Aragón podría dar un paso importante y vivir una auténtica "revolución" en el tratamiento a pacientes con patologías psiquiátricas y neurológicas si se pusiera en funcionamiento una máquina cedida por el instituto 'Brain 360' a uno de los centros hospitalarios de la Comunidad.

Según relata el investigador turolense Diego Redolar, este centro médico de Barcelona firmó un acuerdo con la empresa Brainsway, con sede en Nueva York, para que se pudieran hacer diferentes acciones de investigación y transferencia de esta tecnología, "que es muy cara", pudiendo incluso disponer de ella en el ámbito público. "La empresa dijo que sí, que nos cedía la máquina gratuitamente para hacer estudios, y la idea es que esté en el Clínico de Zaragoza, de manera que los diferentes pacientes puedan verse beneficiados y abrir así las puertas para que se introduzca en la sanidad pública", comenta este investigador, que ha impartido ya varias formaciones sobre estimulación magnética transcraneal profunda en la capital aragonesa, donde asegura que le gustaría que llegase proximamente.

"Fuimos a hacer la formación a Zaragoza de un equipo multidisciplinar de neurólogos, neurofisiólogos, psiquiatras, neurocirujanos… porque es una máquina que requiere formación, y hay que estar preparados para el día que esta tecnología se pueda implementar", asegura este doctor.

A su juicio, no beneficiarse de una técnica que ha demostrado una alta eficacia en ensayos clínicos sería una "pérdida importante" no solo para Aragón, sino para toda la cartera de servicios.

"La última guía clínica publicada demuestra la eficacia de una técnica que, aunque no es nueva -se viene usando desde los años 90-, sí que es un ejemplo de innovación e investigación constante, y hay países como, por ejemplo, Finlandia o EE. UU., en los que está en primera línea de elección en el tratamiento de algunas patologías", señala.

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Se usa en la Clínica Mayo

Según indica este experto en Neurociencias, en España solo hay cinco máquinas de este tipo (deepTMS), mientras que en Estados Unidos hay centenares, entre otros lugares en la prestigiosa Clínica Mayo.

"Es verdad que es un sistema caro, pero no es una cuestión de precios. Hay sistemas mucho más costosos que no tienen la efectividad que ha demostrado esta técnica", añade.

En consecuencia, la lectura que él y otros compañeros de profesión hacen es que es una "cuestión de previsión", y pone el foco en el ámbito psiquiátrico, donde la tradición farmacológica es mucho mayor. De hecho, según el último informe del Ministerio de Sanidad, en plena pandemia el consumo de ansiolíticos y antidepresivos subió un 4 y un 6%, respectivamente, desde noviembre del 2020 hasta el mismo mes de 2021. Y según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), la utilización de medicamentos antidepresivos en España se ha triplicado en los últimos 10 años.

"En Psiquiatría, cuesta mucho mover eso por esa tradición que hay en nuestro país. En el ámbito neurológico, es más fácil, hay más proactividad. En cualquier caso, tenemos una muy buena sanidad pública y es una pena que estas técnicas no se incorporen. Como aragonés, me gustaría que mi tierra dispusiera de esta máquina", concluye este experto.

Desde el departamento de Sanidad confirman que el aparato se encuentra ya en Aragón, donde se está pendiente de ver cómo se articula su uso en la cartera de servicios para poder ponerla en funcionamiento.