermedades mentales acaban viviendo en la calle si no tienen el apoyo y soporte familiar necesario. Allí es difícil que puedan llevar un seguimiento médico de su enfermedad y la mayoría deja su tratamiento, por lo que se agrava, tienen comportamientos disruptivos, en algunos casos violentos y termina siendo un problema judicial en lugar de médico porque interviene la policía y va por otras vías que no son las que debería” dice Pilar Martínez, psicóloga y coordinadora de la Plataforma Norte.

Otras veces “la calle despierta este tipo de problemas debido a la situación de ansiedad, soledad y a las adicciones que muchas de estas personas llevan consigo”, explica Esther Heras, trabajadora social de la Fundación La Caridad. De hecho, “las adicciones pueden ser las causantes de esas enfermedades mentales o puede ser que estas personas acudan a ellas para minimizar la sintomatología de enfermedades que ya padecen”, apunta Heras.

"No se puede saber si hay un trastorno que lleve a la adicción o son las adicciones las que han generado el trastorno"

El 80% de las personas sin hogar son politoxicómanos, muchos de ellos alcohólicos y no se puede saber si hay un trastorno de base que lleve a las adicciones o son las adicciones las que han generado el trastorno", señala Pilar Martínez. "Es la pescadilla que se muerde la cola”, continúa la coordinadora de la entidad que organiza esta jornada.

2 años en la calle con una enfermedad mental

Por la Fundación la Caridad pasan cada año más de 60 personas sin hogar. “Vienen derivados por los servicios sociales, hospitales, unidades de salud mental o por la Coordinadora de Entidades de Personas sin Hogar”, enumera Esther Heras. 

“Aquí establecen rutinas, horarios, desayunan, comen, asisten a actividades, talleres ocupacionales y les atiende un psiquiatra para hacer un seguimiento de su enfermedad”, continúa la trabajadora social. “Cuando ya llevan algún tiempo con nosotros pasan a vivir en pisos tutelados hasta que pueden independizarse y compartir vivienda”, asevera.

Uno de estas personas es Fernando Muñoz, de 52 años y natural de Canfranc, aunque pasó gran parte de su vida en Sabiñánigo. Ahora vive en Zaragoza, en una habitación en un piso compartido después de que hace unos meses le hayan concedido el Ingreso Mínimo Vital (INV). Pero no siempre ha sido así. 

Fernando Muñoz vivió en la calle durante 2 años en los que se agravaron las enfermedades mentales que padece.
Fernando Muñoz vivió en la calle durante 2 años en los que se agravaron las enfermedades mentales que padece.
M.O.

En 2011 se quedó sin trabajo en Sabiñánigo y vino a Zaragoza buscando empleo, pero nunca lo consiguió. “Estuve varios años recibiendo el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI), pero cuando se me terminó no pude hacer frente a los pagos y me vi en la calle”, recuerda Muñoz. Pasó casi dos años de su vida durmiendo a la intemperie. “Me busqué un rincón en la calle de San Braulio, muy cerca de la calle Alfonso I. Los vecinos me ayudaron mucho. Me proporcionaron mantas y un colchón. Iba a comer al comedor del Carmen y lavaba la ropa en el centro de San Blas para personas sin hogar. Así pasaba los días”, revive este oscense.

"Me busqué un rincón en la calle de San Braulio, junto a la calle Alfonso I y allí pasaba los días"

Sin embargo, su trastorno bipolar y la ciclotimia que padece -enfermedad mental que se caracteriza por cambios de humor repentinos- unido a episodios de ansiedad que le han acompañado siempre, se agravaron durante estos dos años en la calle. “Dejé la medicación y se agudizaron todos mis problemas. Empeoraba cada día porque me había hecho a idea de que pasaría solo unos meses en la calle. Sin embargo, iban pasando los días y mi situación no cambiaba. Al final fueron casi dos años. Es muy duro”, añade Muñoz. 

"Me había hecho a la idea de que serían solo unos meses y al final estuve casi dos años en la calle"

No tenía a nadie con quién hablar y la soledad es muy mala para las enfermedades mentales. Lo veía también en otras personas sin hogar con las que coincidía. A la enfermedad se sumaban las adicciones y había peleas, aunque yo por suerte no he bebido nunca”, asegura. “Me iba en cuanto veía que iba a haber problemas. Hay que tragarse el orgullo cuando uno está en la calle”, sentencia este hombre.

"Me iba en cuanto veía que iba a haber problemas. Hay que tragarse el orgullo cuando uno está en la calle"

“Yo estaba cada vez peor hasta que un día me dio un ataque de ansiedad tan fuerte que me tuvieron que ingresar y permanecí hospitalizado un mes. Al salir, me derivaron a la Fundación La Caridad”, explica Muñoz. “Desde entonces mi vida ha cambiado a mejor, sigo un tratamiento, me ve un psiquiatra, tengo amigos, hago teatro y estoy compartiendo piso”, afirma. “Ahora estoy pendiente de que me revisen el grado de discapacidad, que espero sea favorable y en unos días estrenamos una obra de teatro”, concluye, ilusionado.

Buscar soluciones

“En jornadas como la que se celebra este viernes buscamos solucionar de alguna manera la situación de estas personas para que puedan tener un seguimiento de su enfermedad. En algunas comunidades existe un equipo específico de salud mental que trabaja de forma ambulatoria en la calle con los pacientes sin hogar”, destaca Pilar Martínez. No es el caso de Aragón. 

“En los recursos sanitarios de Aragón no existe ese específico. Lo único que existe especializado en sin hogar y salud mental son nuestras plazas de centro de día”, explica Esther Heras. Además, la trabajadora social echa en falta que cada institución gestione los servicios que le correspondan sin que exista una coordinación entre ellas. 

Se van pasando la pelota”, apunta, y añade: “Si queremos que las personas de la calle reciban la atención sanitaria que necesitan, sería bueno poder contar con recursos y servicios como estos. Es una problemática social y sanitaria, por lo que estaría bien que todas las administraciones trabajaran en conjunto”, reflexiona esta trabajadora de Fundación La Caridad.

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