¿Cuál cree que será el papel de empresas como la suya en un mundo en el que las redes sociales eliminan intermediarios?No lo sé y eso es precisamente lo que me encanta. Hoy en día tenemos que ser flexibles y afrontar los retos. En ese sentido, creo que tenemos muchísimo que aportar. Las empresas saben que tienen que apostar por la tecnología pero cuidar más que nunca a las personas, su forma de comunicar y ahí jugamos un papel muy importante. Y en un mundo en el que las noticias falsas se confunden con la realidad, en todo lo que tenga que ver con redes sociales, medios o empresas, la verdad, la coherencia y la honestidad tienen que primar siempre.

Ahora también hay una visibilidad negativa. ¿La gestión de crisis reputacionales ha escalado en las preocupaciones de un director de comunicación?Siempre estamos preparados para ocuparnos de una crisis reputacional o del tipo que sea. Pero, en general, las empresas a las que asesoramos buscan simplemente seguir trabajando a pesar de la adversidad, innovar y digitalizarse para sobrevivir. En materia de comunicación, dentro de la empresa, buscan motivar y sacar lo mejor de sus equipos. Fuera, lo que quieren es saber compartir lo que hacen, mostrar los beneficios que un producto o servicio puede tener para los usuarios.

En los últimos tiempos hay preocupaciones con fuerte implantación social y conexión emocional, como el feminismo o la ecología. ¿Cómo conviven estas cuestiones a la hora de comunicar?Nosotros lo que procuramos es que esas cuestiones clave calen en la cultura de la empresa y es misión de todos que calen también en la cultura de la sociedad, de las familias, de cada persona. Pero a nadie le gusta que le impongan las cosas, así que hay que comunicarlo de forma adecuada para que no genere rechazo sino adeptos convencidos. Para lograrlo, hay que ser honestos, predicar con el ejemplo, no que sea simple postureo.

Se habla de falta de liderazgo en el momento actual. ¿Tiene que ver que políticos y empresarios no hablen por sí mismos, que les preparen los discursos? ¿Dónde está la línea roja?Me voy a centrar en los políticos. Tiene que ver con la vocación, honestidad, coherencia, credibilidad… Einstein dijo que "el ejemplo no es la mejor manera de enseñar, es la única". Un buen líder tiene que predicar con el ejemplo. No se debe generalizar pero ¿crees que algunos de nuestros políticos son un buen ejemplo para la sociedad? Me da mucha pena ver cuando se hacen preguntas y no se escuchan ni responden, se limitan a leer lo que les han escrito aunque se esté hablando de otra cosa, mienten, se insultan y critican todo por sistema. Siento que las personas no les importamos nada. La línea roja la deben marcar la honestidad, la credibilidad y la ética. ¿Te imaginas a un político diciendo a su oponente algo que ha hecho bien? Debería ser algo normal.

¿Hacía dónde cree que van las relaciones entre periodistas y agencias de comunicación?Muchas veces se ve a las agencias como barreras para llegar a las empresas cuando somos todo lo contrario. Somos puentes.

En un mundo saturado de información muy atomizada y multicanal, ¿el mayor reto para empresas como la suya es lograr la visibilidad?Más de la mitad de los problemas que se producen dentro y fuera de las empresas se deben a una mala comunicación. Así que nuestro mayor reto es entrenar con las personas sus habilidades comunicativas para que aprendan a escuchar y a tener empatía, para que sepan transmitir sus mensajes con asertividad, negociar y encontrar soluciones. Hay clientes que buscan visibilidad para sus productos o servicios pero otros nos piden que les ayudemos a ser más eficaces trabajando la forma de comunicar.