Heraldo del Campo

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Aprender del pasado para poder encarar el futuro

'Merino, historia, cultura y paisaje' relata la historia de la ganadería ovina, cuyo origen tuvo lugar en Mesopotamia hace diez mil años, y que en España fue un motor económico en algunos momentos. Reivindica una raza, la merina, y una actividad, el pastoreo, que ahora vive horas bajas.

Juan José Ramos y Luis Miguel Ferrer son dos de los coordinadores del libro.
Juan José Ramos y Luis Miguel Ferrer son dos de los coordinadores del libro.
A. Royo

Cuando usted adquiera un jersey de lana merina procedente de Australia, posiblemente la más apreciada del mundo, debe saber que está comprando, para posteriormente vestir, un pequeño fragmento de historia de España que se remonta hasta la Edad Media, cuando la ganadería era el principal motor económico del interior de nuestro país y que, a partir del siglo XVIII, por una serie de vicisitudes históricas, se extendió a países como Holanda, Sudáfrica y Australia.

De esto trata, precisamente, “Merino, historia, cultura y paisaje”, un libro de once capítulos, en español y en inglés, escrito por otros tantos autores y que han coordinado los profesores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza Juan José Ramos y Luis Miguel Ferrer y el veterinario soriano Pedro Poza. El volumen ha sido editado por Prames.

"La raza merina es el resultado de los desvelos y trabajos de aquellos pastores del medievo, que sin saber de genética supieron elegir los mejores ejemplares de lana fina y crear una estirpe extraordinaria. Una herencia que ha traspasado las fronteras españolas para llegar a ser patrimonio universal. Esta es la razón por la que en esta obra han trabajado de forma conjunta historiadores y veterinarios, españoles y de otros países, como Argentina, Sudáfrica o Australia. El merino también forma parte de su historia y resulta cautivador conocer cómo llegó, cómo se estableció y cómo, todavía hoy, es apreciado y valorado”, explica Juan José Ramos.

“Merino, historia, cultura y paisaje” es mucho más que la narración de la historia de una raza de ovejas. Es la reivindicación de una actividad, la ganadera, cuyo origen se remonta a la Mesopotamia de hace más de diez mil años y que en España y concretamente en Aragón ha sido, en algunos momentos de la historia como en la Edad Media, uno de los principales motores económicos.

Gran momento para Aragón

“La crianza y el manejo de los animales se ha mantenido igual que en el origen hasta los años 70 u 80 del siglo XX”, apunta Luis Miguel Ferrer. “En ese momento es cuando empieza a haber comida adicional para dar a los animales y empiezan a introducirse mejoras en la producción, tratamientos hormonales… El final de la década de los 80 y la de los 90 fue un gran momento para Aragón en materia de sanidad animal. Fuimos los primeros en eliminar la brucelosis y en desarrollar muchos tratamientos. Éramos un referente esa materia”, añade.

Sin embargo, el panorama actual es muy distinto. “Ahora no hay ganado suficiente ni siquiera para limpiar los montes”, lamenta Ferrer. “El ganadero ha dejado de ganar dinero, tiene que hacer muchísima burocracia y la actividad no resulta ni atractiva ni rentable”.

Por ello es necesario “hacerla atractiva y rentable”. Y esto se consigue “a través de estímulos y a través de la reducción de la burocracia al mínimo posible”, apunta Juan José Ramos. “La ganadería extensiva tiene dos funciones principales: una de ellas es la de la fijación de habitantes en el medio rural y para esto hay que garantizar que en los pueblos haya escuela, guardia civil, médico… La otra función es la del mantenimiento de la biodiversidad. En un metro cuadrado de suelo donde hay ganadería se pueden encontrar hasta 40 especies vegetales diferentes, están las balsas donde beben las ovejas, que cuidan los ganaderos… La ganadería bien gestionada crea paisajes más verdes”, afirma Ramos.

Otra de las dificultades que afronta este sector es la falta de personas que quieran dedicarse a ello. “Ya no hay pastores sentimentales como los de antes. Actualmente, o son algo más parecido a un empresario que busca el máximo beneficio por su actividad o son personas procedentes de otros países que buscan en el pastoreo un trabajo inicial para, posteriormente, dar un salto a otro tipo de actividad”, detalla Ferrer.

En cualquier caso, “Merino, historia, cultura y paisaje” es “un libro para aprender del pasado, algo muy relevante por la necesidad que siente la sociedad actual de una producción ganadera más sostenible y en armonía con el medio natural, pero también para conocer y divulgar esa cultura que se manifiesta en el saber hacer de nuestros ganaderos, y se esconde en el sabor de un queso de oveja o en los aromas de un buen asado de cordero”, indican sus coordinadores.

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