El Gobierno de Aragón rechaza el trasvase de aguas del Ebro que reclaman los ingenieros catalanes

«Cataluña no puede dejar para más adelante la interconexión de sus redes». Es la propuesta del Colegio de Ingenieros de Caminos de Cataluña, que ha vuelto a poner encima de la mesa la amenaza de un posible trasvase de aguas del Ebro hacia las comarcas de la comunidad vecina. A juicio de esta entidad, «superar la división de los recursos hídricos» es clave para atajar el actual periodo de sequías. Ante este planteamiento, la DGA manifestó su «más absoluto rechazo» y mantiene su «firme oposición» a cualquier proyecto de extracción que afecte al caudal de la cuenca.

Coincidiendo con el Día Mundial del Agua, el Colegio de Ingenieros de Caminos de Cataluña publicó el manifiesto ‘Hacia una gestión del agua que minimice los efectos de futuras sequías’. El documento recoge diferentes estrategias para hacer frente a la escasez de precipitaciones, periodos «cíclicos» que a su juicio serán cada año «más graves y recurrentes».

Una de las fórmulas que reclaman los ingenieros, según adelantó La Vanguardia, pasa por «intentar incrementar la capacidad de regulación» así como «la interconexión de sus redes, superando una división tanto técnica como administrativa en la gestión de los recursos hídricos que dificulta una verdadera gestión integral».

No aclara el documento cómo se ejecutaría ese trasvase de aguas, si a través de la conexión ya existente con la red de Tarragona, o por la zona del Segre. Pero sí advierte de que «no deja de ser paradójico y difícil de explicar que hoy las restricciones de agua –especialmente para el uso doméstico– solo afecten a una parte del territorio, mientras otra parte goza de recursos casi suficientes para todos los usos».

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, mostró este miércoles su más absoluto rechazo a esta propuesta y recalcó que el Ejecutivo autonómico mantiene «firme su oposición ante cualquier propuesta de trasvase tal y como ha venido haciendo durante las dos últimas legislaturas».

Los ingenieros, en cambio, sostienen que Cataluña ha hecho un esfuerzo inversor en nuevas infraestructuras como desalinizadoras, plantas de regeneración de aguas y otras actuaciones hídricas que, aseguran, han permitido «retrasar de forma significativa la entrada en el escenario de excepcionalidad en gran parte del territorio».

Defienden, en cambio, que todavía queda mucho por hacer, y plantean un catálogo de soluciones, desde un uso eficiente de los recursos y políticas de ahorro, hasta el aprovechamiento del agua subterránea y regenerada o potenciar aún más la desalinización. La interconexión de redes, sin embargo, se plantea como la  fórmula necesaria para alcanzar los objetivos que no logran el resto de actuaciones.

Escasez de nieve

Según el último informe semanal del Ministerio para la Transición Ecológica, las reservas hídricas de las cuencas internas de Cataluña se encuentran al 27,2% de su capacidad, la cifra más baja del país junto con la del Guadalquivir, al 25,8%.

En ambos casos, las reservas están muy por debajo de los registros de años pasados. Una tónica generalizada en todo el país, no obstante, y que también afecta al Ebro, que se encuentra al 59,1% de su capacidad. En concreto, la cuenca dispone de 4.710 hectómetros cúbicos, frente a los 5.822 que de media se registró en la última década. De hecho, la escasez de precipitaciones ha obligado a los agricultores de Riegos del Alto Aragón a iniciar la campaña con restricciones.

Y la situación no es mucho mejor si se analizan las reservas de nieve del Pirineo. Esta semana se situaban por debajo de los 600 hm3, mientras que la media de la última década, en estas mismas fechas, roza los 1.600.