Tercer Milenio

En colaboración con ITA

11-F, Día de la mujer y la niña en la ciencia

Estas mujeres son científicas y viven en tu barrio: once ejemplos de buena vecindad con la ciencia

No son ni heroínas ni ‘frikis’. Son mujeres de carne y hueso que llevan su vida y tienen la ciencia como profesión. Desde los soportes publicitarios que encontramos en la ciudad, a pie de calle, rompen estereotipos de la mano de la exitosa campaña de la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Zaragoza para celebrar el 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Las once participantes en la campaña ‘Soy científica. Vivo en tu barrio’
Las once participantes en la campaña ‘Soy científica. Vivo en tu barrio’
Guillermo Mestre

No hay más que mirar sus caras para saber lo que participar en la campaña ‘Soy científica. Vivo en tu barrio’ significa para ellas. Es la tercera edición de una iniciativa con la que la Universidad de Zaragoza acierta mostrando referentes cercanos para celebrar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza, once investigadoras del campus público aragonés se asoman a los ‘mupis’ repartidos por la ciudad y, este año, también a los cubos expositores instalados en la plaza Santa Engracia. 

Desde la web de la campaña, también se escuchan sus voces. Esperan con ello contribuir "a mostrar que, para ser científico/a, no es necesario más que la curiosidad, la pasión por la ciencia y el trabajo. Que ese mundo está abierto tanto a niños como a niñas, y que las diferencias suman", asegura la física Gloria Luzón Marco. La bioquímica Beatriz Herguedas espera que, cuando su hija sea mayor, "a ella le parezca raro que antes se celebrase este día". Hoy, considera que es necesario porque, "aunque en los departamentos universitarios cada vez hay más profesoras, siguen siendo minoría en la dirección de proyectos y los números son todavía peores en los centros de investigación más competitivos del mundo. Necesitamos despertar vocaciones en niñas, pero, además, necesitamos que más científicas recién doctoradas continúen con la carrera científica" y apoyo para que las ‘paradas’ por embarazo, maternidad y crianza "no tengan tanto impacto en nuestra carrera científica posterior". 

La ingeniera industrial Inma Arauzo Pelet habla directamente a esas jóvenes: "Chica de la ESO o bachiller que eres como yo, que te gusta todo y no crees ser especial en nada, déjame darte un consejo. Si disfrutas resolviendo problemas (no solo de matemáticas, también de la vida diaria), te gusta enterarte de todo y no puedes evitar explicar las cosas si alguien tiene dudas, piensa en ser científica. Te lo pasarás bien".

Beatriz Herguedas, bioquímica en el Instituto de Biocomputación y Física de los Sistemas Complejos (BIFI)
Beatriz Herguedas, bioquímica en el Instituto de Biocomputación y Física de los Sistemas Complejos (BIFI)
Chus Marchador

Beatriz Herguedas, bioquímica en el BIFI

Siempre quise ser científica. Crecí en Ainzón, donde mi padre era maestro y en casa nadie era ‘de ciencias’, pero desde pequeña me interesó el medio ambiente, las plantas, las rocas… De esa época son mi primer microscopio y telescopio, mis paseos por el río, mi colección de hojas y una infancia memorable. Con 12 años me trasladé a Zaragoza y mi profesora Remedios Fernández me inculcó su pasión por la Química. Mi profesora de Biología, Pietas Ventura, me apoyó para que participase en un curso de Bioquímica al acabar el instituto, lo que acabó por marcar mi futuro. Ahora, en el Instituto de Biocomputación y Física de los Sistemas Complejos (BIFI), estudio la estructura de receptores de glutamato neuronales –proteínas que se encuentran en las sinapsis y son esenciales para la comunicación entre neuronas– con el fin de comprender cómo unen fármacos y cómo se pueden regular.

María Zúñiga, geógrafa en el Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA)
María Zúñiga, geógrafa en el Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA)
Chus Marchador

María Zúñiga, geógrafa en el IUCA

Siempre he querido dedicarme a la geografía. Recuerdo perfectamente el momento concreto: fue haciendo un perfil topográfico en 4º de ESO. Ver como un montón de líneas en un mapa se convertían en una ladera en tres dimensiones me pareció maravilloso. En la universidad, he investigado en temas tan diferentes como la salud en la ciudad de Zaragoza (la salud de una persona depende en mucha medida del lugar en el que vive), la despoblación en España o la validez del diseño de un mapa del mundo (a través de técnicas como el ‘eyetracking’). Para nuestro grupo de investigación (GEOT), lo principal en la investigación que hacemos es que sea útil, ayudar a tomar mejores decisiones sobre, por ejemplo, dónde poner un nuevo centro de salud o un colegio. ‘Dónde’ es una de nuestras palabras favoritas.

Conchita Garcés Ayerbe, economista en la Universidad de Zaragoza
Conchita Garcés Ayerbe, economista en la Universidad de Zaragoza
Chus Marchador

Conchita Garcés Ayerbe, economista

Disfruto mucho, mucho, de mi trabajo. Me encantan las clases con los estudiantes y el trabajo de investigación científica. Mi principal línea de investigación se centra en averiguar cómo hacer sostenible desde el punto de vista medioambiental la actividad industrial de las empresas, cuestión de reconocida relevancia en nuestros días y a la que le dedico todo el tiempo que puedo (y más que tuviera) desde hace más de 20 años. Soy catedrática e investigadora principal del grupo Crevalor.

Gloria Luzón Marco, física en el Centro de Astropartículas y Física de Altas Energías (CAPA)
Gloria Luzón Marco, física en el Centro de Astropartículas y Física de Altas Energías (CAPA)
Chus Marchador

Gloria Luzón Marco, física en el CAPA

Me apasiona mi trabajo como investigadora en el Centro de Astropartículas y Física de Altas Energías y profesora en la Facultad de Ciencias. Soy además madre de tres hijos, un papel muy importante en mi vida. ¿Cómo ha llegado hasta aquí una chica ‘de pueblo’? Quizá justamente por eso. Vengo de un pueblo pequeño, Atea, de una escuela rural, donde tuve toda la libertad para explorar: naturaleza, herramientas, mezclas ‘químicas’… Mi curiosidad y ganas de aprender eran enormes. Hubo personas que creyeron en mis capacidades y fueron responsables de que no me marcara límites: maestros y profesores, pero, sobre todo, mis padres. Hoy, me dedico a la física nuclear y de partículas, en experimentos que buscan determinar la denominada ‘materia oscura’.

Concha Lomba, historiadora del arte en el Instituto de Investigación en Patrimonio y Humanidades de la Universidad de Zaragoza
Concha Lomba, historiadora del arte en el Instituto de Investigación en Patrimonio y Humanidades de la Universidad de Zaragoza
Chus Marchador

Concha Lomba, historiadora del arte en el IPH

Soy catedrática de Historia del Arte y directora del Instituto de Investigación en Patrimonio y Humanidades de la Universidad de Zaragoza. Estudié la licenciatura de Geografía e Historia en Zaragoza, desde la que un grupo de profesores y estudiantes impulsamos la creación de una licenciatura en Historia del Arte, y lo logramos. Yo encaminé mi trabajo al universo museístico. Nada hay más placentero que investigar pudiendo disfrutar de ese contacto directo con el objeto de tu atención. Ahora, me hallo inmersa en nuevas investigaciones que intentan subsanar el pertinaz y constante olvido que han sufrido las creadoras y el papel que han desempeñado en la escena artística española, europea y americana durante la Edad Contemporánea.

Ana M. Geer Ramos, química en el Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH, CSIC-Unizar)
Ana M. Geer Ramos, química en el Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH, CSIC-Unizar)
Chus Marchador

Ana M. Geer Ramos, química en el ISQCH

Mi investigación se centra en el desarrollo de catalizadores para procesos sostenibles y amigables con el medio ambiente. Hoy soy investigadora Ramón y Cajal en el Departamento de Química Inorgánica de la Universidad de Zaragoza y desarrollo mi investigación en el Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (CSIC-Unizar), pero desde muy joven supe que quería ser científica, aunque solo tenía una idea abstracta de lo que significaba. Cuando tenía 10 años, en el colegio vimos una serie documental sobre biólogos marinos en un barco oceanográfico y recuerdo cómo me atrajo el descubrimiento de cosas nuevas mientras tenía aventuras por el mundo. Hoy en día, el trabajo de investigación ayuda a saciar mi curiosidad, a no aburrirme nunca.

Inma Martín, veterinaria en el Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2)
Inma Martín, veterinaria en el Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2)
Chus Marchador

Inma Martín, veterinaria en el IA2

La inquietud por estudiar genética surgió en el instituto, la primera vez que mi profesora de Biología nos habló de las Leyes de Mendel y los genes. Gracias a un compañero descubrí que en Veterinaria, licenciatura que podía cursar en Zaragoza, se podía trabajar en genética y allí que fui. Ahora soy catedrática e investigadora de Ciberned y del Instituto Agroalimentario de Aragón. En la actualidad estudio la base genética y molecular de enfermedades que compartimos animales y personas, como las producidas por priones o, más recientemente, la epilepsia. Buscamos moléculas que nos permitan hacer un diagnóstico precoz, identificar nuevas dianas terapéuticas o realizar una selección genética de resistencia a estas enfermedades.

M. Ángeles Pérez Ansón, ingeniera en el Instituto Universitario de Ingeniería de Aragón (I3A)
M. Ángeles Pérez Ansón, ingeniera en el Instituto Universitario de Ingeniería de Aragón (I3A)
Chus Marchador

M. Ángeles Pérez Ansón, ingeniera en el I3A

En mi familia no contaba con ningún referente universitario y cuando tocó pensar qué carrera estudiar, me decidí por la Ingeniería Industrial. No había ningún ingeniero cercano en la familia, y mi principal motivación era que me gustaban más las ciencias que las letras y, además, creía que con esta formación podría resolver problemas. Y eso hice. Ahora soy catedrática en el Departamento de Ingeniería Mecánica e investigo intentando resolver problemas relacionados con la salud y ayudando a mejorar los diagnósticos y tratamientos de diferentes enfermedades. Por un lado, hago modelos de ordenador que intentan predecir el comportamiento de los tejidos vivos (hueso, tumores). Y por otro, diseño y estudio andamios para sustituir tejidos.

Lucía Gutiérrez, química en el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (CSIC-Unizar)
Lucía Gutiérrez, química en el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (CSIC-Unizar)
Chus Marchador

Lucía Gutiérrez, química en el INMA

Soy profesora en el Departamento de Química Analítica y formo parte del grupo Bionanosurf del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (CSIC-Unizar). Además de mucha química, mi trabajo tiene también mucho de física, gran parte se centra en hacer medidas magnéticas, y de biología, porque estudio materiales que se usan en sistemas biológicos. Mi investigación gira entorno a las nanopartículas magnéticas, que podemos utilizar para diferentes aplicaciones biomédicas, como por ejemplo agentes de contraste para resonancias o tratamientos para la anemia. Concretamente, desarrollo nanopartículas de óxidos de hierro para utilizarlas como tratamiento para el cáncer. De muy pequeña, quería ser astronauta...

Inma Arauzo, ingeniera industrial en el Instituto Universitario Mixto Circe
Inma Arauzo, ingeniera industrial en el Instituto Universitario Mixto Circe
Chus Marchador

Inma Arauzo, ingeniera industrial en Circe

Soy profesora del departamento de Ingeniería Mecánica e investigadora del Instituto Universitario Mixto Circe. De pequeña no tenía ninguna vocación especial, en realidad, me gustaba casi todo. Realicé el doctorado con una beca asociada a un proyecto de investigación industrial, estudiando y poniendo en práctica estrategias para generar electricidad con carbón de manera más eficiente. Años más tarde, me ‘reciclé’ a investigar cómo mejorar e innovar en la generación de electricidad con energías renovables como la biomasa y la termosolar. Una faceta de la investigación muy atractiva para mí es que al participar en proyectos internacionales he conocido de cerca universidades, empresas y gente de otros países. Abre la mente y te enriquece mucho.

Conchita Martínez, matemática en el Instituto Universitario de Matemáticas y Aplicaciones
Conchita Martínez, matemática en el Instituto Universitario de Matemáticas y Aplicaciones
Chus Marchador

Conchita Martínez, matemática en el IUMA

En mi caso, yo no siempre supe que quería ser matemática, ni siquiera que me quería dedicar a la ciencia. Para mí, las matemáticas eran un juego. Me encantaban las revistas y libros de acertijos matemáticos que había siempre por casa. Solo justo al final, semanas antes de hacer la selectividad, de repente algo se iluminó y me di cuenta de que esto es lo que quería hacer. Mi investigación en el Instituto Universitario de Matemáticas y Aplicaciones se encuentra entre el álgebra y la geometría. Concretamente, trabajo en teoría de grupos, en un campo relacionado con la simetría. Es matemática pura, pero todas las áreas están estrechamente relacionadas y, muy a menudo se encuentran aplicaciones inesperadas.

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