historia
Una familia mexicana sostiene que son descendientes del linaje del Papa Luna
El forense Salvador Baena propone una prueba de ADN que coteje los restos de Benedicto XIII y los de los mexicanos González Luna.
Una familia mexicana de origen español, que reside en Guadalajara (México), defiende que son descendientes de la famlia del Papa Luna tras haber realizado dos pruebas privadas de ADN a uno de sus miembros durante sendos viajes que hicieron a España (en 2001 y 2003). Siempre según los González Luna, estas pruebas corroborarían su linaje, que compartirían con Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor (Illueca-1328, Peñíscola-1423), quien fuera el Papa Luna en Aviñón (Francia) durante el Cisma de Occidente.
Así lo cuenta Óscar González Luna Gari, hijo de una española que huyó de España y de los estragos en la Guerra Civil, nacido en Guadalajara (México) en 1951. Es un abogado de la Universidad Jesuita de Guadalajara (ITESO) y teólogo laico que llegó a trabajar en la pastoral indígena de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas (1977-1987). Escribió el libro titulado ‘Aportes y secretos de la Familia González Luna a la historia de México e Hispanoamérioca’ (Amat Editorial, 2015), donde sostiene la descendencia de su familia de la del Papa Luna.
“En el año 2001, uno de mis tíos, descendiente de los González Luna, fue a España y se sometió a un estudio de ADN para establecer si existía afinidad genética entre nuestra familia y los cadáveres del Papa Luna y de don Álvaro de Luna. El resultado fue asombrosamente positivo, pese a los cinco siglos trascurridos entre aquellos ancestros y nosotros”, destaca Óscar González Luna en el citado libro, que está dedicado al papa Francisco, “por su apego al Evangelio y su amor a la humanidad”.
En su trabajo, agregó que esos estudios que realizaron en 2001 a su tío Eduardo Francisco González Luna se repitieron dos años después, en 2003, y “disiparon cualquier duda”. Asimismo, precisa que aunque el Papa Luna no tuvo hijos porque “vivió celosamente su celibato”, a través de sus hermanos y hermanas, así como de sus sobrinos se generó “una amplia estirpe”, cuya descendencia vino a ramificarse y a extenderse no solo en España sino en Latinoamérica.
El autor del libro detalla que Eduardo Francisco González Luna logró involucrar a Carmelo Borobia, obispo auxiliar de Zaragoza (1990-96), obispo de Tarazona (1996-2004) y de Toledo (2004-2010), quien llegó a “interesar” al papa Juan Pablo II y, posteriormente, al papa Benedicto XVI, en “revisar la causa de dos pontífices de Aviñón: Clemente VII y Benedicto XIII”.
Durante la visita del presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, al Vaticano el pasado mes de octubre y su encuentro con el papa Francisco, se planteó la petición de que se “rehabilite” la figura del Papa Luna para que deje de ser considerado como el antipapa o el pontífice del cisma de Occidente. El presidente aragonés invitó al Pontífice a visitar Aragón con motivo del 600 aniversario de su muerte.
“Refrendando una petición que habían hecho con anterioridad los obispos aragoneses, he venido a pedir al Papa que tenga en cuenta que el año que viene es el 600 aniversario de su muerte, que definitivamente rehabilite la figura del Papa Luna”, declaró el presidente de la DGA. La coincidencia puede servir para recuperar la figura de Benedicto XIII.
Reciente visita a Madrid
En este sentido, el jurista illuecano José Javier Forcén mantiene un contacto habitual por email con el escritor mexicano Óscar González Luna, quien le ha trasladado un ejemplar del libro. De hecho, el aragonés acompañó a varios familiares mexicanos González Luna en un reciente viaje que hicieron por Madrid y destacó que son “muy serios” en la defensa de su parentesco con el Papa Luna.
Asimismo, Forcén recuerda que la madre del autor del libro nació en Barcelona y también descendían de un político mexicano, Efraín González Luna, que fue el primer candidato a la presidencia de la República Mexicana por el Partido Acción Nacional, en 1952. Tomó el relevó de esa batalla política su hijo Efraín González-Luna Morfín.
El forense zaragozano Salvador Baena, autor de la investigación sobre los restos de Benedicto XIII cuando fueron robados en una casa de Sabiñán el 7 de abril de 2000, precisó que los trabajos realizados para el Juzgado de lo Penal 6 de Zaragoza sirvieron para su identificación “a través de la antropología y la imagen”.
De hecho, el forense propuso al juez que se realizara una prueba carbono 14 y el Ministerio de Justicia aceptó enviarla a un laboratorio de Florida (Estados Unidos), que confirmó la data de los restos. En la investigación posterior no se pudo realizar el análisis de ADN al no encontrar entonces descendientes de la madre del Papa Luna, pero se practicó una prueba digital con el cráneo de San Valero de La Seo, idéntico a Benedicto XIII, dado que que el orfebre lo esculpió usándole como modelo.
Propuesta del forense Salvador Baena
En este sentido, el forense Salvador Baena considera que sería “una buena oportunidad” ahora, al coincidir con el 600 aniversario de la muerte el próximo mes de mayo, emprender un proyecto para poder “extraer restos de ADN de los huesos del Papa Luna” y poder “compararlos” con los de los miembros de la familia mexicana.
“Sería el análisis genético que se sumaría a las demás investigaciones que hemos realizado, y ayudaría a comprobar si esa familia desciende del linaje de Benedicto XIII”, defiende el forense.
Los huesos de Benedicto permanecen depositados en la iglesia de Sabiñán desde el 1 de junio de 2021, tras haberlos reclamado su ayuntamiento (al aportar documentación de la casa donde se produjo el robo, donde estaban depositados).
El forense precisa que durante la investigación judicial se buscó a los antepasados del aragonés Pedro Martínez de Luna (sus padres y su hermana que era monja), pero no se logró encontrar restos de ellos que pudieran compararse con sus huesos recuperados.
Celebraciones entre Illueca y Peñíscola
La celebración del 600 aniversario de la muerte de Benedicto XIII el próximo mes de mayo va a dar lugar a diferentes actividades en Aragón y la Comunidad Valenciana. Desde el Ayuntamiento de Illueca manifestaron que están en contacto con el Ayuuntamiento de Peñíscola (lugar donde falleció tras huir de Aviñón (Francia) entre 1411 y 1423) y la Diputación Provincial de Castellón “para coordinar un calendario de actividades en torno a la figura del Papa Luna”. Asimismo, agregaron que están en contacto con la Diputación Provincial de Zaragoza y el departamento de Turismo del Gobierno de Aragón para que participen también en los encuentros que se van a montar en recuerdo del histórico aragonés.
