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Viviendas con zonas comunes: "Hay vecinos que casi no salen de casa"

Las urbanizaciones con piscina, pistas de pádel o gimnasio aumentan desde hace años. Se trata de una nueva tendencia de edificación que está cambiando la forma de disfrutar del ocio de gran parte de sus vecinos.

Piscina comunitaria en la azotea y zona de gastroterraza lista para disfrutar de una agradable comida.
Las piscinas comunitarias son frecuentes en algunas urbanizaciones
Gestión Común

Salas para celebraciones, pistas de pádel, gimnasio, piscina… Cada vez se ven más urbanizaciones con multitud de servicios comunes en todo Aragón. Sobre todo se trata de viviendas de nueva construcción que ya se diseñan con estas características y son un aliciente para muchos ciudadanos que buscan adquirir un piso. 

“Es un fenómeno que ocurre últimamente, de hace unos 8 años a esta parte”, dice Miguel Ruiz, presidente del Colegio Territorial de Administradores de Fincas de Aragón (CAF Aragón). “Se han puesto de moda urbanizaciones con todo tipo de zonas comunes. Ya no solo la piscina, que es lo básico que tienen todas ellas. Muchas poseen pistas de pádel interiores, gimnasio y salas para hacer reuniones en las que los vecinos pueden celebrar cumpleaños o juntarse con la familia.”, explica Ruiz. 

“En algunas comunidades basta con reservar la fecha mientras que en otras hay que pagar un pequeño alquiler por utilizarla”, afirma. Con las pistas de pádel interiores ocurre lo mismo. Los vecinos las reservan por medio de aplicaciones que han instalado en sus móviles en las que se organizan por niveles para jugar o quedan por grupos de Whatsapp.

Más servicios por más coste

“Estas viviendas se sitúan sobre todo en el extrarradio de Zaragoza: Cadrete, Cuarte, María de Huerva, pero también en la capital. La mayoría se sitúan en la zona comprendida entre barrio Oliver, Miralbueno y Vía Hispanidad donde, prácticamente, todo lo que se construye de obra nueva tiene estas características”, señala el presidente de CAF Aragón. “Los primeros años se suelen aprovechar mucho todas estas zonas comunes, sobre todo si hay niños pequeños”, matiza Ruiz. “Los vecinos lo cogen con muchas ganas porque es la novedad, pero con los años, los hijos se hacen mayores y, tienden a tener menos uso”, confirma.

"La gente no es consciente del mantenimiento exagerado de un sauna o un gimnasio".

El problema de estas urbanizaciones es que "encarecen mucho el precio de la vivienda", dice Ángela Sebastián, gerente de Inmobiliaria Las Torres. "La diferencia entre un piso en una urbanización de estas características y otro similar en un bloque sin zonas comunes puede ser de hasta 35.000 euros", confirma Sebastián. No solo eso. "La gente no es consciente del mantenimiento exagerado que conllevan algunos de estos elementos como sauna o gimnasio, lo que puede elevar la cuota de la comunidad hasta los 200 euros", continua. "Por eso hay comunidades que tienen cerrados algunos de estos servicios", asevera la gerente. En comunidades grandes la cuota será más asequible. Todo dependerá del número de propietarios, del tamaño de la vivienda y del tipo de servicios que tiene. 

Desde monitor de natación a profesora de ‘fitness’

Marta R. vive en una de estas urbanizaciones de la capital aragonesa que cuenta con piscina, zona de juegos infantil, sala común para celebraciones, pistas de pádel, tenis de mesa, sala multiusos y sauna. “Lo que más se usa es la piscina porque bajamos mucho con los niños. Es una gozada", afirma. De hecho, "entre los vecinos contratamos a un monitor de natación para que haga cursillos durante los meses de verano ”, dice esta madre de familia. 

"La sala común tenía todas las fechas festivas de Navidad reservadas desde tres meses antes".

“La sala común también se utiliza bastante. Allí hacemos las reuniones de vecinos y también podemos reservarla para celebraciones familiares, de amigos y, sobre todo, cumpleaños de los niños”, añade esta vecina. “Estas Navidades, por ejemplo, todas las fechas festivas estaban reservadas desde tres meses antes para juntarse allí con la familia”, relata Marta. “Y para los cumpleaños también hay que reservar con mucho tiempo. Nosotros solo hemos logrado celebrar allí el cumpleaños del niño un año porque siempre estaba cogida la fecha”, afirma. También se reservan las pistas de pádel y la de tenis de mesa. “Quedamos para jugar con otros vecinos por el grupo de Whatsapp de la comunidad o bajamos con los niños si no sabes qué hacer con ellos en casa. Así juegan y se entretienen”, explica esta vecina.

Esta urbanización cuenta además con otra sala multiusos que se utiliza como gimnasio y cada vecino baja su material para hacer deporte. “Votamos para que se convirtiera en un gimnasio propiamente dicho, con maquinas y material deportivo pero no salió adelante. Lo que sí hemos hecho es contratar a una profesora de ‘fitness’ y hacemos clases dirigidas con ella”, señala Marta R. Esta comunidad posee también una sauna pero “apenas se usa. De hecho, yo no la he visto encendida nunca, aunque hay quien dice que ha visto bajar con albornoz por las escalera a algún vecino”, señala esta mujer.

Como estar de vacaciones

Diego Lausín es otro zaragozano que vive en una urbanización de estas características ubicada en el entorno de Vía hispanidad-Los Enlaces. Su comunidad dispone de piscina, pista de pádel, y otras zonas comunes donde se puede instalar un gimnasio o reunirse para celebraciones. “En verano parece que estemos de vacaciones en un apartamento de la playa porque ves a todos los vecinos en chanclas por las escaleras”, señala. “Nos hemos planteado incluso contratar a un profesor de inglés entre todos los vecinos para que les dé clases a los niños dentro de la comunidad”, apunta Lausín. "Alguna Navidad hemos comprado fuegos artificiales y los hemos visto todos los vecinos juntos desde la zona común exterior para celebrar la Nochevieja”, confiesa.

Con tantas opciones de ocio “hay vecinos que casi no salen de casa, ni siquiera para llevar a los niños al parque”, asevera Marta R. “Es casi como estar en un club social porque practicas deporte, usas la piscina exterior y tienes una zona para reunirte”, continua. “Se hace mucha piña entre los vecinos y el ambiente es como el de los barrios de toda la vida donde todo el mundo se conoce”, afirma esta vecina.

Este contacto estrecho también puede tener efectos negativos ya que se comparte mucho tiempo y espacio con personas que has conocido recientemente y que viven muy cerca de ti por lo que, si existe cualquier tipo de conflicto, es difícil escapar. “Nosotros hemos tenido mucha suerte con nuestros vecinos y el ambiente es espectacular. Hemos hecho grandes amistades”, dice Diego Lausín. “Pero conozco gente que ha tenido algún problema en su comunidad y la vida se vuelve muy complicada si no te llevas bien con los vecinos en este tipo de urbanizaciones porque los tienes que ver muy a menudo”, concluye este zaragozano.

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