El renacimiento del Pabellón Puente como gran escaparate de la movilidad del futuro

Cerca de 10.000 personas pasan de media semanal por la pasarela, que cumple también como foco de atracción turística

El rey Felipe inaugura Mobility City en el pabellón Puente de Zaragoza
El rey Felipe inauguró Mobility City en el pabellón Puente de Zaragoza
Guillermo Mestre

Dos meses después de su reapertura al público, el Pabellón Puente construido para la Expo se ha convertido en un verdadero reclamo turístico para la capital aragonesa. Cerca de 10.000 personas de media semanal visitan la pasarela de Zaha Hadid, convertida en un emblema de la movilidad del futuro.

Y casi una cuarta parte acceden al Mobility Museum. "No solo circulan, sino que es gente que ve los productos que están en exhibición y la propia reforma", señalan fuentes de la Fundación Ibercaja, gestora de este equipamiento.

La concepción tecnológica de la propuesta también contribuye al éxito de afluencia, ya que los visitantes tienen la oportunidad de interactuar con pantallas inteligentes. De hecho, la exposición cuenta con un fuerte componente de experiencia y juego, con espacios expositivos enfocados a todos los públicos. Entre ellos, talleres didácticos, simuladores de conducción y exposición de vehículos, además de un espacio dedicado al propio Pabellón Puente y a su diseñadora, la primera mujer que obtuvo el premio Pritzker, el considerado Nobel de la arquitectura.

En su reinauguración, el director general de la Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo, trasladó su confianza en superar la afluencia que logró el año pasado el Museo Goya, otro de los activos de la institución. Las 100.000 personas que pasaron por este equipamiento se van a superar con creces, solo contando los que compran su entrada para acceder al Mobility Museum, si se mantiene el ritmo de visitas. "Va a ser un revulsivo para Zaragoza, también turísticamente, y para Aragón, ya que va a apoyar a dos sectores económicos tan importantes como son la industria del automóvil y el sector logístico", subrayó.

La colección de automóviles históricos y deportivos del futuro con la que se estrenó el gran espacio reservado para las grandes muestras temporales se reconfigurará en el mes de junio, pero igualmente estará dedicado a la automoción. Aunque aún se debe cerrar, una de las opciones pasa por renovar parte de la ‘flota’ expuesta dada su aceptación.

La que sí saldrá en verano como está prevista es la exposición dedicada a Marte, que contiene vehículos de exploración, sistemas de navegación y artilugios de observación del espacio, como una réplica del primer telescopio de Galileo Galilei. En este caso, hay que concretar el contenido alternativo que lo sustituirá, para lo que hay varias opciones que la Fundación Ibercaja guarda con celo.

La pasarela también servirá de escaparate y espacio de debate para la industria de la automoción, que se compatibilizará con los usos formativos y lúdicos. Cada uno de estos fines tiene un espacio reservado, para lo que se dispone de los tres cuerpos que conforman esta singular estructura metálica en forma de gladiolo, de 260 metros de longitud.

Mucho antes de su reapertura, en 2012, ya se vio el enorme potencial con la presentación europea del entonces último modelo del Volkswagen Golf, que atrajo a Zaragoza a 16.000 comerciales de la firma alemana e invitados procedentes de 35 países. El Pabellón Puente y la Torre del Agua fueron los escenarios elegidos.

El presidente de la Fundación Ibercaja, Amado Franco, destacó que Aragón es una tierra con experiencia y éxitos en sectores que van a ser pilares para el desarrollo de la movilidad, como son la automoción, la logística, las renovables o la universidad.

En esta línea, Mobility City implica a los principales actores de este sector clave para la economía aragonesa, que han participado activamente con la cesión de prototipos de vehículos de todo tipo y componentes relacionados con la automoción, como los de Valeo, Fersa, Arcelor Mittal, Bosch, Brembo, Chargevite y Stellantis, entre otros.

Primer evento nacional

Su papel no se reduce a colaborar en la muestra del Pabellón Puente, ya que más de medio centenar de empresas y entidades están adheridas como socias al proyecto. Y en la lista hay fabricantes de vehículos y del sector ferroviario y empresas de transporte, entre otros ámbitos de actuación.

En este sentido, Amado Franco adelantó el objetivo de hacer de la pasarela de Zaha Hadid una "atalaya" para presentar innovaciones y retos en movilidad, además de "escaparate" para la industria y "lugar de conocimiento".

El primer paso se dará el próximo 4 de mayo con la puesta de largo del primer observatorio de movilidad a nivel nacional, con una encuesta a empresas del sector para analizar las tendencias. Su presentación incluirá la organización de una jornada con varias mesas redondas, con la participación de distintas autoridades públicas y directivos del sector. La asistencia prevista supera las 300 personas.

A este primer gran evento del Mobility City en el Pabellón Puente se sumarán otros que ya están en cartera para este año, desde presentaciones de productos –como ya se hizo con el ‘concept car’ de Volvo– a actos más lúdicos con la movilidad igualmente como eje central. "En primavera habrá uno relacionado con el vehículo eléctrico. Será potente porque hay gente de muchos sitios", indicaron las citadas fuentes de la Fundación Ibercaja, que no desvelan detalles al implicar a terceros y con el deseo de mantener el factor sorpresa.

De la misma forma, habrá encuentros profesionales, para lo que se ha acondicionado uno de los tres cuerpos del Pabellón Puente, el que tiene fachada orientada a la basílica del Pilar. Este espacio, acristalado, puede funcionar de forma independizada, sin afectar al museo ni al paso de las personas entre ambas orillas.

El primero se ha celebrado esta misma semana, la asamblea anual de los miembros del Clúster Aeronáutico y Aeroespacial de Aragón (Aera), y ya se han programado otros relacionados con el mismo sector de la movilidad.

De forma paralela, los cerca de 60 centros educativos que han pasado por las instalaciones dan una idea del papel divulgador del Mobility Museum, que ocupa casi 3.000 m2, un 40% de toda la superficie de la pasarela peatonal. Cuando acabe el mes de abril, más de 10.000 alumnos habrán conocido la actual colección.

La cafetería, en primavera

Con su reestreno, el Pabellón Puente se utiliza de nuevo como zona de paso entre La Almozara y Ranillas, aunque limitado al horario del propio museo para evitar su vandalización, habida cuenta de que los viandantes pasan junto a una selección de prototipos del sector de la movilidad.

Para acomodarse a las dificultades y limitaciones propias de una infraestructura singular, a medio camino entre un edificio y un puente, se ha optado por habilitar el bar-cafetería previsto en el exterior, en dos de los tres cubos anexos al acceso desde el antiguo recinto expositivo, en la explanada junto al Palacio de Congresos.

Uno de ellos, de 64 metros cuadrados, ocupará la barra y los lavabos, además de una entreplanta para los equipos de climatización. En su caso, no hará falta cerrarlo, ya que está acristalado. También está previsto que funcione como punto de venta de productos promocionales (‘merchandising’).

Inmediatamente después está el segundo cubo, recubierto parcialmente de láminas de madera, que hará las veces de terraza descubierta y que se ha acristalado hasta los dos metros para proteger a los futuros clientes del viento. Y la fuente que había delante, junto a la plaza que comparte con el Palacio de Congresos, se ha hormigonado como espacio adicional para mesas.

Su inauguración se ha dejado para finales de la primavera, lo que será un aliciente más para acercarse a disfrutar del meandro de Ranillas.

Una inversión de 8 millones

Para que todo esto sea una realidad, las arcas autonómicas y las de la Fundación Ibercaja han destinado ocho millones para reformar y acondicionar el icono arquitectónico de la Exposición internacional de 2008.

Los cuatro millones de euros invertidos por la sociedad pública Expo Zaragoza Empresarial hicieron posible acristalar por completo el millar de huecos de la cubierta, los miradores situados en las fachadas e instalar puertas, además de arreglar los desperfectos provocados en los quince años transcurridos desde la clausura de la Muestra.

Una cuantía similar ha corrido a cuenta de la Fundación con el fin de reconvertir la pasarela en contenedor cultural y de eventos.

Y todo ello se suma a los 87 millones que costó tender la pasarela de Zaha Hadid, cuya estructura metálica curva se lanzó de una orilla a otra y que descansa sobre el pilotaje más profundo que se ha acometido en el río Ebro, hasta los 72 metros. No obstante, su elemento más característico es su fachada-cubierta, de 9.300 metros cuadrados, compuesta a su vez por 26.550 piezas triangulares de hormigón reforzado y fibra de vidrio (GRC), con 300 tipologías diferentes de geometrías y tonalidades.

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