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Así es el Da Vinci, el nuevo robot quirúrgico de la Sanidad pública aragonesa en el Servet

La inversión en el primer aparato ha superado los 2,3 millones. Está previsto que en 2023 lleguen otros dos al Clínico y al Royo Villanova para tratar, en total, a mil pacientes al año.

Sira Repollés visita el nuevo robot Da Vinci para cirugías de alta precisión.
Sira Repollés visita el nuevo robot Da Vinci para cirugías de alta precisión.
Francisco Jiménez

El Hospital Miguel Servet de Zaragoza cuenta ya con el primero de los tres robots Da Vinci para cirugía robótica de alta generación que está previsto que se instalen a lo largo de 2023 en el sistema sanitario público de Aragón. El coste de este primer aparato supera los 2,3 millones y se estima que podrán beneficiarse de esta nueva tecnología más de mil pacientes al año entre los tres equipos.

Esta semana comenzará a formarse al personal médico y de Enfermería del Servet. Los servicios que más utilizarán esta técnica serán Urología, Cirugía General y Ginecología, y a ellos se sumarán otras especialidades como Cirugía Torácica y Otorrinolaringología. La consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha explicado que en paralelo a la llegada de este robot, el Departamento ha puesto en marcha el Programa de Cirugía Robótica en Aragón (CIRA), que estará asesorado por una comisión de expertos en la que se encuentran los jefes de servicio de las principales especialidades que harán uso del equipo en los tres hospitales de la capital aragonesa.

Pero, ¿qué es un robot Da Vinci y cuáles son las ventajas frente a la cirugía tradicional? Este robot permitirá realizar cirugías de gran complejidad con mayor precisión. María Jesús Gil Sanz, jefa de servicio de Urología del Servet, concreta que permitirá una "gran precisión" en la cirugía. Consta de cuatro brazos articulados que se manejan desde una consola, "evitan el temblor del cirujano y la precisión en cirugías muy complejas hace que haya menos sangrado y mejora la calidad de vida", respecto a los efectos secundarios de ciertas cirugías. Al ser una intervención mínimamente invasiva reduce los tiempos de recuperación y además "disminuye el dolor, la analgesia, la estancia hospitalaria, antes se podrá incorporar el paciente a la vida laboral".

Después de la instalación del primer aparato en el Servet, durante un mes y medio distintos profesionales deberán formarse con herramientas de simulación en el manejo del robot Da Vinci. La jefa de Urología resume que hay que pasar "una curva de aprendizaje" de cuatro fases, totalmente distinta a la cirugía de laparoscopia, que era "mucho más larga y costosa": "Primero hay una fase teórica, para conocer la técnica, luego una observación de casos en centros donde son expertos; la segunda, talleres en el hospital, de 3 o 4 horas, y simulación, sin paciente. Unas 10 horas, cada cirujano. Luego se acude a los centros expertos con los tutores. La tercera consistirá en que estos acuden aquí y nos acompañan en las primeras cirugías. Y la cuarta, cuando cambiamos de procedimiento y hay nuevas actualizaciones y tenemos que volver a aprender todo el proceso desde el inicio".

Miguel Ángel Dobón, jefe de servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Miguel Servet, añade que respecto a las estancias con una intervención de laparoscopia  no existen mucha diferencia, pero sí con una operación tradicional. Mostró su satisfacción por disponer de esta tecnología: "Nos hubiera gustado tenerlo mucho antes. En España ya es una cirugía bastante estandarizada; no es el futuro, es el presente ya". 

La consejera calificó como "hito" porque significa la implantación de la cirugía robótica en el servicio público de la Comunidad Autónoma. "Es una técnica nueva que dará cobertura al menos a mil pacientes al año de todo Aragón", ha indicado. La idea es que se beneficien todos los aragoneses. La comisión será la encargada de supervisar la correcta implantación de los robots en sus hospitales. 

La cirugía robótica permite una disección quirúrgica más precisa, reduciendo las posibilidades de error propias de la mano humana. Además, este equipo ofrece ventajas en la visión ampliada y nítida del campo quirúrgico, con navegación 3D inmersiva. A ello se suma una mayor libertad de movimientos en el campo quirúrgico gracias a los brazos robóticos informatizados, aportando mínima invasión y máxima seguridad. El robot permite una mejora en la maniobrabilidad de los elementos con los que se trabaja, y en la ergonomía para el sanitario. Todas estas aportaciones tecnológicas, manejadas por el cirujano, facilitan un mejor acceso a determinadas zonas del campo quirúrgico, preserva las estructuras colindantes a la zona a operar y ocasiona un menor sangrado, lo que redunda claramente en beneficio para el paciente.

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