César Bona: "Podemos hacer grandes cosas con gestos pequeños"

El docente (Ainzón, 1972) presenta este martes su nuevo libro ‘Educación Sostenible’ (Plaza Janés) a las 20.00 en el Teatro Principal.

César Bona, ayer en la plaza de los Sitios de Zaragoza.
César Bona, este lunes en la plaza de los Sitios de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Presenta su libro ‘Educación Sostenible’, ¿cuál es el objetivo?

Que hagamos un cambio de mirada. Que ya no miremos al planeta con miedo al qué pasará si no hacemos algo, sino que lo miremos desde el respeto, el agradecimiento y pensando que es la casa donde vivimos.

¿Qué es la educación sostenible?

Es una conjunción de palabras más que interesante. Está educación, con toda la importancia que tiene, y sostenible, con toda la importancia que debería tener. Entra ahí la necesidad de ser consciente de que no todo depende de otras personas, que hay muchas cosas que dependen de ti directamente, que puedes hacer grandes cosas con pequeños gestos, y también de la participación.

¿Qué hace César Bona por la sostenibilidad?

Preguntarme muchísimas cosas. Y en este libro doy unos cuantos ejemplos. Llego al salón y me pregunto: ‘¿Y esta bombilla, de dónde viene para que dé luz y qué significa?’ Sabemos lo que significa para nuestro bolsillo, pero no lo asociamos con la repercusión en el planeta, si es energía renovable o no o qué tipo de bombilla es. E igualmente con el tomate, el agua que sale del grifo o la bolsa de basura que dejas en el rellano y al día siguiente desaparece mágicamente. No lo hace, ni la bolsa ni las consecuencias.

¿La sociedad está suficientemente concienciada de ello?

Todavía no. Se están haciendo grandes cosas desde las organizaciones, los gobiernos se empiezan ahora a darse cuenta, pero obviamente falta mucho. La educación es un buen ejemplo. Hay centros que están haciendo cosas interesantes, otros que están comenzando con pequeños huertos y entendiendo qué significa el ecosistema, y luego están aquellos a los que todavía les falta esa concienciación que es tan importante. Si estamos hablando de que la sociedad no puede permitirse el lujo de la inacción, en la educación, que es donde todo empieza, menos.

¿Estamos más alejados ahora de la naturaleza?

Estamos todo el día pisando cemento y se pasa a la desconexión con el lugar que nos ha inspirado durante tanto tiempo y en tantos ámbitos.

¿Cómo se puede evitar?

El libro está lleno de propuestas. Son como círculos concéntricos: tú, tu aula, tu escuela, tu barrio… No podemos esperar a que los gobiernos decidan, es hora de que tomemos esa responsabilidad. Y en el otro círculo concéntrico entran las cosas pequeñas. Empieza en esa bombilla, en ese radiador que quema.

¿Son los niños conscientes de los problemas medioambientales?

Mucho más que hace pocos años, aunque nunca está de más educarlos con nuestro ejemplo. Es muy importante que ellos se sientan parte de ello e invitarlos a que den ideas y las lleven a cabo. Por ejemplo, en la escuela, que piensen en los residuos que generan, qué tipo son y cómo pueden aminorarlos. O incluso hacer una comisión de medioambiente.

Es fundamental que sean los protagonistas.

Sin duda. Como adultos podemos solucionar sus problemas, pero no tenemos que solucionar sus retos y este también es su reto.

¿Cómo ha sido escribir este nuevo libro?

He llegado a la conclusión de que todo está interralacionado. Todo.

Hace ya ocho años de su nominación al premio Nobel de la educación. ¿Cómo ha evolucionado el sistema aragonés?

Esa pregunta me la hago muchas veces. Van cambiando cosas, pero no tan rápido como sería necesario. El tiempo vuela y muchos niños que entonces estaban en las aulas, ahora ya no son niños. Y esa herramienta tan importante como es respetarse a uno mismo, a los demás, la convivencia… La pandemia ha hecho mucha mella en ella y tendríamos que retomarla.

¿Le entra el gusanillo de volver al aula?

Volveré, pero ahora mismo solo puedo dar gracias por todo lo que está pasando.

La nueva ley educativa ya es una realidad. ¿Cómo la valora?

Hasta que vengan otros y la cambien. No podemos depender de las leyes automáticamente. Docentes, familias y élites políticas tenemos que mirar por el bienestar de la infancia. Punto.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión