Aliaga pierde el pulso frente a su ejecutiva y se niega a dejar la presidencia del PAR

Los díscolos ratifican el recurso a la anulación del congreso. Alberto Izquierdo tiende la mano y aboga por la unidad.

Aliaga, en el centro, en la Ejecutiva del PAR.
Aliaga, durante la ejecutiva del PAR que se ha celebrado este jueves por la tarde
José Miguel Marco

El presidente del PAR y vicepresidente aragonés, Arturo Aliaga, perdió este jueves el pulso frente a la mayoría de su ejecutiva, que en una contundente votación ratificó el recurso presentado y admitido precisamente por el juez contra la anulación por irregularidades del congreso que revalidó al actual líder al frente del partido. El secretario general, Alberto Izquierdo, impuso su criterio y 18 de los 28 miembros de la dirección, los ya conocidos como díscolos, revalidaron la impugnación que el presidente considera "ilegítima". No obstante, negó sentirse deslegitimado y rechazó de plano la posibilidad de dimitir.

La tensa reunión extraordinaria de la dirección, forzada la semana pasada por los mismos 18 miembros que recurrieron el lunes y este jueves impusieron de nuevo su criterio, acabó de forma muy distinta a la que esperaban los fieles de Aliaga, convencidos de que habría deserciones entre los díscolos. Pero no hubo fisuras y, de nuevo, votaron en bloque Alberto Izquierdo con el vicepresidente, Roque Vicente, el senador Clemente Sánchez-Garnica y los altos cargos de Aliaga en la Consejería de Industria: los directores generales Luis Estaún, Eva Fortea y Gloria Pérez y el secretario general técnico, Sergio Larraga. Junto a ellos lo hicieron otros once vocales y acabaron entre aplausos tras 103 minutos de debate.

De todo dio fe el notario Juan Yuste con el que se presentó Aliaga y que se sentó en el lugar reservado para el secretario general, mientras las abogadas del partido, Cristina Llop y Maite Royo, lo hicieron en el que debía ocupar Roque Vicente. Ambos dirigentes llegaron tranquilos, seguros de ganar tras la admisión del recurso del juez, que no ha contestado a la aclaratoria que pidió Aliaga hace un mes.

Al término de la reunión extraordinaria, Aliaga fue el encargado de comunicar a los periodistas la decisión que, reconoció, no compartía, aunque ya sin la visceralidad y los calificativos dedicados hasta unas horas antes. Igualmente, dio cuenta de la convocatoria, solicitada igualmente por la mayoría de su dirección, de otra reunión para definir la estrategia electoral y poner la maquinaria en marcha. "Organizar la estrategia con un partido que ha presentado un recurso no sé si será bueno o no", señaló.

"Soy el presidente hasta que haya uno nuevo y tengo la obligación de cumplir mis obligaciones. Cuando haya otro presidente, me iré"
Aliaga, durante la ejecutiva del PAR que se ha celebrado este jueves por la tarde
Aliaga, durante la ejecutiva del PAR que se ha celebrado este jueves por la tarde
Jose Miguel Marco

A expensas de la Justicia

A su juicio, se abre un "proceso judicial de incertidumbre" y avisó de que podría darse el caso de que la Audiencia Provincial confirmara la sentencia y, a las puertas de las elecciones del 28-M, se vieran obligados a convocar un congreso. "No sabemos si en abril se invalida todo", apostilló.

Aliaga descartó cualquier posibilidad de dimitir. "Soy el presidente hasta que haya uno nuevo y tengo la obligación de cumplir mis obligaciones. Cuando haya otro presidente, me iré", sentenció, asegurando después de que se sentía "legitimado" para seguir pese a perder una votación clave en su ejecutiva.

No aclaró si mantendrá ahora su anunció de optar a las primarias, como anunció en noviembre. "Tengo que pensármelo. Me iba a presentar con un partido no judicializado. Ahora hay una incertidumbre mucho mayor", señaló, y confesó que tiene la sensación de que con esa decisión "se emprende un camino más dificultoso en la imagen del PAR, en las consecuencias políticas, al hacer candidaturas, y en las económicas".

Mientras, el secretario general tendió la mano y lanzó un mensaje de unidad para superar el cisma, hasta el punto de considerar que Aliaga no debe dimitir. "No se tiene que ir nadie", señaló.

Alberto Izquierdo destacó que ahora toca poner en marcha la maquinaria electoral, para lo que solicitarán otra reunión de la ejecutiva en la que se aprobará la convocatoria de las primarias de la DGA antes de que acabe febrero.

Lo que resultará casi imposible será restituir la confianza. Aliaga se negó a dar marcha atrás en el cese de Izquierdo como vicepresidente de la DPT, pese a la petición expresa que se le hizo en la ejecutiva, y no aclaró si destituirá a sus altos cargos en la DGA.

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