reportaje 

Una escapada en el Canfranero con comida de lujo

El destino de la estación del norte oscense se ha convertido en un atractivo turístico de primera magnitud. Una pareja cuenta su viaje desde Zaragoza para estrenar el restaurante del nuevo gran hotel. 

Viaje en tren a Canfranc y comida de lujo
Viaje en tren a Canfranc y comida de lujo
Fernando Sánchez

La pareja aragonesa formada por Fernando Sánchez, de 74 años, y Sonia María Frontiñán, de 52, tenían preparado estrenar el hotel de lujo de Canfranc porque son muy viajeros, sobre todo en los puentes, y conocen muy bien el terreno, tanto en verano como en invierno. Hicieron la reserva de dos noches en octubre pasado (les costaba 496 euros, más barato por ser fieles al hotel de la misma cadena, Barceló, en Boltaña).  Pero tuvieron que suspender el viaje en la fecha prevista y al final decidieron subir en el día en el tren Canfranero y darse un homenaje comiendo en el restaurante del Royal Hideaway Hotel.

“Fuimos el domingo pasado, subimos en la estación de Goya a las 6.53 y a las 10.30 estábamos en Canfranc. El tren iba lleno, con subidas y bajadas en Huesca, Jaca y Sabiñánigo. El revisor dijo que el sábado también estaba completo”, relata Sonia María Frontiñán, quien prepara todos los viajes, mientras Fernando Sánchez se encarga de las fotografías de los viajes y colabora con recreaciones de la Asociación de Los Sitios en Zaragoza o Jaca, como la que hacen en Canfranc con la inauguración del 18 de julio desde 2014 (en la última recreación, que se celebró con la misma comida de 1928, su pareja también se disfrazó).

Fuentes de Renfe señalan que el tren 594 que se utiliza desde que se sustituyó al antiguo 'Tamagochi' lleva 108 plazas y no hubo que doblar la composición de Zaragoza-Canfranc, como han tenido que hacer con otros viajes de Zaragoza-Huesca o Huesca-Monzón algún domingo reciente.

La novedad les llevó a subir al ferrocarril para disfrutar el viaje en lugar de ir en coche como casi siempre, aunque dure tres horas y media. En el regreso (de 17.50 a las 21.40) tuvieron que cambiar de ferrocarril en Huesca, por motivos de Renfe, y cuando cruzaban por Caldearenas notaban mucho movimiento.

Convivieron con algún grupo de viajeros latinoamericanos que consiguieron una rebaja de los billetes un 40% al ir más de diez. 

Solíamos ir a esquiar a Candanchú y nos quedábamos en la residencia que tenía entonces el Banco Aragón, donde yo trabajaba, y solíamos venir aquí los más jóvenes”, recuerda Fernando Sánchez, refiriéndose al edificio que ahora ocupa el Hotel Villa Aragón. Ellos cuando volvían a Canfranc solían hospedarse en el Hotel Villa Anayet y algún invierno ya les ha sorprendido alguna nevada fuerte.

Viaje en tren a Canfranc y comida de lujo
Viaje en tren a Canfranc y comida de lujo
Fernando Sánchez

Sonia María Frontiñán, trabajadora de la copistería Zaracopy, había reservado la comida en el restaurante del gran hotel a las 13.30. Habían pasado una mañana entre la nieve de más de un metro de altura, desde el túnel del Somport hasta la zona donde Crefco (Coordinadora por la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón) quiere montar un museo, al sur de la explanada, donde hay varios trenes guardados.

Viaje en tren a Canfranc y comida de lujo
Viaje en tren a Canfranc y comida de lujo
Fernando Sánchez

Había una fila larga de gente en la entrada. Pudimos meternos al enseñarles la reserva de la comida. El vestíbulo luce magnífico, con las lámparas, las ventanas, sus decoraciones de mármol… y era un lugar que conocíamos con visitas guiadas, cuando se entraba antes por las escaleras”, destacan los dos casi a la limón. “Han dejado un hotel muy bonito”.

Antes de sentarse en el restaurante, tomaron un zumo a la hora del vermú en el bar. Luego, en la mesa permanecieron unas dos horas (desde las 13.30 a las 15.30) porque la comida homenaje era para degustar unos platos singulares. Empezaron con seis croquetas de jamón ibérico, siguieron con un cazón gaditano y una fritura aragonesa con longaniza, así como unas albóndigas de ternera foie y trufa, para cerrar con los postres de un flan de la abuela Angelines y una espuma de yogurt de oveja. Se despidieron con un café cortado, un carajillo y un licor de hierbas.

“Fue una comida muy buena para nosotros y asequible, porque nos salió en total por 73,30 euros”, sostiene Sonia María. “No entramos en pescado o carnes, ni migas ni potaje con codorniz. Estuvimos un buen rato en la mesa y luego pasamos al vestíbulo sentados en los sofás para preparar el regreso”, agrega Fernando.

La novedad del tren y la comida de lujo les provocó la ilusión de volver pronto. Este año no podrán ir el 18 de julio, fecha que se conmemora la inauguración de la estación de Canfranc y se celebra la recreación porque cae en martes, pero sí irán a la de Jaca porque es fin de semana. “Regresamos a las 17.50 en el tren y pagamos el viaje de ida y vuelta 27 euros cada uno. Pasamos un día por apenas 127 euros y nos dimos un homenaje y un gustazo por haber comido en un hotel de cinco estrellas”, coinciden. “Cuando lleguen los vagones con el restaurante subiremos también porque nos hace ilusión”.

Viaje en tren a Canfranc y comida de lujo
Viaje en tren a Canfranc y comida de lujo
Fernando Sánchez

El alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, reconoce que “la novedad del gran hotel multiplicó los visitantes” el primer fin de semana tras la apertura, y aún es pronto para hacer valoraciones, si bien espera que eso se mantenga, una vez que se abra todas las dependencias, como la biblioteca (el spa ya funciona tras abrirlo el pasado viernes 27 de enero). Este sábado, Canfranc Estación volvía a estar a rebosar de turistas atraídos por las novedades hosteleras.

Viaje en tren a Canfranc y comida de lujo
Viaje en tren a Canfranc y comida de lujo
Fernando Sánchez

La próxima semana está previsto que entre los visitantes acuda el periodista japonés Norito Kunisue, corresponsal del periódico Asahi Shinbum en Europa, quien ya estuvo en la localidad del Pirineo aragonés en 2004 para contar la historia del oro nazi a los más de dos millones y medio de lectores. Esto forma parte del futuro de Canfranc.

Mientras tanto, el viajero aficionado a la fotografía Fernando Sánchez ha sumado nuevas estampas a su colección de más de 300.000 fotografías hechas con su cámara Nikon, comprada en 2010,en sus visitas turísticas a rincones de Aragón como Allepuz, Añón de Moncayo, Ateca, Larrede o los baños de Jaraba, Alhama de Aragón o Panticosa. Ahora sabe que es tiempo de enseñar las imágenes de Canfranc y ponerlas a la vista de los lectores con este reportaje.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión