universidad
Maru Díaz usará "todas las herramientas" para que no se instale en Calatayud otra universidad
La consejera podemista de la DGA se opone a la propuesta presentada por un fondo italiano. Lambán no valorará el proyecto hasta conocer todos los detalles de los planes de los promotores.
La posible llegada de la universidad privada Niccolò Cusano a Calatayud provocó este viernes tensiones en el sistema universitario aragonés. La consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, la podemista Maru Díaz, no dudó en asegurar a través de sus redes sociales que usarán "todas las herramientas legales" para "impedir que se instale" en la Comunidad, ya que considera que "atenta" contra el sistema universitario, "vulnera" el mapa de titulaciones y "daña todo el trabajo hecho". Más cautos fue el presidente autonómico, Javier Lambán. Fuentes de la DGA señalaron que no valorará el proyecto hasta conocer al detalle los planes de la Societá delle Scienze Umane, promotora de la iniciativa que ya ha anunciado su pretensión de alcanzar los 3.000 alumnos en la localidad bilbilitana.
La podemista explicó que, de momento, solo se han producido comunicaciones "extraoficiales". La primera fue en 2021 con el presidente aragonés y la segunda tuvo lugar hace unas semanas con la directora general de Universidades. "Presentaron una documentación muy exigua con la que no se podía trabajar", apuntó Díaz en una atención a los medios. Y señaló que este mismo fondo de inversión ya intentó "sin éxito" poner en marcha una universidad en Málaga.
Esta mañana habréis oído en las noticias el anuncio de la intención de implantarse una nueva “universidad” privada en Calatayud de la mano de la empresa italiana Societá delle Scienze Umane. Como es un tema complejo y bastante feo y por eso abro hilo para intentar explicarlo 👇🏻
— Maru Díaz (@MaruDiazCalvo) December 23, 2022
"Llevamos un tiempo identificando que hay empresas y fondos de inversión que están utilizando de forma mercantilista y especulativa la educación superior", subrayó la consejera, dejando claro que este ‘modus operandi’ está al margen del debate de universidades públicas o privadas. Precisamente por ello, recordó, el Ministerio de Universidades endureció el año pasado con un real decreto los criterios que deben seguir las nuevas universidades. En esta misma línea se perfila la futura Ley de Ordenación del Sistema Universitario (LOSU), que esta semana se ha aprobado en el Congreso.
"Una universidad es una cosa muy seria, que exige profesionales, doctores, arraigo territorial, investigación, centros de investigación...", resumió la consejera, tras recordar que, de lo contrario, son "meras academias". Con este planteamiento, Díaz lanzó un "aviso a navegantes": "La Ley aragonesa de universidades, en su artículo 101, penaliza con sanciones el uso del término universidad si no está reconocida ni en el sistema español ni en el sistema aragonés". Se trata de una infracción muy grave y puede suponer una multa de hasta 500.000 euros. Ante ello, dijo que, por lo que se sabe, el fondo de inversión italiano "no tiene una universidad acreditada en España ni en Aragón".
Por su parte, las instituciones académicas de la Comunidad -la Universidad de Zaragoza, la Universidad San Jorge y la Uned- cerraron filas y emitieron un comunicado conjunto con el Gobierno de Aragón en el que defendieron la "calidad" y "rigurosidad" de todos sus centros y titulaciones, además de su compromiso con el "progreso social, la generación de conocimiento y la formación de profesionales para el futuro".
Un "peregrinaje" normativo
En este sentido, la consejera insistió en que para convertirse en universidad hay un "peregrinaje normativo" y puso como ejemplo los años que tardó la Universidad San Jorge en conseguirlo. "Acreditar un grado cuesta casi dos años, validar un centro nos están costando otros dos", afirmó.
Según la normativa vigente, la creación de cualquier nueva universidad requeriría la aprobación por Ley en las Cortes de Aragón, previo informe preceptivo favorable de la Conferencia General de Política Universitaria. Además de pasar otros trámites burocráticos, debe abarcar como mínimo tres de las cinco grandes ramas del conocimiento, contar con diez títulos de grado, seis de máster y dos programas de doctorado así como determinadas ratios de profesorado, doctores e investigadores y asegurar su viabilidad económica.
Para crear un centro que imparta enseñanzas para obtener títulos universitarios extranjeros es necesario un informe favorable de la agencia de evaluación del país de origen. Entre los requisitos, será necesario que haya un profesor por cada 25 o 50 alumnos, el 50% de ellos deberán ser doctores para los grados y másteres y un 100% en los doctorados.
