perspectivas 2023

Coronel Paniagua: "El Ala 31 ha cumplido con las misiones mandadas con independencia de su dificultad"

El coronel aragonés lleva un año y medio al frente del Ala 31, involucrada desde febrero de 2022 en la guerra de Ucrania, con traslados de armas y refugiados. Apunta que en primavera llegará el decimocuarto avión A400M

El coronel José Ramón García Paniagua, jefe del Ala 31 de la Base de Zaragoza, ante un avión A400M.
El coronel José Ramón García Paniagua, jefe del Ala 31 de la Base de Zaragoza, ante un avión A400M.
Guillermo Mestre

El coronel José Ramón García Paniagua nació en La Muela en 1970 y lleva tres décadas ligado al Ala 31, que manda desde julio de 2021. Para él es todo "un honor" y a la vez "toda una responsabilidad". Ha estado muy unido a la Base Aérea de Zaragoza en su carrera militar, y por otro y de manera profesional, toda su vida operativa se ha desarrollado en el Ala 31. Voló primero en los Hércules C-130 y en los últimos años estrenó el A400M.

¿Qué balance hace de su primer año al frente del Ala 31 con el uso de los nuevos aviones A400M?

Un balance muy positivo. Desde un punto de vista personal está siendo toda una satisfacción estar al frente de un grandísimo equipo de profesionales que cada día consiguen que lo difícil sea posible. Desde un punto de vista profesional, todo un reto para avanzar hacia los objetivos marcados, cumpliendo las misiones encomendadas y continuando la ampliación de nuestras capacidades con el A400M.

¿Qué opina sobre la utilización de los aviones enviados a Polonia?

Más allá de la satisfacción de que cuenten con la unidad que uno dirige para cualquier tipo de misión, entenderá que mi opinión al respecto es bastante irrelevante y puede dar lugar a malentendidos. El Ala 31, como en todos sus 49 años de historia, ha cumplido con las misiones encomendadas con independencia de su dificultad o el riesgo inherente que pudiesen implicar. No se comentan aspectos de misiones recientes, en curso o futuras que puedan comprometer su desarrollo o de las futuras similares.

El Gobierno amplió las disponibilidades de aviones militares desde otras bases como la de Getafe para apoyar a los A400M. ¿Eran suficientes?

El Ejército del Aire decide qué tipo de avión realiza cierta misión en función de muchos factores: carga a transportar, distancia, disponibilidad de aviones… No todos los transportes debe realizarlos el Ala 31. No se debe entender el uso de otro avión distinto al A400M como una derivada de la falta de su disponibilidad, simplemente se trata de ser eficientes con los medios. Lo que está previsto para el Ala 31 es recibir en breve el decimocuarto avión que completaría su dotación. El futuro de los otros trece aviones excede al Ala 31.

¿La llegada del próximo avión puede ampliar sus efectivos?

Esperamos recibir el nuevo avión en la próxima primavera, y seguimos trabajando dentro del plan de implantación del último material. Seguimos trabajando dentro del Plan Parcial de Infraestructuras por el que se va a construir un nuevo hangar con capacidad para dos A400M, y en el Plan Parcial de Personal, que contempla aumento de plantilla. Sin embargo, el tema de personal no es tan sencillo como las infraestructuras o el material. Debe ser formado y entrenado, implica desplazamientos y temas familiares. Es más complicado. El Ejército del Aire no puede «desvestir» una unidad para mandar más personal aquí y debe mantener un difícil equilibrio.

Para la pandemia o el rescate de 2.200 afganos en Kabul se recurrió a aviones militares. ¿La sociedad conoce la posibilidades de los A400M?

Las últimas actuaciones de las Fuerzas Amadas españolas han conseguido un gran impacto mediático, dándosenos a conocer entre la sociedad civil. El Ala 31 no ha sido ajena a este fenómeno, sin embargo las capacidades de las que han hecho gala los militares estaban ahí antes de la pandemia, la evacuación de Kabul o el volcán de La Palma. Nuestro entrenamiento y permanente disponibilidad nos convierte en unas herramientas muy útiles del Estado, sin olvidar las misiones de todos los días. El A400M, gracias a las misiones mediáticas y un aparato ensamblado en Sevilla, goza de cierta fama y ciertas críticas. Lo importante es que sean conocidas por aquellos que deben tomar decisiones.

Los incendios del pasado verano pusieron encima de la mesa la posibilidad de usar un A400M.

La misión de lucha contraincendios es muy especializada y requiere una dedicación casi exclusiva. En mi opinión sería sobrecargar al Ala 31, que ya tienen un calendario de entrenamiento muy apurado, además de que sería retraer recursos de transporte, también muy demandados, para la lucha contraincendios. Por ello, me inclinaría por otra unidad especializada en la lucha contraincendios.

El cambio de los históricos aviones Hércules a los modernos A400M fue un reciclaje y modernización del Ala 31. ¿Cómo valora ese proceso o si cree que necesitan muchas más pruebas para estabilizar el uso de esta unidad?

El proceso está siendo muy positivo en su conjunto, evidentemente como todo cambio o transformación, hay momentos difíciles e incluso podríamos decir “sentimentalmente” dolorosos, como fue despedir a los últimos Hércules. Sin embargo el nuevo material nos permite realizar las mismas misiones con mayor eficiencia y seguridad además que nos permite dotarnos de nuevas capacidades.

Después de tres décadas, un militar aragonés de La Muela como usted está al frente de una unidad de gran trayectoria. Mientras el A400M ha sido el ejemplo de la modernización, el Ala 15 esperan el futuro cambio del cazabombardero F-18 por otra aeronave. ¿Cómo llevan la convivencia con sus vecinos de la Base?

Con gran compañerismo y amistad, las renovaciones de material siempre son rotatorias entre Unidades y, salvo los piques tradicionales y sanos entre amigos, no hay problemas de “vecindad”. Trabajamos a diario juntos, nos conocemos a nivel personal, sin ir más lejos el Coronel Jefe del Ala 15 es de mi misma promoción de la Academia. Por poner una imagen muy ilustrativa de este compañerismo, yo destacaría la pasada conjunta que realizamos durante la pasada Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar.

El aeropuerto de Zaragoza ha crecido bastante en los aviones de mercancías y en ese tráfico se ha convertido en el segundo de toda España, pero los controladores sigue siendo militares desde la guerra del Golfo en 1990. ¿Cree que esta situación cambiará y volverá el control civil o se mantendrá por la necesidad militar?

Que los controladores de aproximación y torre en Zaragoza sean militares es debido a los acuerdos entre Defensa y, en su día, Fomento, actualmente Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, y se decidió en base a los porcentajes de movimientos aéreos relativos entre militares y civiles. Sin embargo, me gustaría destacar que no es una anormalidad, en el otro extremo tenemos la Base de Gando en Canarias, donde su torre y aproximación son controladas exclusivamente por civiles. Lo que tienen poco sentido es crear dos estructuras de control aéreo superpuestas en la misma zona geográfica para controlar tráficos civiles o tráficos militares.   

Zaragoza es una ciudad militar marcada por un campo de maniobras, el mayor de España y el segundo mayor de Europa, y la Base Aérea, siendo la quinta de España en población. ¿Cree que la parte industrial militar podría desarrollarse tanto como Sevilla y Madrid?

Creo que Zaragoza es una ciudad que está marcada por muchas cosas, su ubicación geográfica, sus comunicaciones… y no sólo por la Base o el CENAD San Gregorio. En cuanto a su pregunta, no veo por qué no, aunque tampoco veo relación directa entre una cosa y otra; en cualquier caso la instalación de más industrias de defensa en Zaragoza no es competencia de las FAS.

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