aragón
María Jesús Morales: "Persigo que Zaragoza se comprometa con los sordociegos"
Madre coraje, luchadora por la vida, referencia en las organizaciones a favor de los sordociegos.

Reconozco que cuesta mucho comenzar esta entrevista...
¿Le digo quién soy, las funciones que desempeño?
Es un inicio un tanto frío, pero algún inicio tiene que haber.
Me llamo María Jesús Morales. Soy la presidenta de Apascide Aragón, esto es, Asociación Aragonesa de Padres y Amigos de las Personas con Sordoceguera. También constituí Apascide España en 1991. En Aragón lo hicimos en 1996. En 2007 creamos la Federación Española de Sordoceguera. Y en 2020, la Fundación Háptica.
¿Háptica?
Sí, háptica. Óptica es el estudio de los ojos; háptica, del tacto.
La enumeración de cargos anterior resulta, decía, un tanto fría. María Jesús es mucho más.
Soy madre de ocho hijos, cuatro navarros y cuatro aragoneses.
¡Buen linaje!
Vinimos a Zaragoza en octubre de 1985. Mi hijo Jorge nació el 6 de marzo del 86. Antes nacieron Ángel, Susana, Sancho, Borja, Zaida y Vera. Y después de Jorge, María.
Vamos con mi ídolo, con Jorge.
Jorge nació prematuro, con 26 semanas de gestación.
Menos de siete meses, igual que mi hermana, Sofía.
Hay que creer en la vida. Y defenderla.
Sí a la vida. Sí, sí, otra vez sí y siempre sí a la vida.
Apenas pesaba un kilogramo cuando nació. Estuvo cuatro meses en neonatos. Con el paso de los días, me di cuenta de que no reaccionaba al contraste sol-sombra. A los cinco meses, me dijeron los médicos que era ciego.
¡Dios mío!
Nadie lo podía intervenir en España. Fui a Estados Unidos. Allí le operaron, pero las retinas estaban ya muertas. La luz no pudo prender en ellas aunque las pegaron.
No sé que decirle…
¿Sigo con la historia de Jorge?
Sí, por favor.
A los dos años me di cuenta de que tampoco oía. Al menos, el cerebro le funcionaba bien.
¿Cómo decidió seguir luchando?
Dios me dio fuerza, me dio fe. Y mi familia. Mi fuerza era Jorge.
Y Jorge fue creciendo.
Y fue teniendo conocimiento de qué era la sordoceguera. Yo me fui introduciendo cada vez más en ese mundo. El primer congreso para sordoceguera se hizo en Zaragoza en 2007. Vinieron ponentes de Estados Unidos, Francia, Holanda y Argentina.
¿Se ha progresado algo?
Sí. La Ley 27/2007 dice que en España se establece el desarrollo de lengua de signos apoyada, la creación de recursos, centros y residencias para sordociegos, además de hacer un censo. También está la parte residencial. Yo persigo que Zaragoza se comprometa con el sordociego.
Convendría ponerse en su piel.
Siempre hay que ponerse en la piel del prójimo. Hay miles, entre nacidos, accidentes, procesos degenerativos... En Zaragoza tenemos un centro en Manuel Lasala. Atendemos a 40 personas con sordoceguera u otros hándicaps. Hacemos biodanza, comunicación a través del tacto, tenemos sala multisensorial, hidroterapia…
Además, Jorge está hecho un campeón.
Es la primera persona sordociega del mundo que ha hecho un paratriatlón.
¡Grande, Jorge!
Fue en el Ebro, un día con una gran crecida. Natación, ciclismo y atletismo. Me gustaría destacar la figura del mediador.
Mediador, mediador. Miedo me da esa palabra desde el Caso Mediador...
No, no. Esto es otra historia (sonríe). Son unos verdaderos ángeles. El mediador comunicativo es un punto de apoyo esencial para los sordociegos. En el caso de Jorge, su mediadora, Mapi Martínez, hizo una labor sensacional.
Es admirable, Jorge.
Hasta ha elaborado el jabón que regalaremos en la boda de su hermana María, que se casa el 30 de abril. También nació prematura, con menos de siete meses.
¿Gritamos sí a la vida? O despacito, pero con la misma fe.
Por supuesto, ¡sí a la vida!