Casi 450 exiliados ucranianos sin recursos han solicitado ya en Aragón la ayuda de 400 euros
El alto volumen de solicitudes está retrasando los pagos. El perfil más común es el de una mujer con dos hijos que comparte piso con otras familias.
Cruz Roja ya ha atendido en Aragón a 441 desplazados ucranianos, empadronados en la Comunidad, que solicitan la ayuda directa de 400 euros mensuales al estar fuera del sistema de protección y no recibir ninguna prestación de los servicios de emergencia habilitados en España por la guerra. La pueden percibir durante un periodo máximo de medio año y se incrementa con 100 más por cada niño. Si hay más de una persona responsable del menor, únicamente una de ellas cobra esta cantidad adicional. De estas peticiones que ha gestionado la entidad social, 260 pertenecen a la provincia de Zaragoza, 121 a la de Huesca y 60 a la de Teruel.
De estas solicitudes, el Departamento de Ciudadanía y Servicios Sociales de la DGA, que es el que tiene que dar el visto bueno definitivo a la adjudicación de esta renta social, ha concedido por el momento 164 ayudas que llegan a 271 beneficiarios de los que 107 son menores Suponen una cuantía total de 452.700 euros.
Esta cantidad supone un 29% de la cuantía total asignada a Aragón por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para atender a este colectivo que asciende a 1.561.824 euros. Aunque fue el pasado agosto cuando el Consejo de Ministros aprobó este bono social, en la mayoría de las comunidades se ha puesto en marcha entre finales de 2022 y principios de 2023.
Desde Cruz Roja reconocen que debido al alto volumen de solicitudes y la "complejidad" de la propia gestión no se están emitiendo los pagos con la "agilidad" que les gustaría, pero, insisten, están haciendo todo lo posible para avanzar con los trámites y, por orden de fecha de solicitud, proceder al abono de un alto porcentaje de personas en breve. La demora es de unos tres meses y las personas que demandaron esta renta en enero son los que la van a empezar a cobrar en los próximos días.
El Ejecutivo autonómico es el que tiene la última palabra una vez que la Cruz Roja le plantea una propuesta de concesión tras revisar toda la documentación y comprobar que estas familias reúnen los requisitos que se les piden.
Belén Larraz, referente autonómica en Cruz Roja del programa de acogida e integración de personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional, señala que la gestión de estas ayudas resulta "más compleja" de lo que parece. "Hay que hacer un seguimiento y comprobar mes a mes que los beneficiarios cumplen los requisitos, para lo que cada vez nos tienen que aportar toda la documentación actualizada, el empadronamiento, la vida laboral y las nóminas en el caso de que tengan un trabajo, principalmente, además de, lógicamente, la acreditación de protección internacional. No es como una ayuda única que se concede y ya está", señala. En el caso de que las familias cuenten con algún ingreso, este no tiene que superar el Ingreso Mínimo Vital (IMV).
Incremento de peticiones
En los últimos meses también se ha producido un incremento en el número de demandantes. Al principio, comenta Larraz, hubo un goteo de refugiados ucranianos que iban llegando y "el gran volumen se ha registrado en febrero y marzo, algo que no se podía prever".
El perfil más común de los desplazados que solicitan esta ayuda, según Larraz, es el de una mujer joven sola, de entre 30 y 40 años, con una media de dos menores a su cargo. Muchas de ellas comparten piso con familias en la misma situación, con amigos y con españoles que las han acogido temporalmente en sus hogares.
"La situación es muy variable en los seguimientos realizados, algunas de ellas llegan a encontrar trabajo y dejan de cumplir requisitos y otras valoran regresar a Ucrania", concluye esta profesional de Cruz Roja.
Durante el primer año de la guerra de Ucrania, en la Comunidad se han expedido 3.605 autorizaciones de protección internacional (2.059 en Zaragoza, 930 en Huesca y 616 en Teruel) que les han permitido contar en un tiempo récord con permiso de trabajo y de residencia. Atrás han quedado las llegadas masivas de refugiados. El número de estudiantes ucranianos desplazados escolarizados ascendía a mediados de febrero a 1.476, de ellos 782 en la provincia de Zaragoza, 407 en Huesca y 287 en Teruel. Las entidades sociales que gestionan el programa de acogida estiman que entre un 20 y un 30% han vuelto a su país natal.
