¿Qué destaca de la Memoria de Actividad?Lo interesante de las memorias es que puedes mirar años atrás. El balance de este año es positivo. Ha habido un aumento importante de hectáreas, de operadores y de incorporación de cultivos como los leñosos, que han adquirido más peso en el comité.

¿Qué busca un operador que se incorpora a la producción ecológica?Creo que fundamentalmente el operador se rige por la apertura de un nuevo mercado en el que su producto pueda adquirir un valor añadido y también un apoyo de la Aministración, que ha hecho y está haciendo una apuesta decidida por el sector y apoyando al Comité en su desarrollo. Su trabajo ha sido esencial. 

¿Qué le pediría a la siguiente Administración?Le pediría que tenga en cuenta que el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica y la agricultura ecológica no son algo personal, sino que pertenecen a la Administración y son para los ciudadanos, por lo tanto, es algo que debe desarrollar y potenciar. El Comité de Agricultura Ecológica es una corporación de Derecho Público, pero es Administración. Además, le pediría que entienda que somos una parte más de la agricultura aragonesa.

Hay una brecha entre operadores del mundo de la agricultura y de otros sectores como el de la ganadería o la transformación ¿A qué lo achacan y qué se puede hacer para incorporar operadores de estos sectores?Hay una brecha muy importante. Desde el Comité se han hecho varias actuaciones para favorecer la incorporación de ganadería ecológica. En primer lugar, hemos reducido las cuotas de ingreso y de certificación al 50%, algunos mataderos tienen coste cero para los operadores… Se ha hecho lo que se ha podido económicamente. Hay que tener en cuenta que la ganadería, incluso la de manejo convencional, se ha reducido mucho, y eso dificulta las cosas. Hay un sector que todavía no ha entrado, que es el porcino, cuando en Aragón se mata el 30% de la carne de porcino ecológico que se produce en España. 

El año pasado se produjo un cambio legislativo por el que la certificación en ecológico pasaba a ser pública en Aragón ¿Por qué debe ser así y que ventajas tiene?
En todas las Comunidades Autónomas, a excepción de cuatro (Andalucía, Castilla La-Mancha, Aragón y Castilla y León), la certificación era exclusivamente pública. Creo que debe ser así, en primer lugar, porque creo que quien debe administrar la agricultura ecológica es cada comunidad autónoma y creo que una de las mejores soluciones es que haya únicamente una certificadora pública. Con esta fórmula a todo el mundo se le trata igual, independientemente de su tamaño.

¿Cómo va el Plan Estratégico 2020-2025?
Queda ya muy poco por implantar. Uno de los puntos principales era desarrollar la digitalización y es algo que hemos conseguido. Estamos haciendo el organigrama de todo el personal laboral, hemos abierto una oficina en Alcañiz porque queremos descentralizar la oficina del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica en función de nuestra presencia en el territorio para que no todo esté en Zaragoza. En cuanto a promoción, hemos pasado en unos tres años de invertir 30.000 euros a invertir 300.000.

El objetivo de la Unión Europea es tener el 25% de producción ecológica en 2030 ¿A qué distancia está Aragón de esa cifra?
Depende de cómo se considere la certificación. Hay Comunidades Autónomas que certifican zonas de pasto, mientras que en Aragón solo certificamos cultivos. Esto altera los porcentajes cuando los criterios de certificación no deberían variar entre Comunidades ya que se rigen todas por el mismo reglamento. 

¿Cómo está la comercialización de productos ecológicos?Los productos ecológicos han pasado de ser algo testimonial en una vitrina a ocupar pasillos enteros en grandes supermercados. Sin embargo, el problema es la falta de empresas transformadoras y distribuidoras en Aragón.