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Dos vagones históricos regresan a la estación de Canfranc convertidos en restaurante de lujo

Mare Ingeniería traslada los carruajes en camiones con góndolas desde Ciudad Real al Pirineo aragonés después de rehabilitarlos durante cinco meses. 

Traslado de los vagones ferroviarios con destino a Canfranc convertidos en restaurante con encanto
Traslado de los vagones ferroviarios con destino a Canfranc convertidos en restaurante con encanto
MARCOS CEBRIAN

Dos vagones ferroviarios históricos han recuperado el esplendor de añtaño y se han convertido en un restaurante con el encanto de los años 20. Su destino es el hotel Royal Hideaway de Canfranc. Esta propuesta, la guinda de la apuesta por la recuperación más historicista del establecimiento, acaba de llegar a Canfranc, en un complicado periplo.

Los vagones han pasado cinco intensos meses en manos de la empresa Mare Ingeniería, que quien se ha encargado de vestirlos de nuevo con la inspiración art déco de los años 20. 

La preparación del traslado del vagón serie 3000 de los años 50, que unía Huesca con Canfranc hasta que lo retiraron en 1988, y del carruaje serie 9600 de los 80, que originalmente disponía de literas para recorridos largos, se alargó durante todo un día por las dificultades que supuso cargarlos en sendas góndolas, sobre las que han recorrido los  632 kilómetros que les separaban de la estación de Canfranc.

Solo para cargar los vagones en los camiones fue necesario utilizar dos grúas. Cada vagón pesa entre 45 y 40 toneladas. El recorrido también ha sido complejo. Las dimensiones de los vehículos han obligado a que fueran acompañados por dos vehículos delante y detrás. El convoy llegará este jueves por la noche a Huesca, tras haber salido a las 7 de la mañana desde Ciudad Real, de donde partirá este viernes para Canfranc. Para este traslado ha sido necesaria la intervención de 15 personas.

El más antiguo de estos vehículos tiene 22 metros de longitud y pertenece a la colección de la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y el Tranvía (Azaft), si bien fue cedido al grupo Barceló a través de la mediación del Gobierno de Aragón. La colección de los ferroviarios aragoneses salvó este ejemplar cuando se iba a llevar al desguace en Aranda de Duero (Burgos).

Ha sido bautizado con el nombre ‘Canfranc express’, tras haberlo restaurado Mare Ingeniería con la colaboración de la empresa Inteser. Acoge la cocina del futuro restaurante, que llevarán la empresaria Ana Acín y el chef Eduardo Salanova, conocidos por su gestión en La Venta del Sotón (inaugurado en 1967) y Espacio N. Cuenta también con seis mesas para clientes.

Mientras tanto, el vagón más moderno que llevaban los trenes conocidos como ‘Shangai express’ fue rescatado por la empresa Mare Ingeniería, tiene 26 metros de longitud y dispone del grueso de las plazas, con 23 mesas y una capacidad para 92 comensales. También regresa con nombre nuevo: se llama 1928, el año en el que se inauguró la Estación de Canfranc.

Una salida muy digna y un trabajo especial

“Sabemos que este trabajo ha sido muy especial por la repercusión que van a tener estos vagones en el futuro. Nuestra empresa salvó uno de ellos, el 9600, que se iba a destruir. Era material excedente de Renfe y lo habían usado de coche litera en los trenes Estrella o Shangai express, que cubrían la línea de Madrid a Port Bou o Granada-Barcelona”, relata José Luis Pinilla, gerente de Mare Ingeniería. “Creo que es una salida muy digna haberlo convertido en un restaurante de lujo en medio del Pirineo después de haberlo rescatado en 2018. Llegamos a pensar en convertirlo en una casa de turismo rural, hasta que nos llamaron de Barceló”.

En estos cinco meses de restauración, los vagones fueron vaciados. Se retiraron las literas de uno (Adif llegó a utilizarlo hasta como vagón vivienda para trabajadores en lugares donde los trasladaban) y los asientos. “Las primeras actuaciones consistieron en dejar el contenido pelado y arreglar la cubierta, la fontanería, el aislamiento y la electricidad”, detalla José Luis Pinilla.

Ana Acín y Eduardo Salanova, en el Espacio N.
Ana Acín y Eduardo Salanova, en el Espacio N.
Rafael Gobantes

Aunque las prisas iniciales pretendían que estos vagones se devolvieran preparados a mediados de diciembre, la primera fecha de la inauguración prevista, los planes se retrasaron porque las prisas no eran buenas compañeras en este proceso y se optó por ampliar el plazo. 

Los decoradores italianos de la empresa Ilmio Design, que también han trabajado para el contenido del hotel Royal Hideaway, se han dedicado también al interior de los vagones y la restauración exterior. Se optó por pintarlos de color verde.

"Se han llevado los vagones con el permiso de Tráfico, y con las pausas que corresponden. El cruce de Madrid ha sido el más complicado y el segundo, en Zaragoza”

“El viaje de regreso se ha hecho a 70 kilómetros por hora y el plan inicial era que durse unas doce horas. Se han llevado los vagones con el permiso de Tráfico, y con las pausas que corresponden. El cruce de Madrid ha sido el más complicado y el segundo, en Zaragoza”, detalla Pinilla.

Aunque la salida fue a las 7.00, los chóferes de los camiones tuvieron que detenerse a comer a la altura de Calatayud, a las 15.00, y su viaje fue dilatándose en la llegada, que fue nocturna.

Entre los proyectos de la empresa Mare Ingeniería Ferroviaria Alternativa dedicada a recuperar trenes se anota la réplica de la máquina Baldwin que recorre el parque minero de Andorra (Teruel). En sus redes cuentan también¡ que están concluyendo el proyecto de recuperación del ferrocarril de Utrillas, “con vapor de verdad, del que mancha”, y valoran que “Teruel es una provincia maravillosa repleta de pasado industrial y minero” donde ellos han trabajado con mucho gusto.

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