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La princesa Leonor podrá llevar en la AGM un tatuaje y unos pendientes de perla
La heredera de la Corona, que ingresará en la academia en agosto próximo, deberá cumplir la norma general que regula el aspecto físico de los cadetes.
La princesa Leonor podrá llevar en la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza, si lo desea, un tatuaje o alguna inserción en el cuerpo, siempre que no sea contrario a los valores constitucionales o atente contra la imagen de las Fuerzas Armadas. Así lo recogerá el Ministerio de Defensa en las normas de selección que hará públicas en mayo para el ingreso en los centros docentes militares de formación, mediante las formas de ingreso directo y promoción.
Esta es una de las novedades incorporadas en el BOE del pasado 3 de mayo de 2022 para las oposiciones y concursos para entrar en la Academia General Militar de Zaragoza, como apunta un profesor de la institución, quien reconoce que antes esas inscripciones en el cuerpo “no estaban bien vistas”.
De cualquier modo, el Ejército ya apuntó en 2019 que únicamente los tatuajes militares “son prohibidos” cuando son “visibles” al vestir prendas comunes para el personal masculino y femenino de los uniformes de las Fuerzas Armadas, “a excepción de los especiales y de educación física”. Las empresas de tatuaje ya precisan en las redes para las mujeres militares que “si se ve con el uniforme de falda, pero no con el común, no te impedirá acceder a esas oposiciones”.
Su futura tutora, probablemente la teniente coronel Margarita Pardo de Santayana, madre de cinco hijos e hija de Alfonso Pardo de Santayana, exjefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, podrá explicarle las normas de “policía personal” y “aspecto físico”, publicadas el 19 de julio de 1996, que va a tener que cumplir en el día a día. La propia teniente coronel cumplió en sus cinco años de estudio en la AGM (1993-1998) tales normas. De hecho, la oficial llegó a ser la número dos de su promoción, después del teniente Joaquín de Pedro Garcimartín.
Pelo recogido en forma de moño
En ese acto oficial de la entrega de despachos, que entonces se celebró el 13 de julio de 1998, la teniente Pardo de Santayana llevaba el pelo recogido en forma de moño porque se trataba de un momento de especial relevancia o significado. Así tendrá que cumplirlo Leonor y sabrá que no se le permite el uso de pasadores, ni diademas, aunque podrá emplear las redecillas, gomas u horquillas de color similar al del pelo, sin que destaquen a la vista.
La próxima tutora de la Princesa recibió entonces el despacho de parte de su padre (entonces jefe de la Fuerza de Maniobra), quien hizo hincapié públicamente en la “entrada de las mujeres en el Ejército” y ella era el tercer hijo que seguía sus pasos. Ese acto fue presidido por el entonces Príncipe Felipe.
También sabrá Leonor que la longitud y peinado de su pelo “será tal que permita la correcta colocación de la prenda de cabeza” y “deberá quedar despejada la línea inferior del cuello de la guerrera o camisa”.
El antiguo profesor de la AGM señala que el uso de la trenza no puede sobrepasar la altura de la axila. Este tipo de pelo recogido se autoriza para actividades deportivas.
Una pareja de pendientes y maquillaje
En esta normativa que firmó el general Juan Manuel Bada, segundo jefe del Estado Mayor del Ejército, y sigue en vigor en su mayoría, según fuentes militares, se detalló el tipo de pendientes que solo podrán utilizar las mujeres, de “uso potestativo y exclusivo”.
“Si se llevan tendrá que ser una pareja (uno en cada lóbulo), iguales entre sí, sin colgantes, preferiblemente esféricos, dorados, plateados o de perla. Centrado en el lóbulo de la oreja y que no sobresalga de éste”, apunta la norma general 3/96.
Respecto al maquillaje que pueden utilizar las mujeres, el Ejército mantiene la normativa de ese año y precisa que se limitará a colores naturales que no contrasten en exceso con la propia piel. “Cualquier otro producto, como sombras de ojo, lápiz de labios… tendrá colores pálidos”, precisa la normativa.
A la hora de medir cómo se podrá pintar las uñas, la Princesa deberá saber que solo podrá usar de color de esmalte el transparente, y tiene la opción de utilizarlo con todos los uniformes, excepto con el de campaña.
Por otro lado, esta regulación militar prohíbe el uso de los complementos como collares o pulseras. Aun así, Defensa autoriza que las alumnas de la AGM lleven un reloj, dos sortijas (compromiso y sello o similar), gafas y una pulsera discreta y que no cuelgue.
Bigote obligatorio para los alumnos más altos
El padre de un alumno de la Academia General Militar que acabará este año sus cinco años de formación en este centro zaragozano recuerda que los cadetes varones deben llevar arreglado y aseado tanto el bigote como la barba en su caso.
Aun así, los alumnos más altos, conocidos como gastadores, se tienen que dejar el bigote, aunque hay algunos a los que no les crece y tienen que utilizar productos para ello. La actual promoción que entró en la AGM en 2019 y acaba este año no pudo fotografiarse con el rey Felipe debido a la pandemia.
El próximo mes de julio, cuando estos cadetes se conviertan en tenientes y reciban sus despachos, podrán ver presidir el acto a Felipe de Borbón, casi como el preludio de la llegada de su hija Leonor a la institución militar donde estudió en 1985 y su padre, don Juan Carlos, en 1955 y 1956.
