La batalla por Zaragoza se libra en los barrios con promesas millonarias en servicios y vivienda

En el pulso electoral que mantienen los partidos por hacerse con la alcaldía de Zaragoza, los barrios centran todas las miradas. Tanto las principales aspirantes, Lola Ranera (PSOE) y Natalia Chueca (PP), como el resto de formaciones minoritarias recorren estos días la ciudad calle a calle con promesas millonarias bajo el brazo en forma de equipamientos y mejoras en los servicios públicos. La candidata socialista, que este lunes presentó un plan de rehabilitación de 64 millones de euros en los distritos, acusó al PP de abandonarlos en los últimos cuatro años. Apenas una hora después, la sucesora de Jorge Azcón negaba ese argumento y replicaba con un programa de inversiones de 200 millones con la reforma de calles y avenidas, como la de Navarra, por bandera.

«El PP ha abandonado a los vecinos del Oliver, Delicias, Arrabal...», criticó Ranera desde el grupo sindical Alférez Rojas, donde prometió «proteger a los que más lo necesitan» con un plan de rehabilitación de viviendas. El argumento es una constante en la campaña de la socialista, que lleva semanas de gira por los distritos. En cada uno presenta una inversión puntera con la que contrarrestar las encuestas. Desde una Ciudad de la Infancia en la antigua fábrica de Giesa, en Las Fuentes, hasta un corredor comercial en la Estación del Norte del Arrabal, pasando por la conversión de la okupada cárcel de Torrero en un Centro para la Memoria Histórica.

Incluso su proyecto estrella, esos que se dicen ‘de ciudad’, tiene una marcada visión de barrio, al apostar por conectar con la segunda línea del tranvía el este y del oeste de la capital aragonesa. «El PP ha gobernado cuatro años para unos pocos y no para la inmensa mayoría. Hemos recorrido los distritos durante dos años, calle a calle, y los vecinos nos trasladaron que Azcón les había dado la espalda», critica Ranera.

Una visión diametralmente opuesta defiende la aspirante del PP a mantener la alcaldía. Natalia Chueca replica que el gobierno municipal ha invertido en los últimos cuatro años más de 150 millones de euros en los barrios para acabar con el «mantra» de los socialistas, que les acusan de priorizar las obras en el centro.

La aún concejal de Servicios Públicos tira de gestión para poner encima de la mesa el incremento de las partidas destinadas a la operación asfalto o a la mejora de la iluminación en las calles. También la construcción de la escuela infantil de Parque Venecia y, sobre todo, la reforma de calles, avenidas y plazas.

Precisamente esa será la bandera del plan de inversiones para los barrios que presenta el PP esta campaña electoral. Dotado con 200 millones en cuatro años, prevé la segunda fase de la avenida de Navarra, pero también la de Valencia y las calles de Manifestación, Santander y Miguel Servet, entre otras.

Los conservadores, que plantean un programa con mayor peso para los grandes proyectos –como la nueva Romareda o la Ciudad del Deporte del Parking Norte–, también prometen nuevos equipamientos en los distritos. Prevén la ludoteca de Parque Venecia, la escuela infantil de Arcosur y las piscinas de La Almozara, así como ampliar la red de centros cívicos en barrios como Parque Goya o en Hispanidad.

Alquiler asequible

Y por supuesto, la vivienda. El gran protagonista de la campaña –a nivel autonómico, municipal e incluso estatal-, se plantea en Zaragoza con nombre de barrio. Chueca apunta alto y cifra en 4.500 los pisos destinados a alquiler asequible que promete construir en la capital aragonesa antes de que acabe la década. Se ejecutarían en prácticamente todos los distritos y supondría una inversión de 230 millones de euros.

Por su parte, Ranera asegura que si logra gobernar construirá 1.500 viviendas de alquiler público en Valdefierro, Picarral, La Jota, San José, Torrero, Las Fuentes y Arcosur, con un precio medio de 450 euros mensuales.

Pero las favoritas no son las únicas. Fernando Rivarés (Podemos) apuesta por «priorizar» las actuaciones «en los barrios con el mercado de vivienda más elevado, de manera que arrastre el precio de los demás a la baja; y en los que tienen importantes necesidades de mejora, como el entorno de Zamoray-Pignatelli, Delicias o el casco antiguo del Rabal».

En la disputa por los barrios, más allá de la vivienda, el candidato de Cs-Tú Aragón, Daniel Pérez, reclama «para todas la calles y plazas de cualquier barrio de Zaragoza la misma seguridad, la misma limpieza y las mismas comunicaciones que tienen la plaza de Santa Engracia o la de Los Sitios».

Mientras, la aspirante de ZEC, Elena Tomás, que también tiene entre sus prioridades el acceso de los jóvenes a una vivienda y las políticas de rehabilitación, reivindica invertir en «reverdecer las calles y plazas para generar espacios con sombra». Finalmente, Julio Calvo (Vox), reclama que todos los barrios «puedan disponer de los servicios básicos, sin discriminaciones y que sean seguros y con buenas conexiones».