La unión de estaciones tendrá una repercusión de 70 millones y una rentabilidad del 8,15%

Aramón plantea la licitación en seis lotes para estrenar la telecabina Astún-Formigal en noviembre de 2025, cuyo coste se ha iincrementado un 12%, hasta 38 millones, por la inflación.

Recreación de la estación motriz de Formigal, en el collado de Espeluciecha.
Recreación de la estación motriz de Formigal, en el collado de Espeluciecha.
Aramón

La unión de las estaciones de esquí de Astún y Formigal podría generar una repercusión económica de entre 50 y 70 millones de euros en su tercer año de explotación, en 2028, y garantizar una rentabilidad que podría oscilar del 4,69% al 8,16% cuando la infraestructura alcance su decimoquinta temporada. Estos son dos de los principales indicadores económicos que recoge el Plan de Interés General de Aragón (PIGA), que basa sus cálculos en un crecimiento del 15% de esquiadores, "a la vista de experiencias similares", aunque también se ha estimado un escenario pesimista, con un atracción de un 10% de nuevos clientes.

La base económica se centra no solo en la llegada de más usuarios nacionales e internacionales, sino en el aumento del precio de los diferentes abonos que pagarán por disponer de un dominio esquiable único de 280 kilómetros gracias a la conexión de los complejos de Formigal con los de Astún y Candanchú. "Analizando lo ocurrido en otros dominios, se ha estimado que se podrá incrementar de media un 11,3% el ingreso diario por esquiador por uso de remontes, pasando de 32,32 a 35,97 euros/día", destaca.

En todo caso, las estimaciones son "conservadoras" porque solo se ha tenido en cuenta la media de Formigal de las últimas cuatro temporadas, a excepción de la que se cerró antes por la pandemia (2019-2020), lo que arroja un promedio de 530.438 esquiadores, sin contar con la aportación de las estaciones del valle del Aragón, Astún y Candanchú. De la misma forma, el estudio de impacto económico plantea dos escenarios de crecimiento de clientes "por debajo de lo que se ha observado en otras uniones de estaciones", al igual que el aumento del gasto por esquiador.

En concreto, la documentación que acaba de publicar Aramón en su portal de transparencia también detalla que el número de esquiadores se podría incrementar de un 7% a un 11% en el tercer año de explotación de la telecabina, lo que implicaría entre 97.066 y 152.531 visitantes adicionales si se tienen en cuenta los 866.652 que suman ahora Formigal y Astún.

Hasta 575 empleos

Este afluencia también tendrá su impacto directo en el empleo, tanto en las estaciones como en la hostelería de los valles del Aragón y de Tena, que en el peor de los casos podría generar 99 puestos de trabajo y en el escenario más optimista llegar a 140.

Eso sí, el incremento de la demanda generaría otro impacto indirecto de entre 116 y 285 empleos en los sectores del transporte y la hostelería, la logística, la alimentación y el comercio.

Además, el impacto inducido por el aumento del consumo vía renta podría sumar hasta 150 puestos de trabajo más, aunque sus efectos no solo se limitarían al Pirineo, sino a otras zonas de Aragón e incluso del país. En total, la generación de empleo a tiempo completo podría beneficiar a 575 personas.

El citado estudio de impacto económico apunta que el crecimiento de la renta bruta per cápita en Sallent duplica a la de Jaca "en los últimos años" y que con la creación de un dominio esquiable único, accesible desde los dos valles, "permitirá el crecimiento recíproco de ambos valles, de forma que la generación de riqueza sea más igualitaria en ambos valles".

La diferencia actual se traduce en el tráfico, dado que los accesos a Formigal soportan al menos diez veces más de vehículos que el eje Candanchú-Astún. Ycon la telecabina se espera reducir el trasiego y con ello reducir las emisiones entre un 19,2% y un 14,5% pese a que la demanda aumenta.

Los retornos de la inversión se han calculado con el último coste de la unión de las estaciones, que se ha incrementado un 12% como consecuencia de la inflación, lo que ha provocado que su presupuesto alcance ya los 38 millones de euros.

El cronograma

El nuevo cálculo de la inversión se detalla en el PIGA, que aboga por sacar a concurso las obras en seis lotes y acometerlas, fuera de la temporada de esquí, en los dos próximos ejercicios. Si se cumple el cronograma recogido en el documento, los trabajos podría comenzar a mediados de abril de 2024 y la infraestructura se podría inaugurar en noviembre de 2025. De este modo, se cumpliría el plazo exigido por la UE para percibir los 26,4 millones otorgados, que expira al finalizar ese ejercicio.

Esta es una de las principales novedades que se reflejan en los 3.367 folios del PIGA que publicó ayer el grupo aragonés de la nieve en su portal de transparencia. El documento plantea centrar este ejercicio en elaborar los proyectos y preparar los pliegos para poder licitar a finales de año, en cuanto culmine la tramitación administrativa y ambiental. Esto limita el desembolso inicial a poco más de medio millón de euros.

El esfuerzo presupuestario se concentrará en las dos siguientes anualidades, con un desembolso similar, de 18,4 y 19 millones, respectivamente. La de 2024 se centraría en la obra civil, así como el grueso de las estaciones motrices de Astún y Candanchú, el sistema antiavalanchas y la instalación de las pilonas. Para el último año, quedaría la instalación de Canal Roya y el montaje del sistema de transporte por cable.

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