Un comedor de quita y pon en el gimnasio del colegio Puerta de Sancho de Zaragoza
El centro es uno de los que se está movilizando también en las últimas semanas para reclamar la instalación de una cocina propia.
El colegio público Puerta de Sancho de Zaragoza tendrá este curso un comedor de quinta y pon en el gimnasio, espacio en el que se presta este servicio a alrededor de un centenar de alumnos desde la pandemia de coronavirus. Las familias esperaban que el nuevo mobiliario, con mesas y bancos retráctiles que se recogen cuando no son necesarios, hubiera llegado al centro después de Navidad. Sin embargo, ante el retraso se concentraron este martes frente a la sede provincial de Educación de la capital aragonesa.
"Una vez allí nos han llamado y hemos podido reunirnos con la directora provincial Isabel Arbués, quien nos ha comentado que están pendientes de que Hacienda dé el visto bueno a la partida destinada para adquirirlo que ya la tienen presupuestada", ha explicado Ismael Tornos, responsable de comedor en la Asociación de madres y padres (ampa) del colegio. La habilitación de este equipamiento permitirá también que los alumnos puedan usar con normalidad el gimnasio para Educación Física y otras actividades.
Más allá de esta mejora concreta a corto plazo, el Puerta de Sancho es uno de los centros que viene reclamando la cocina propia prometida por la DGA antes de la pandemia y que demandan también otros centros de infantil y primaria que en estos momentos cuentan una línea fría cuya calidad cuestionan.
Por ello, a la protesta se han sumado representantes de la ampa del colegio María Moliner, que desde 2019, con proyecto redactado y aprobado, está esperando unas instalaciones que le permitan elaborar los menús en sus fogones, y de Las Fuentes.
Las protestas se han multiplicado en las últimas semanas y desde la Plataforma por unos Comedores Escolares Públicos de Calidad se recuerda el compromiso adquirido por el Ejecutivo autonómico de impulsar la instalación de cocinas 'in situ', un programa que se vio truncado por la crisis sanitaria y que no se ha retomado todavía. Un cambio de modelo que, según esta asociación, supondría mejorar la situación nutricional de los alumnos, que, critican, se ven obligados a consumir alimentos precocinados y recalentados.
Por otra parte, las familias del colegio Miraflores han iniciado este martes a las puertas del colegio una recogida de firmas para exigir la instalación de un barracón que les permita ampliar el actual espacio del comedor que se ha quedado pequeño para los 463 alumnos que lo utilizan en dos turnos.
