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15 años del AVE Madrid-Zaragoza-Barcelona: así nos ha cambiado a los aragoneses

La extensión de la alta velocidad ha supuesto una revolución en las relaciones comerciales, el turismo o la hostelería, según cuentan en primera persona una decena de sus protagonistas. 

El jefe de maquinistas en Renfe Juan Carlos Miguel, el jueves en la estación de Delicias en Zaragoza.
El jefe de maquinistas en Renfe Juan Carlos Miguel, el jueves en la estación de Delicias en Zaragoza.
Oliver Duch

Juan Carlos Miguel, jefe de maquinistas de Renfe, recuerda perfectamente el día que se inauguró la línea ferroviaria de alta velocidad Madrid-Zaragoza-Lérida. Era el maquinista del primer tren -un Alstom- que circuló de la capital ilerdense a Madrid. 

"Sobre todo me acuerdo de la responsabilidad y de que fuéramos puntuales. También la emoción y llegar a Madrid. Vino la prensa, nos hicieron fotos... Otro compañero de Zaragoza hizo el trayecto en el sentido Madrid-Lérida. La inauguración la realizamos dos maquinistas aragoneses", señala.

El próximo 10 de octubre será el 20 aniversario de aquella fecha histórica y este 20 de febrero se han cumplido 15 años del corredor completo Madrid-Zaragoza-Barcelona (coincidiendo con la Expo 2008). En estos tres últimos lustros, Renfe ha transportado 140,66 millones de viajeros en los servicios de alta velocidad con origen o destino Barcelona. Y si la oferta inicial de AVE era de 17 frecuencias por sentido entre Madrid y Barcelona; en la actualidad, son 54 circulaciones diarias. "Los trenes del conjunto de servicios que presta Renfe en el corredor -AVE, Avlo, Avant y Alvia- suman 407.000 a lo largo de los 15 años de servicio", informan fuentes del operador ferroviario en Aragón.

Son algunos datos de una alta velocidad que ha revolucionado el concepto del viaje -1 hora y 23 minutos en AVE de Zaragoza a Barcelona y 1 hora y cuarto a Madrid- y ha permitido conectar la Comunidad con el resto de España. "La reducción de los tiempos en cuanto al tren convencional es lo que más se notó. Además, son trenes que tienen unas características en cuanto a confort, seguridad y limpieza que antiguamente no lo tenían. Eso a la gente le ha atraído para viajar más en AVE", apunta Juan Carlos Miguel, con 41 años de profesión (25 de ellos en la alta velocidad) y protagonista directo de la explotación comercial del corredor Madrid-Zaragoza-Barcelona.

Para este jefe de maquinistas zaragozano, pasar a la alta velocidad supuso un hito importante. "De circular con trenes a 80 o 100 kilómetros por hora a ir a 300. Los sistemas de seguridad que tienen (Ertms) son lo mejor que hay actualmente; nos dicen las velocidades máximas a las que podemos ir, marcan la reducción cuando tenemos que hacer una parada... Conducir estos trenes requiere una formación muy exigente. Y el hecho de autorizarte la licencia te sirve para un tiempo; si estás más de un año sin conducir un tipo de vehículo, tienes que volver a hacer un reciclaje. Yo estoy autorizado en todos los trenes de alta velocidad que funcionan por toda la línea (Madrid-Zaragoza-Barcelona)", explica.

Antes de ponerse a los mandos del primer Alstom que hizo el trayecto Lérida-Madrid, Miguel ya tenía amplia experiencia en estos trenes al trabajar en el AVE Madrid-Sevilla. De ahí que formara parte de un grupo de maquinistas curtidos -unos cuantos de Aragón- que meses antes fueron enviados a Zaragoza para realizar las pruebas de los vehículos y que todo estuviera correcto (infraestructuras incluidas). "Éramos muy pocos y, posteriormente, vinimos trasladados aquí. Nos creó la satisfacción de haber sido los primeros que empezamos a circular en el corredor. Llegabas a Madrid y Barcelona y la gente tenía curiosidad de ir a ver los trenes y hacerse fotos", relata.

"Hay viajeros que han fidelizado el viajar con nosotros y cada tren tiene su cliente"
"El hecho de que haya competencia es algo que hay que asumir y aceptarlo como algo positivo" 

Transcurridos casi 20 años de su inauguración y 15 de la explotación completa del corredor, ¿qué ha supuesto el AVE para Aragón? Miguel señala ante todo la evolución "grande" de circulación de trenes y el flujo de viajeros. "Antes la gente de trabajo se desplazaba sobre todo en coches particulares y, con el tiempo, la ha ido captando el tren. Hay viajeros que han fidelizado el viajar con nosotros, y cada tren tiene su cliente; por ejemplo, los 'low cost' es gente más o menos joven. Y el hecho de tener este tipo de cercanía con Madrid o Barcelona, de cara a eventos en Zaragoza también es importante", resalta. 

Nuevos operadores

Asimismo, alude a la entrada de nuevos operadores en la explotación de la línea: la compañía hispano-italiana Iryo, el pasado noviembre; y la francesa Ouigo, en mayo de 2021. Ambas de bajo coste, al igual que el Avlo, el AVE 'low cost' de Renfe, en junio de 2021. "El hecho de que haya competencia a lo mejor nos cuesta un poco de asumir. Pero, bueno, es algo que hay que aceptar como positivo; nos hace estar más atentos a que no podemos descuidar el  negocio. De que funcione bien depende un poco nuestra vida", opina este jefe de máquinas aragonés, que en unos días pasa a la jubilación. "Después de tantos años, lo echaré de menos. No es solo la conducción sino el tipo de vida que llevas", dice Juan Carlos Miguel, quien también resalta que la alta velocidad ayudó mucho a los trabajadores de Renfe a la conciliación familiar. "Ahora, prácticamente todos los días dormimos en Zaragoza".

Mientras tanto, a nivel de negocios, la alta velocidad ha favorecido e impulsado el intercambio comercial entre las ciudades del corredor. Un día cualquiera, entre semana, es habitual ver en la estación de Delicias a muchos empresarios que viajan a Madrid o Barcelona a primera hora y regresan por la tarde a sus hogares. "La llegada del AVE ha sido muy positiva y ha ratificado lo que ya sabíamos todos y muchas veces no nos lo creíamos: que Zaragoza está en una posición estratégica fundamental para las mercancías y los pasajeros; y que tiene unas posibilidades tremendas en el futuro. Igual que se ha avanzado mucho en las conexiones con Andalucía -algo impensable hace 15 años-, cuando funcione la 'Y vasca' (línea ferroviaria que conectará mediante alta velocidad Vitoria, San Sebastián y Bilbao) será también importante. Es lo que nos queda por complementar, aunque es verdad que las inversiones en infraestructuras van más lentas de lo esperado", apunta el director general de la Cámara de Comercio de Zaragoza, José Miguel Sánchez.

"La llegada del AVE ratificó lo que ya sabíamos y muchas veces no nos lo creíamos: que Zaragoza está en una posición estratégica fundamental y que tiene unas posibilidades tremendas en el futuro"
"Una parte de la ciudadanía se quedó un poco fuera porque el precio del AVE era caro. Eso se ha solucionado con la llegada de Ouigo y Iryo y el Avlo"  

El directivo de la institución cameral recuerda el recelo inicial de la hostelería (por que no se pernoctara tanto en la ciudad) y cómo este se fue disipando con el incremento de ferias y congresos. "Han tenido una compensación", afirma Sánchez, quien también pone en valor las conexiones con otros destinos (Sevilla y Málaga) y el desembarco de nuevos operadores. "Inicialmente, una parte de la ciudadanía se quedó un poco fuera porque el precio del AVE era caro. Eso se ha solucionado con la llegada de Ouigo y Iryo junto con el Avlo", afirma.

En la institución no han realizado un estudio de la repercusión económica que la alta velocidad ha tenido para Aragón, pero sí un análisis de frecuencias. En este punto, las Cámaras de Aragón siguen reivindicando que haya un tren más tarde de regreso de Madrid a Zaragoza ("si hubiera uno a las 21.30 o 21.45, ya no vas tan ajustado", dice Sánchez) y que los nuevos operadores tengan en cuenta Calatayud y más frecuencias para Huesca.

Aunque lo más habitual es que los viajes de negocios se reduzcan a un día, también hay empresarios que viven a caballo entre dos ciudades. Es el caso de Mateo, que reside de lunes a jueves en Madrid y el resto de la semana, en Zaragoza. "Antes estuve 4 años trabajando en Barcelona; llevo desde 2005 siendo usuario de la alta velocidad. Para mí, ha supuesto trabajar donde he tenido la oportunidad y para mi familia, vivir donde quiere. Además, si hay un evento especial familiar me puedo acercar ese mismo día", resalta. "Y he notado que cada vez hay más gente en mi misma situación -continúa-. Los lunes por la mañana veo muchas caras conocidas en el tren en el que suelo viajar. Cada vez más, el tren te permite que tu residencia no sea la misma que donde trabajas".

"De lunes a jueves estoy en Madrid y el resto, en Zaragoza. La alta velocidad ha supuesto trabajar donde he tenido oportunidad y para mi familia, vivir donde quiere. Cada vez hay más gente en mi situación"
"Como mínimo voy una vez a la semana a Madrid o Barcelona. Para mí, el AVE es indispensable. Es lo que me permite poder seguir viviendo en Zaragoza, no tener que mudarme y, a la vez, seguir haciendo mi trabajo perfectamente"

En el caso de Eva Cosculluela, un referente nacional en el sector librero, como mínimo viaja una vez a la semana a Madrid o Barcelona. Ya lo hacía antes a la primera ciudad cuando regentaba la libería 'Los portadores de sueños' en Zaragoza y formaba parte de la junta directiva nacional de libreros. Ahora, como 'freelance', trabaja (y también colabora) para distintas empresas de fuera, con lo cual el AVE le es "indispensable". "Es lo que me permite poder seguir viviendo en Zaragoza, no tener que mudarme y, a la vez, seguir haciendo mi trabajo perfectamente. Cuando lo necesito -ya sea una comida, unas horas o pasar el día entero-, con toda tranquilidad cojo el tren y puedo volver a casa a dormir", explica Eva, que, como ejemplo, cuenta que la semana pasada tenía una colaboración de radio en Madrid por la noche, tuvo tiempo de hacer un club de lectura a las 19.30 y coger un AVE a las 21.45. "Hice la colaboración y a la mañana siguiente me volví".

Pasajeros esperando en un andén de la estación de Delicias, este jueves.
Pasajeros esperando en un andén de la estación de Delicias, el pasado jueves.
Oliver Duch

El jueves a media mañana, el catalán David Rodríguez esperaba para embarcar rumbo a Barcelona tras pasar dos días visitando Zaragoza. "Había venido una vez, pero hace ya 10 años. Viajo con Avlo y el billete me ha costado en total 22 euros. Buen servicio, puntualidad... Me parece hasta barato para lo que ofrece la compañía. Con la liberalización del servicio, hay más competencia y amplia gama de precios. Te da la posibilidad de viajar con asiduidad por precios razonables", apuntaba este joven, ejemplo de las posibilidades de ocio que se han abierto con la alta velocidad.

En otra área de espera, el vasco Markel González de Zárate trabajaba con su ordenador (tiene jornada híbrida) mientras aguardaba a que saliera su tren a Vitoria (su ciudad natal). Venía de Barcelona también en Avlo e iba a coger un Alvia. El coste total: 7 euros. "El tren  'low cost' de Renfe es muy barato y los abonos de media distancia son gratuitos. Es muy económico si lo miras con tiempo: en mi caso, una semana. Solo falta la 'Y vasca' que la conecte con Zaragoza", opinaba. Había salido de la Ciudad Condal a las 6.30 y tenía la llegada a la capital alavesa a las 14.00. "Paso más tiempo en Delicias esperando al enlace a Vitoria, pero me compensa. Es el precio más bajo de billetes que voy a conseguir. El corredor Madrid-Zaragoza-Barcelona te da muchas opciones de combinarlo con otros trenes de larga distancia. Lo valoro muy favorablemente", remarcaba.

"Con la liberalización del servicio, hay más competencia y una amplia gama de precios. Te da la posibilidad de viajar con asiduidad a coste razonable" 
"El corredor Madrid-Zaragoza-Barcelona te da muchas opciones de combinarlo con otros trenes de larga distancia. Lo valoro muy favorablemente"

Mientras, la zaragozana Mar Vega retornaba a la ciudad gerundense de Blanes tras acercarse a ver a su madre, ya mayor. "Para cuatro días vengo en tren, no puedo perder tiempo. Vine de Barcelona con Iryo y regreso con Ouigo. Entre semana te sale más barato y a la que puedo me escapo a estar con ella. Tardo más tiempo en ir a Blanes, en Cercanías que es muy pesado, que de Zaragoza a Barcelona", advertía esta mujer, que valoraba la oferta ferroviaria. "Son trenes nuevos y más baratos. Lo único es esta estación, es muy grande para la gente que hay. Son instalaciones innecesarias".

Andenes de trenes en Delicias con la estación de autobuses al fondo.
Andenes de trenes en Delicias con la estación de autobuses al fondo.
Oliver Duch

En cuanto a la ocupación de los locales comerciales de la estación de trenes, con el tiempo han ido abriendo nuevos negocios (sobre todo cafeterías y tiendas), aunque también han cerrado otros, como el quiosco. Uno de ellos es la administración de lotería nº85, el Águila dorada', abierta en 2012. Rosa María Portero, una de las empleadas, subraya que ahora empieza a remontar la actividad tras la irrupción de la pandemia. "A un sitio como este, lo diezma", advierte, al tiempo que valora la fidelidad de muchos clientes. "Un producto como este viaja a muchos sitios; se llevan lotería a Chile, Estados Unidos, Alemania, Francia... Tenemos gente del Reino Unido que vienen por trabajo a Aragon y siempre nos tienen en consideración".

Por su parte, la gerente del bar de tapas Lizarrán, Yolanda García, hace un balance muy positivo de estos 20 años de andadura de la estación. "No solo para nuestro establecimiento sino para todos los que trabajamos aquí y los ciudadanos de a pie. Hay más trenes, más líneas, se van abriendo nuevos negocios...", enumera. Lo que en su opinión no ha variado es su clientela. "Del Inserso, jóvenes, universitarios, amigos, gente de negocios... Es una mezcla de todo", concluye.

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