ENTREVISTAS

Álvaro Sanz: "Mi padre me decía: ‘Sé el primero en el tajo y el primero en la huelga’"

Abrimos aquí una suerte de ‘First Dates’ con los candidatos a la presidencia de la DGA. Una cita rápida para conocer al lado más amable del aspirante con una única regla: no se puede hablar de política. Temas elevados se entremezclan con frivolidades en una breve charla de que se pueden sacar algunas conclusiones. Hagan ‘match’ con quien más le seduzca.

Sanz, en una de las azoteas del palacio de la Aljafería
Sanz, en una de las azoteas del palacio de la Aljafería
José Miguel Marco

El candidato de IU a la presidencia de Aragón quiso ser veterinario hasta que empezó «a meterse en saraos». Carlos III y Ana Obregón no le interesan demasiado...

¿Qué soñaba el pequeño Álvaro que sería de mayor?

Me encantaba la veterinaria y el cuidado de los animales. A eso me encaminaba hasta que me di cuenta de que me había confundido al elegir ciencias con unas condiciones que no me estimulaban... Como todos los hijos de mi generación, teníamos que estudiar una carrera y ser algo útil,

¿Rectificó? ¿Fue un momento traumático?

Fue costoso. Para la gente que venimos de los pueblos, la salida a la universidad era el paso decisivo hacia la emancipación. Tuve un fracaso en la Selectividad porque empecé pronto a meterme en ‘saraos’ y aparqué los estudios. Me reenfoqué como pude y sí sentí un punto de fracaso por no estar a la altura de lo que se esperaba o por no haberme parado a pensar entonces que hay otras salidas y oportunidades. No nos educan para ver que hay otros caminos.

Dentro de la serie 'No me hable de política', Christian Peribáñez se reúne con los candidatos a la presidencia de la DGA para conocer al lado más amable del aspirante con una única regla: no se puede hablar de política.

En esto de reinventarse tiene más experiencia que Madonna...

Tengo mucha curiosidad y las ganas de desarrollarme personalmente me han llevado a hacer cosas muy diversas: desde cerámica a ser aprendiz de un zapatero remendón o a formarme en animación sociocultural.

Nada de lo humano le es ajeno. ¿Qué es eso de la cerámica?

Empecé en unos años los que no me encontraba y es un debe que siempre me ha quedado allí. Es un proceso creativo que llevamos a cabo con personas con capacidades especiales y es muy bonito, artesanal y con unos procesos muy interesantes.

¿Es muy exigente consigo mismo? ¿Muy perfeccionista?

Me viene de familia. Mi padre me decía: ‘Sé el primero en el tajo y el primero en la huelga’. Es una educación del esfuerzo necesaria para estar a la altura de la gente que quieres y, también, de la gente a la que representas.

¿Y se considera una persona positiva?

Quien me conoce dirá que siempre busco la cara gris a las cosas para tenerla en cuenta, pero creo que sí, que soy positivo, siempre pienso en dar pasos adelante.

Estos días muchos aragoneses de a pie están mirando alquileres en la costa para pasar el verano. ¿Qué planes tiene usted?

Todo dependerá de lo que suceda el día 28. Me gusta mucho viajar e intento buscar sitios en los que el destino tenga relación mis compromisos personales y políticos. Me encantaría ir a Oriente Medio o a América Latina, pero también al pueblo de al lado…

No le veo yo muy de fiestas populares...

Hay cosas que me cuestan porque –por ejemplo– no soy de espectáculos taurinos, pero sí me gustan para el reencuentro con el sentir popular. Las fiestas de pueblo suelen servir para volver al lugar desde el que has aprendido a mirar el mundo.

Sanz, entre las almenas del palacio de la Aljafería
Sanz, entre las almenas del palacio de la Aljafería
José Miguel Marco

¿Cuál es ese lugar en el que encuentra refugio Álvaro Sanz?

Al lado de mi casa en mi pueblo, Ejea, está la estanca del Gancho. Este ha sido el escenario de mi vida muchos años y es el lugar que más paz me transmite.

¿Y el de más incertidumbre? ¿Podría ser la inmediatez de las redes sociales?

Soy activo en redes porque me toca y me gusta, pero también soy muy sobrio. Creo que se sobreescenifica mucho y vivimos un momento de ocultación por hiperpresencia: hay demasiado ruido que complica mucho las cosas.

Quién más quién menos en campaña se hace una lista de ‘Spoti’...

Yo no voy a entrar a eso, no es un mecanismo natural y no sé hacerlo. En mis redes transmite mi percepción sobre las cuestiones fundamentales y son para una mirada personal del mundo, para eso deberían estar.

Usted todavía lee libros en papel, ¿cierto?

Tengo rutinas con la lectura: necesito leer todas las noches, es el único momento para desconectar. Sobre todo la poesía la leo siempre en papel. Me gusta mucho leer poesía…

¿Y qué utilidad tiene hacerlo?

¿Por qué tiene que tener utilidad? Me hace más feliz, me espolea en espacios que tenía olvidados y me hace mejor persona. No es necesario buscar el fin material de las cosas en todo, basta con hacer aquello que te haga sentir bien.

En una ronda rápida de actualidad podría preguntarle por Ana Obregón o Carlos III...

Buf. Yo intento no hacer ningún caso a lo que para mí es imprescindible y profundamente innecesario. La coronación de un señor en el siglo XXI es un anacronismo.

Y lo bonitas que eran esas carrozas doradas...

He intentado no ver nada, pero es complejo abstraerse. Aunque no quieras, te lo ponen en todos los sitios…

Otra de actualidad: la inteligencia artificial. ¿Estamos fastidiados? ¿Es esto el acabose?

Los avances tecnológicos llegan para quedarse y hay que adaptarse a ellos, eso sí, con ciertas cautelas. Vivimos con novedades que nos hacen sentir en una distopía permanente, lo que se refuerza también con la pandemia y con las guerras, las nuevas y las viejas…

¿Qué cautelas son esas?

La inteligencia artificial, la digitalización y su empuje es necesario, pero hay que afrontarlo con ciertas prudencia para preservar derechos y garantizar soberanías. Las máquinas no pueden acabar sustituyendo a las personas, eso es necesario humanizarlo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión