La apertura de la unidad residencial de Atades para personas con autismo espera el concierto de plazas
La entidad ha invertido 1,5 millones en la construcción de este módulo para diez usuarios en el centro Sonsoles de Alagón. La DGA ha financiado 500.'000 euros.
El nuevo módulo de la Ciudad Residencial Sonsoles de Atades en Alagón para diez personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) y problemas graves de conducta que se empezó a proyectar a finales de 2021 ya es una realidad, a falta del equipamiento correspondiente. Sin embargo, su entrada en funcionamiento está pendiente de la concertación de las plazas por el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS).
La obra ha supuesto una inversión de 1,5 millones de euros y ha sido cofinanciada por el Gobierno aragonés con 500.000 euros de los Fondos Next Generation del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. La consejera de Ciudadanía, María Victoria Broto, visitó este jueves las instalaciones.
El gerente de Atades, Félix Arrizabalaga, explicó que en estos momentos no se pueden conveniar estas nuevas plazas porque el acuerdo marco existente para cuatro años finalizó el pasado abril y la DGA ha decidido prorrogarlo hasta el año que viene. "A nosotros nos causa un perjuicio importante porque se ha hecho una inversión que no podemos empezar a utilizar cuando ya está lista", lamentó.
Acerca de esta situación, desde el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales señalaron que para poder concertar plazas para este centro "primero deben obtener la autorización de funcionamiento que no tienen porque acaba de finalizar la obra". Asimismo, apuntaron que "el concierto se ha prorrogado y Atades sigue dentro del mismo".
En este edificio, de unos 500 metros cuadrados en una planta, convivirán diez personas que contarán con sus habitaciones individuales (de 16 metros cuadrados con baño) y compartirán un espacio central común que servirá de comedor, lugar de convivencia e intervención. El edificio también cuenta con una sala para profesionales y de control, otra de integración sensorial y una de calma. Además, dispone de una cocina ‘office’, pensada sobre todo para que sus habitantes puedan llevar a cabo talleres, ya que la comida se les suministrará desde las cocinas centrales de la Ciudad Residencial Sonsoles.
Este espacio es coherente con el nuevo modelo de cuidados centrado en las personas por el que se está apostando en el sector residencial y está diseñado para favorecer una atención especializada destinada a perfiles de usuarios con necesidades de apoyo extenso. Además, el complejo Sonsoles ya dispone de diez plazas ubicadas en un edificio destinado también a usuarios con TEA y graves trastornos de conducta. Y cuenta con otros 21 usuarios con autismo que actualmente están siendo tratados con otro tipo de plazas.
