Orquesta Sinfónica Universitaria de Zaragoza: de la nada a la Mozart en menos de un año

Estudiantes de distintas carreras se han unido en una formación que ya ha ganado un concurso de talentos.

Uno de los últimos ensayos de la Orquesta Sinfónica Universitaria.
Uno de los últimos ensayos de la Orquesta Sinfónica Universitaria.
Toni Galán

Julia Quero y Míriam Baselga creían que ya había una orquesta universitaria, así que estuvieron buscando dónde y cómo apuntarse hasta que se dieron cuenta de que –salvo algún efímero experimento que no tuvo la continuidad deseada– no existía un agrupación instrumental vinculada a la universidad. Ni cortas ni perezosas, tras algunas conversaciones de cafetería, se decidieron a montarla hace ahora doce meses y, tras enrolar en el proyecto a un buen número de estudiantes y seducir también a Pablo González Razábal para que se convirtiera en su director, la Orquesta Sinfónica Universitaria de Zaragoza no sólo es una realidad sino que está a pocos días de ofrecer un concierto en la sala Mozart del Auditorio.

«Empezamos a trastear en marzo del año pasado. En mayo Pablo y yo y juntamos el equipo e hicimos una reunión informativa para posibles interesados. Hasta agosto no abrimos la inscripción y comenzamos a ensayar ya después del Pilar 2022», cuenta Julia Quero, que ejerce como presidenta de la OSUZ.

"Como proyecto, la OSUZ persigue aportar un valor no solo cultural y formativo, sino también social para sus participantes"

Pero, ¿cómo se lleva el casting de una orquesta neófita? «Lo primero es buscar a gente interesada. Lo hicimos a través de un formulario en el que los músicos nos enviaban vídeos para poder ver su destreza», explica Quero, estudiante del programa conjunto de Matemáticas e Ingeniería Informática y con formación hasta sexto de profesional de piano.

Todos los instrumentos

«Uno de los retos ha sido que todos los puestos estén cubiertos», comenta el director Pablo González Razábal. Una orquesta sinfónica no es un pequeño grupo de cámara y en los ensayos de la OSUZ aparecen flautas traveseras, oboes, clarinetes, fagots, trombones, tubas, percusiones, arpas, violines, violonchelos, contrabajos...

«La pandemia ha podido tener alguna repercusión en el descenso de alumnado en centros y conservatorios, pero nosotros tenemos la suerte de tener todos los instrumentos cubiertos. Quizá no nos vendría mal más violines, porque es una sección muy numerosa que es difícil llegar a cubrir del todo. También habría demanda de instrumentos muy concretos como fagot, trompa o contrabajos», comenta el director artístico, González Razábal, consciente de que la base universitaria es algo volátil por estudiantes que marchan de Erasmus, que cambian de centro, que dejan sus carreras... No obstante, en la OSUZ están orgullosos del compromiso de sus integrantes que, incluso en épocas de exámenes, hacen lo imposible para ir a ensayar un par de horas los viernes a una de las salas de la Facultad de Educación, donde la orquesta ha encontrado el apoyo del Departamento de Expresión Musical, Plástica y Corporal.

Gracias a los vídeos no hubo que hacer un ‘casting’ propiamente dicho, «pero aunque no se piden requisitos, sí se presupone cierto nivel», explican. Han llegado hasta la orquesta ‘virtuosos’ de diferentes especialidades que cursan sus estudios de grado, máster, posgrado y doctorado en las distintas facultades de la Universidad de Zaragoza. «La OSUZ también está abierta a personal docente e investigador y a estudiantes de Conservatorio», aclaran, si bien el grueso de sus músicos son estudiantes universitarios «llegados de diferentes partes de España y de muchas comarcas aragonesas».

Además de Quero y González Razábal, el núcleo duro de la OSUZ lo forman Míriam Baselga, que se hace cargo de la secretaría (además de toca la viola), e Iris Fon, que ejerce de tesorera (y toca la flauta travesera). Al ser un proyecto muy joven también adquieren un papel fundamental las redes sociales (a cargo de Irene Lahiguera), mientras que de la coordinación de altas, bajas, ausencias y presencias se encarga Blanca Lasheras.

«Como proyecto, la OSUZ persigue aportar un valor no solo cultural y formativo, sino también social para sus participantes», explican los impulsores, lo que –traducido– vendría a significar que entre batutas y partituras también surgen amistades y más de unas risas en los ‘post-ensayos’.

Pablo González Razábal es el director de la nueva orquesta.
Pablo González Razábal es el director de la nueva orquesta.
Toni Galán

Impresionismo francés para la puesta de largo el próximo 10 de mayo en el Auditorio

Por los pasillos de las distintas facultades ya se ve el cartel anunciador del concierto del próximo 10 de mayo en la sala Mozart del Auditorio. La OSUZ debutará en casa, con una oportunidad que se ganó a pulso después de triunfar el pasado mes de enero en el segundo concurso de talentos de la Sociedad Filarmónica de Zaragoza.

La cita será a las 19.30 y, aún sin desvelar en exceso por aquello de no hacer ‘spoiler’, sí ha trascendido que se interpretarán piezas de Fauré, Ravel o Bizet. «Nos hemos centrado en un repertorio impresionista francés. Tenemos ‘La Pavane’ y ‘Peleas y Melisande’ de Fauré, que son dos obras conocidas, expresivas y delicadas. También la ‘Pavana para una infanta difunta’, de Ravel, que es de grandísima dificultad», comenta el director artístico.

También interpretarán ‘La Arlesienne’ –obra con la que ganaron el certamen de talentos– y "la pequeña sorpresa será la ‘English Folk Song Suite’, de Vaughan Williams, compositor no directamente relacionado con el impresionismo, pero si de la misma época y con una obra con cierta influencia de bandas militares y de música popular inglesa. El uso del lenguajes, los colores, los modos y las escalas sí resultan muy impresionistas», continúa González Razábal, que se ha formado en dirección en el Conservatorio Superior de Música de Aragón.

Con apenas 23 años, el director ha estudiado con Miquel Rodrigo y Borja Quintas (orquesta), con Elena Ruiz (coro) y, también, con maestros internacionales gracias a cursos, ‘master class’ y «a que Zaragoza tiene una de las mejores aulas de dirección de España», asegura.

Las entradas para el recital del día 10 se pueden adquirir ya a través de los cajeros de Ibercaja y de la web www.filarmonicazaragoza.com. Su precio es de 25 euros, pero hay suculentos descuentos para los estudiantes universitarios o del conservatorio, a quienes les saldrá por 10 euros si compran los boletos media hora antes del inicio del concierto en el ‘hall’ del Auditorio.

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