El incendio en Sos del Rey Católico evoluciona favorablemente, aunque el viento complica su extinción
El fuego obligó a cortar dos horas la carretera A-127 en el término municipal de Castiliscar.
Un incendio forestal desatado a primera hora de la tarde de este miércoles entre las localidades de Sos del Rey Católico y Castiliscar puso en alerta a las Altas Cinco Villas y obligó a cortar durante unas horas la carretera que une ambos municipios. Por la noche, las llamas afectaban a alrededor de 40 hectáreas de terreno mayoritariamente de monte y, aunque el viento estaba complicando considerablemente las labores de extinción, según el Gobierno de Aragón no existía riesgo para los núcleos urbanos.
El fuego se originó, por causas que se desconocen, sobre las 16.30, y hasta allí se desplazaron cuatro cuadrillas helitransportadas, tres helicópteros, siete cuadrillas terrestres, cinco autobombas y dos técnicos de extinción. Además, acudieron efectivos de los parques de Ejea y Tarazona de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) y bomberos voluntarios de Sos con tres bombas forestales y un camión nodriza. Por la noche, continuaron cuatro cuadrillas terrestres y cuatro autobombas.
El fuerte viento que sopló en la zona durante toda la tarde dificultó el trabajo contra el fuego, pero pese a ello la evolución del incendio fue favorable. La carretera A-127, que tuvo que ser cortada entre los puntos kilométricos 72 y 84, se reabrió sobre las 20.30.
La alcaldesa de Sos, María José Navarro, explicó que las llamas se produjeron en un paraje de la zona denominado Bellaco, en una ladera de difícil acceso más cercana a Castiliscar. Reconocía que el viento era en esos momentos "el agente más difícil", pero se mostró confiada de que no cambiara de dirección y las llamas se mantuvieran, como así ocurría anoche, lejos de las poblaciones.
La alerta se activó el 1 de mayo
Precisamente, según el mapa de riesgo de incendios forestales de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la comarca de las Cinco Villas donde se produjo el fuego se encontraba en el nivel de alerta más alto de los cinco existentes. En total, dos tercios de Aragón estaban bajo riesgo muy alto o extremo, y se prevé que se mantengan así hasta el sábado.
No obstante, desde el pasado 1 de mayo Aragón está ya en fase de alerta por riesgo de incendios forestales de forma permanente debido a las altas temperaturas que se han vivido esta primavera, más propias de la canícula del verano, y las condiciones físicas y biológicas que tiene el monte por la falta de lluvias y el tiempo muy seco. De hecho, la DGA ha adelantado mes y medio la campaña de prevención de incendios, que normalmente empieza cada 15 de junio, como medida de «anticipación» y "prevención".
Esta activación supone que unos 1.300 profesionales se reorganicen para movilizarse de manera inmediata ante cualquier necesidad, lo que permitió ayer que tantos efectivos se desplazaran rápidamente a la zona afectada por las llamas. "Podemos garantizar que a partir de ya estamos en disposición de afrontar la situación que se pueda producir y que esperamos no sea de extrema gravedad", afirmó en su momento el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona.
Incendios antes del verano
La fase de alerta es una etapa previa a la de emergencia, que se establece cuando el estado en que se encuentran los combustibles forestales origina, al menos, una probabilidad de ignición media y unas condiciones favorables para la propagación de las llamas.
La época de peligro de incendios en la Comunidad se establece entre el 1 de abril y el 15 de octubre, ambos incluidos. En estos momentos ya hay prohibiciones vigentes, como el uso del fuego en terrenos al aire libre mediante combustibles sólidos que generen residuos en forma de brasa o ceniza. Además, las quemas agrícolas y forestales solo se permiten en casos excepcionales.
No es este el primer incendio forestal de este año, sino que ya en marzo hubo que desalojar los municipios turolenses de Olba y San Agustín por un gran fuego que arrasó entre esta provincia y Castellón 4.600 hectáreas. También hace un mes se desató otro en Mequinenza que calcinó 458 hectáreas entre Aragón y Cataluña.
