La dueña de El Plata, encausada por tráfico de drogas

La justicia acusa a Joaquina Laguna y a uno de sus hijos, Adrián, de distribuir cocaína y plantar marihuana.

Joaquina Laguna (foto abajo a la izquierda) es la dueña de El Plata.
Joaquina Laguna (foto abajo a la izquierda) es la dueña de El Plata, en el Tubo zaragozano.
H. A.

Joaquina Laguna, la empresaria y filántropa catalana que pusiera en marcha de nuevo el café cantante El Plata en 2008, tras años de abandono, se encuentra involucrada en un caso de narcotráfico en el que también está encausado uno de sus hijos, Adrián Roehrich.

Ambos están siendo investigados por el juzgado de Instrucción número 2 de Rubí (Barcelona) por un presunto delito contra la salud pública, para lo que se habría utilizado al grupo de restauración de Laguna, Aramersa. Además se les imputa por fraude del fluido eléctrico, según publica 'El Español'. Asimismo, la Fiscalía de Barcelona les atribuye, según este mismo medio,  delitos por distribuir cocaína, hachís y marihuana por correo, así como de plantar cannabis en un cultivo de interior pinchando la red eléctrica.

El asunto ha causado sorpresa en el entorno de Laguna, tanto en Barcelona como entre quienes la conocen en Zaragoza, ya que, explican, se trata de una mujer muy acaudalada con varios negocios y proyectos a su cargo, entre ellos el propio El Plata y otros en la capital condal, como el Barcelona Ocaña, El Principal o El Roure, todos considerados patrimonio cultural oficioso y que ella contribuyó a rescatar.

Laguna se enamoró del Plata en sus visitas a Zaragoza y fue un empeño personal sacarlo adelante y reabrirlo desde que cerrara en el 92, siendo ella ya propietaria a través de Aramersa. Tuvieron que pasar 16 años hasta que logró restaurar el local y devolverle al que fuera último café cantante de Europa el brillo de sus mejores tiempos. 

La reinauguración del Plata tuvo lugar un 20 de junio de un año crucial para Zaragoza, el 2008. Se hizo a lo grande, con Bigas Luna, amigo personal de Joaquina,  como director artístico. 

Desde entonces, El Plata ha ido experimentando un lento declinar como café cantante, a la par que se ponían en marcha otras líneas de negocio en el mismo local del Tubo zaragozano. De hecho, casi en paralelo a la reapertura del café cantante, por la noche se convertía en discoteca, de la que en su día fue Adrián Roehrich fue encargado de producción.

La pandemia dio la puntilla a las sesiones picantes, mientras la necesidad de socializar al aire libre impulsaba su amplia terraza trasera, El Patio del Tubo.

Actualmente, la sala está de moda como discoteca bajo el nombre de Kenbo, entre los zaragozanos más jóvenes.

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