coronavirus

La pandemia de la covid sigue perdiendo fuerza con contagios e ingresos en niveles mínimos

Falta el anuncio oficial de la OMS para dar por finalizada la emergencia internacional después
de tres años. 

Varias personas esperan para recibir la vacuna de la gripe o covid en el centro Bombarda en octubre
Varias personas esperan para recibir la vacuna de la gripe o covid en el centro Bombarda en octubre
Guillermo Mestre

Tres años después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase la alerta internacional ante la imparable expansión del coronavirus de Wuhan (China), la pandemia podría estar llegando a su fin, aunque todavía faltaría la declaración oficial. Mientras llega ese momento, la crisis sanitaria se diluye en un escenario que difiere, y mucho, del que había en primavera de 2020. En Aragón, la incidencia acumulada semanal roza el mínimo (9,9 casos por 100.000 habitantes), la hospitalización se acerca a los niveles más bajos y la vacunación se estanca, mientras la percepción de riesgo sigue siendo cada día menor entre la población.

Lejos quedan las restricciones impuestas para frenar la propagación de los contagios, el confinamiento inicial, las limitaciones horarias y de movimiento... La eliminación de la obligatoriedad de la mascarilla en el transporte público supuso un antes y un después, limitando desde entonces esta protección a los centros sanitarios, residencias y farmacias.

Los expertos aragoneses coinciden en que, más que pandemia, habría que hablar ya de situación epidémica, lejos de la emergencia que ha condicionado la gestión durante estos años. Recuerdan, sin embargo, que, aunque la inmunidad es muy alta, el virus sigue circulando, por lo que conviene no bajar la guardia. La OMS ha dejado de recomendar las vacunas de refuerzo contra la covid a la mayoría de la población, salvo a los grupos de alto riesgo, como personas mayores, inmunodeprimidas y trabajadores sanitarios.

La cobertura de cuartas dosis de la vacuna contra la covid entre la población más mayor ha alcanzado niveles altos. Entre los que superan los 80 años, en Aragón, llega al 78%. Para Enrique Bernal, investigador sénior del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, asesor de Sanidad y colaborador del Observatorio de Sistemas y Políticas de la OMS en Europa, «si se pusiese el foco solo en las personas de alto riesgo se observa que la vacunación no decae». "Pero en la población general –afirma– lo lógico es llegar a un punto donde no aumenta la cobertura, pero tampoco hace falta". Recuerda que a finales de enero la OMS introdujo un cambio de calificación y considera la covid como emergencia internacional. Está pendiente volver a evaluar la situación y decidir si se modifica esta declaración: "Son fases de desescalada prevista en los protocolos de alerta y emergencia sanitaria".

Con la vista puesta en otoño

Fuentes del Departamento de Sanidad señalan que hay 1.774 citas para recibir una dosis de la vacuna los próximos 14 días. Ante la disminución de la demanda, los centros de salud han ido también adaptando sus agendas y reduciendo los días y las horas dedicadas a administrar esta inmunización. Para Nacho de Blas, epidemiólogo veterinario, "estamos llegando al fin de la emergencia sanitaria, conviviendo con una enfermedad endémica y no veremos un incremento en la vacunación, salvo que haya que poner una quinta dosis a grupos de riesgo si la inmunidad va decayendo". En todo caso, si la campaña incluyera una nueva inyección de refuerzo sería a partir del próximo otoño. Así habría que plantearlo, señala Federico Arribas, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), según evolucione la covid: "Desde un punto de vista práctico, el virus covid sigue persistente si bien su impacto es menor, por las coberturas de vacunación. Se sigue recomendando la vacunación a personas vulnerables, y es posible que pueda haber algún cambio de virus que potencialmente podría provocar de nuevo estrés a nivel de población y del sistema sanitario, por lo que es necesario mantener los sistemas de vigilancia".

También Inma Cuesta, secretaria de la Asociación Nacional de Enfermería y vacunas (Anenvac), considera que "no se puede decir que se ha tocado ya techo en este proceso" porque con las dosis de recuerdo "no se han alcanzado las coberturas de las anteriores". "La pandemia está en una fase donde hay poca circulación del virus, pero sigue habiendo, y el problema es que vuelvan a surgir nuevas variantes". Es la OMS, recuerda, quien "debe determinar el fin de la pandemia, en independencia de la circulación del virus, que es escasa, y pensando si puede volver a mutar". "La gente en general ha perdido el miedo al virus y además ya no se acuerda de cómo estuvimos justo al principio, cuando no teníamos vacunas". En opinión de De Blas, esa baja percepción del riesgo se observa en la relajación de muchas medidas, como el uso voluntario de mascarillas, actividades en el exterior, ventilación de espacios cerrados: "Pero ya estamos con mejor clima y eso juega a nuestro favor y en contra de estos virus". Y añade: "El siguiente periodo en el que habrá que estar atentos a cambios en la incidencia será a partir de octubre, donde entraremos en otro escenario con vacunación parcial de la población y pérdida de inmunidad híbrida (en todos los coronavirus la inmunidad suele durar entre 6 y 24 meses según la edad o el estado inmunitario)".

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