Las semanas blancas salvan la ocupación en el Pirineo tras la Navidad

Los escolares son a partir de ahora, de lunes a viernes, los principales clientes de las estaciones de esquí altoaragonesas. Este año han llegado antes y en mayor número .

Escolares del colegio Santa Ana de Huesca esquiando esta semana en Cerler.
Escolares del colegio Santa Ana de Huesca esquiando esta semana en Cerler.
Escuela Velarta

Pasadas las vacaciones de Navidad, el esquí escolar se convierte en el principal sustento del turismo invernal de lunes a viernes, cuando los visitantes flojean. Las semanas blancas, que se prolongarán de enero a marzo, ayudarán a llenar las estaciones y los alojamientos de los valles del Pirineo, y no solo los albergues juveniles, también los hoteles. Es un negocio al alza, que este año va camino de cifras récord, mejorando las estadísticas anteriores a la pandemia. Por algunos centros invernales pasarán este invierno casi 100.000 estudiantes de Primaria y Secundaria.

Los escolares representan "un porcentaje muy alto" del total de las jornadas de esquí vendidas en la temporada. "Son el principal cliente de las estaciones entre semana después de Navidad y casi hasta el final de la temporada", señala Andrés Pita, subdirector general de Astún. Además, no solo requieren el forfait "sino comida, alojamiento, alquiler de material, monitores...".

Hasta estas pistas del valle del Aragón viajarán sobre todo estudiantes del País Vasco, Navarra, Aragón y Madrid, y en menor medida de Valencia, que se alojan en establecimientos de poblaciones de todo el valle, desde Jaca hasta las estaciones. Pasan 4 o 5 días e incluso hay grupos, los menos, los fines de semana.

Mejores cifras que en 2019

Las empresas del sector afirman que el año pasado, cuando se retomó la actividad, aún se notó cierto bajón al persistir algunas restricciones y sobre todo por el miedo a la covid en alojamientos y actividades colectivas, pero este 2023 promete mejorar incluso las cifras del 2019.

"Han llegado antes y en mayor número", afirma Víctor López, presidente de la Asociación de Empresas de Ocio Educativo y de Animación Sociocultural de Aragón (Aesersoc). "Esta temporada ya había escolares en diciembre, entre el puente de la Constitución y las vacaciones de Navidad, cosa que no pasaba antes", comenta.

Pero el aluvión se produce tras el retorno a las clases pasados los Reyes, alcanza la mayor cifra en el mes de febrero y se prolonga hasta finales de marzo. "Es lo que da vida a las estaciones y a los valles del Pirineo entre semana", según Víctor López, que también es gerente del albergue Sargantana de Canfranc Pueblo, con sus 80 plazas prácticamente llenas todo el primer trimestre de este 2023. En una semana fuerte, calcula, entre las pistas de Astún y Candanchú puede haber 2.000 niños y adolescentes esquiando, "y así hasta finales de marzo".

Un grupo de escolares disfrutando de la semana blanca en Astún.
Un grupo de escolares disfrutando de la semana blanca en Astún.
Astún

Habrá alumnos alojados en El Pueyo de Jaca, Sallent de Gállego, Panticosa, Canfranc, Benasque, Candanchú, Astún o Jaca. En albergues juveniles, pero también en hoteles de 3 y 4 estrellas. "Es el complemento ideal en temporada baja. Los alojamientos de la playa recurren a los viajes del Inserso, nosotros tenemos estos grupos, que en el caso de los alumnos de la provincia de Huesca tienen el viaje subvencionado», señala Pedro Marco, responsable del Hotel Oroel y del Gran Hotel de Jaca, de 3 y 4 estrellas.

Los alumnos llegan sobre todo de lunes a viernes porque es cuando se puede hacer el paquete más barato. Pagan de media 400 euros, según el presidente de la patronal del sector. En los institutos de Zaragoza los precios pueden oscilar entre los 320 por cuatro días y los 520, por cinco. Los estudiantes de Huesca se ahorran 100 euros gracias a las subvenciones públicas.

Más nieve que en otros lugares

La asociación de empresas de ocio educativo cree que las cifras no solo están en niveles de prepandemia sino que podrían superar las de 2019, pues hasta marzo está casi todo ocupado. El Pirineo se ha beneficiados además de la falta de nieve en otros destinos. Los madrileños se reparten entre Sierra Nevada y Aragón, pero la estación andaluza empezó la temporada con muy poca nieve.

Las empresas temían que este 2023 se frenara la demanda por la inflación, pero lejos de eso, se ha disparado. "Teníamos miedo de que el alza de precios echara atrás a las familias, pero para nuestra sorpresa ha ocurrido lo contrario. Realizar actividades al aire libre se ha convertido por el covid en una prioridad", afirma Javier Moscoso, director del grupo Velarta, con una agencia de viajes, un albergue y una escuela de esquí en Villanova, en el valle de Benasque, que gestionará la estancia de 2.500 escolares, sobre todo de 5º y 6º de Primaria y 1º y 2º de la ESO, muchos de las comarcas de Huesca pero también de Barcelona o Galicia.

Además de llenar las 104 plazas del albergue, aloja escolares en hoteles de Benasque o en la Escuela de Alta Montaña. Según Moscoso, la estación de Cerler y las empresas del valle cambiaron el ‘chip’ hace años para abrirse a estos visitantes al ver que entre semana las pistas estaban medio vacías. Los paquetes para estudiantes se han convertido "en un negocio al alza", dice. Y como apostilla su colega Víctor López, la importancia del esquí escolar no solo radica en los forfaits o habitaciones vendidos, porque "los alumnos se hacen mayores y son los clientes adultos del futuro".   

Viajes subvencionados en Teruel y Huesca 

Las semanas en la nieve resultan más baratas para los escolares de las provincias de Huesca y Teruel gracias a que los viajes son subvencionados por las diputaciones. La institución altoaragonesa invertirá esta temporada 300.000 euros en la campaña de esquí y la turolense, 380.000, aunque esta provincia tendrá que esperar a que nieve en las estaciones de Valdelinares y Javalambre.

Las ayudas en el caso de Huesca se entregan a las comarcas que son las encargadas de la gestión. Para poderse acoger a ellas, la actividad deberá realizarse entre el 9 de enero y el 15 de abril, en alguna de las estaciones de esquí de la provincia y de lunes a viernes. Va dirigida a alumnos desde 5º de Primaria hasta los 18 años y se pueden sufragar gastos de transporte, alojamiento en régimen de media pensión, comida en pistas, forfait, cursillo de esquí de cinco días, alquiler de material de esquí, seguro de accidente en pistas y monitores. Las subvenciones van desde 30 euros a 100 (si se elige con pernocta).

Escolares del colegio Santa Ana de Huesca esquiando esta semana en Cerler.
Escolares del colegio Santa Ana de Huesca esquiando esta semana en Cerler.
Escuela Velarta

La comarca de la Hoya de Huesca es la que más plazas gestiona y la que más dinero recibe de la Diputación Provincial. La subvención, 86.800 euros, irá destinada este año a 850 alumnos de 18 centros, que se repartirán entre las estaciones de Astún, Cerler y Panticosa. Monegros ayudará a 179 alumnos, el Somontano a 328, la Ribagorza a 122, el Cinca Medio a 285 y el Bajo Cinca a 241. Alto Gállego, Jacetania y Sobrarbe tienen campañas propias y en la Litera acaban de empezar las inscripciones. Al finalizar la temporada, se calcula que habrá beneficiado a unos 3.000 escolares altoaragoneses.

En Teruel, la campaña no ha arrancado todavía por falta de nieve en las dos estaciones de esquí, Valdelinares y Javalambre, pero la demanda de plazas ha superado las posibilidades de alojamiento y el récord histórico, con 2.036 solicitudes, de las que, por sorteo, solo podrán ser atendidas, si nieva, 1.080.

El presupuesto destinado por la DPT ha superado este año con mucho los 250.000 del invierno pasado. Un portavoz de la institución provincial adelantó que, en caso de que las nevadas no lleguen, ya se trabaja en la búsqueda de actividades "alternativas" en la comarca de Gúdar-Javalambre para que el presupuesto palíe las pérdidas económicas derivadas de la ausencia de nieve.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión