Aragón es la tercera comunidad con más plazas de residencias para mayores, pero al menos 800 dependientes esperan una

El Instituto Aragón de Servicios Sociales estima en solo 300 las personas que aguardan ingresar en un centro. Como consecuencia de la pandemia han cerrado 17 centros de carácter privado entre 2020 y 2021. 

Pensionistas
Pensionistas en una residencia de mayores en una imagen de archivo
Aránzazu Navarro

Aragón es la tercera comunidad con mayor porcentaje de plazas residenciales para personas mayores de 65 años, un total de 19.144 que superan en 4.499 la ratio de 5 por cada 100 habitantes que superan esta edad. Pero, pese a ser una de las cinco regiones que están por encima de esta relación, actualmente hay unas 800 personas en situación de dependencia severa (grado II) o gran dependencia (grado III) pendientes de contar con este servicio. Esta es una de las conclusiones que refleja un informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales dado a conocer este miércoles y que analiza los datos publicados recientemente por el Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales). Por su parte, el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) estima que solo 300 usuarios aguardan actualmente poder ingresar en una residencia.

Para el portavoz en la comunidad del colectivo de gerentes de servicios sociales, Gustavo García, esta situación se debe a dos circunstancias. Por un lado, aunque el limbo de la dependencia, enfermos que tienen reconocido su derecho a recibir una prestación pero todavía no disfrutan de ella, está descendiendo "el Gobierno aragonés no adjudica las plazas porque es uno de los servicios más caros". 

Por otra parte, considera que la ubicación de estas plazas no responde a las necesidades reales al no encontrarse en un entorno próximo y cercano a los usuarios que las necesitan. "Habría que plantearsem dónde algunas residencias, que se han construido en lugares donde no hay demanda, porque el terreno es más barato, porque había una fundación hace tiempo o a golpe de programa electoral", señala García.

En este sentido, el estudio de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales advierte de que las residencias deben ser "servicios de proximidad, de manera que se evite el desarraigo de las personas en su edad más avanzada, y les permita mantener los contactos con su entorno y con sus familiares y allegados". Junto a Aragón, las cinco comunidades con superavit de plazas sobre la ratio de 5% de mayores de 65 años son Castilla y León, que lidera este ranquin, seguida de Castilla-La Mancha y, ya por detrás de Aragón, Extremadura y Asturias.

El 21% de los solicitantes de la dependencia prefieren una residencia

Respecto a la estimación de que serían necesarias 800 plazas residenciales para atender la demanda, desde el Instituto Aragonés de Servicios Sociales puntualizan a que la preferencia de la atención residencial alcanza el 21% de las solicitudes. A fecha de 31 de diciembre de 2022, hay en el denominado limbo de la dependencia 1.565 personas por lo que la estimación que se hace desde el IASS en cuanto a la necesidad de plazas residenciales se situaría en torno a las 300.

A este respecto señalan que hay que tener en cuenta que muchos futuros usuarios no piden plaza residencial como opción prioritaria y están siendo atendidos todos ellos con prestaciones y servicios según sus preferencias.

Por otra parte, destacan desde el IASS, se han intensificado los esfuerzos desde el Departamento de Ciudadanía con el plan de inspección de centros para garantizar una buena calidad en la atención a los mayores y ello ha derivado en el cierre de algunos centros por lo que se ha reducido el volumen global de plazas existentes.

Al finalizar 2021 en la Comunidad había 19.144 plazas residenciales para mayores de 65 años, 146 menos que en 2019, antes del impacto de la pandemia por covid-19. El número de centros asistenciales, según refleja este dosier, sigue reduciéndose, pasando de 289 en 2019 a 287 en 2020 y 273 en 2021. El informe revela que la reducción se produce en los centros privados, que han pasado de ser 214 en 2019 a 199 en 2020 y 197 en 2021, es decir, 17 geriátricos menos tras los dos años de coronavirus en los que estos alojamientos fueron muy castigados por los contagios. El tamaño medio de los centros residenciales en la Comunidad son 70,4 plazas, ligeramente inferior a la media estatal que son 72,5.

Un  55% de las plazas residenciales son de financiación pública

Otro de los datos que destaca este informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales es que el 55,1% de las plazas residenciales son de financiación pública. Ello incluye las de los centros públicos, las concertadas en los privados y las que se financian con la prestación vinculada al servicio. Este porcentaje se ha duplicado en los dos últimos años, de manera que ha pasado dos plazas por cada 100 personas mayores de 65 años, a cuatro.

A pesar del descenso de tres décimas en 2021, la Comunidad supera la ratio estatal de plazas residenciales de financiación pública por cada 100 aragoneses mayores de 65 años, que es de 3,60 en la Comunidad frente a los 2,63 de media estatal. Sin embargo, este informe alerta de que tres años después de la crisis sanitaria todavía no se han recuperado el número de plazas residenciales en el Sistema de Atención a la Dependencia: en enero de 2020 eran 4.211, y en diciembre de 2022, 4020, es decir, 101 plazas menos.

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