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La tasa de suicidios en Aragón crece hasta 114 fallecidos en 2021, un 10,4% más que el año anterior

En los primeros cinco meses de 2022 los datos son similares, al registrarse 30 víctimas frente a las 31 del año pasado. 

Isabel Irigoyen es coordinadora del Plan de Prevención de Suicidios del Gobierno de Aragón.
Isabel Irigoyen es coordinadora del Plan de Prevención de Suicidios del Gobierno de Aragón.
Aránzazu Navarro

El número de suicidios ha aumentado en toda España en 2021, cuando se han superado por primera vez los 4.000 fallecidos por esta causa (4.003), cifra que supone un incremento del 1,6% respecto a 2020. Esta tendencia al alza también se registra en Aragón, que alcanzó los 114 fallecidos el año pasado, según el informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), y supone un incremento del 10,4% con respecto a las 102 víctimas registradas el primer año de la pandemia.

Las cifras de personas que se han quitado la vida sitúa a la comunidad aragonesa en el sexto puesto de todo el país, con un 8,6% de la tasa por 100.000 habitantes. Asturias, con un 12,8%, y Galicia, con un 12,5%, encabezan esta clasificación, y Madrid, con un 5,2%, alcanzan la tasa mínima.

De acuerdo con la edad de los fallecidos en Aragón, los dos grupos de riesgo más importantes fueron los menores de 29 años, que suponen un 12% del total, y los mayores de 65, con un 31%, es decir, uno de cada tres en una sociedad marcada por tener una población envejecida. De hecho, los datos de toda España destacan que el suicidio se ceba entre los más mayores, porque el año pasado se quitaron la vida 1.235 personas de entre 65 y 95 años o más.

Teléfono y otras herramientas para prevenir el suicidio.
Teléfono y otras herramientas para prevenir el suicidio.
H. A.

En los datos que facilitaron desde el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) a la coordinadora de la Estrategia de Prevención del Suicidio en Aragón, Isabel Irigoyen, de momento se sabe que en los primeros cinco meses del año (desde enero a mayo) las cifras registradas en 2022, con 30 suicidios, son muy similares a las que tuvieron lugar en 2021, con 31 fallecidos.

Obvservatorio del suicidio

Aunque lo que más preocupa a la sociedad son las víctimas menores, la psiquiatra Isabel Irigoyen, que atiende diariamente a afectados en el Hospital Clínico, destaca que en Aragón “descendieron” los suicidios un 7% en el año 2020, aunque “ascendieron” en 2021, un año en el que todas las comunidades fueron a más, y ahora están pendientes de los resultados del estudio realizado por el Observatorio del Suicidio.

En sus trabajos anteriores, la Fundación de Prevención del Suicidio ya explicó que la  disminución de esta causa de la muerte en 2020 guardaba relación con el descenso generalizado de las muertes externas (accidentes de tráfico, homicidios…) provocado por el confinamiento, ya que dificultó esas conductas tanto en la vía pública como en los domicilios. Aun así, parece que después de estar encerrados se produjo un ‘efecto rebote’.

Entre los datos recibidos de 2021, la responsable de la Prevención del Suicidio en Aragón menciona que entre los aragoneses fallecidos por suicidios que tienen entre 55 y 59 años fallecieron 14 personas el año pasado, de ellos 10 eran varones y 4 mujeres.

"Uno de cada dos suicidios están provocados por la depresión"

“Se ha producido un aumento de los suicidios entre las mujeres porque si hasta ahora esa relación era de tres a uno con los hombres, desde 2020 hubo más de 1.000 suicidios femeninos y en Aragón esta proporción fue de 2,3 varones y 1,7 mujeres”, apunta la coordinadora de la Estrategia de Prevención del Suicidio en Aragón.

En Aragón el año 2020 hubo un descenso de suicidios respecto del año 2019 del 6.4% y en el 2021 vemos un incremento del 10.4% respecto del año 2020, situándonos en cifras similares a los años prepandemia. "Todavía tenemos pendiente analizar a fondo los datos publicados por el INE, pero a grosso modo hemos visto que Aragón está en la media de España y creemos que es en relación a otras comunidades autónomas con las que no tenemos que comparar ya que los años de pandemia han introducido una variable de confusión por la excepcionalidad del momento", señala Isabel Irigoyen.

El cambio cultural del bienestar  

A la hora de interpretar los datos de aumento de estas muertes, Isabel Irigoyen considera que a la situación económica se suma en esta época “el cambio cultural de los valores”. Agrega que muchas personas ponen por delante “la superficialidad” del concepto de bienestar y eso supone situar en exceso el “aquí y ahora”, en lugar del “valor del esfuerzo”, que les lleva a superar “las pérdidas” o “las frustraciones”.

La psiquiatra considera que “uno de cada dos suicidios están provocados por la depresión" y es importantísimo poder llegar a estas personas para ofrecerles todos los medios de tratamiento con que contamos. Sin embargo, hay otras personas que se suicidan que no tienen un trastorno mental.

"Impresiona lo que tiene que ver el cambio de valores que ha ido impregnando a nuestra sociedad y cultura, que pone el énfasis entre otras cosas en la inmediatez y educa escasamente para afrontar los reveses, fracasos y desengaños de la vida que sin duda van a existir", agrega la psiquiatra.

"La humanidad en su conjunto vive en la época de mayor bienestar de su historia (...). Sin embargo, el nivel de satisfacción individual ha caído en picado"

Esta coyuntura no cree que puede provocarla la situación de la sociedad actual, con una sanidad pública y educación que viven unos buenos momentos si se compara con otras etapas más duras. Aun así, Isabel Irigoyen señala que muchos ciudadanos que optan por quitarse la vida dan una respuesta una “insatisfacción” respecto a la sociedad actual y el “malestar” en el que viven.

Por eso tiene mucho que ver con el suicidio que la persona en riesgo "suele realizar un balance de cuanto sufrimiento puede tolerar", precisa la psiquiatra. "Es llamativo que la humanidad en su conjunto vive en la época de mayor bienestar de su historia, por acceso universal en muchos lugares como nuestro país a sanidad y educación, algo impensable hace tan solo unas décadas. Sin embargo, el nivel de satisfacción individual ha caído en picado", apunta

A la hora de explicar esta situación, Irigoyen detalla que "esta brecha entre ambos conceptos conlleva desánimo, frustración y en ocasiones desesperanza y medicalización del malestar emocional, lo que venimos observando en los servicios de salud mental desde hace ya unos años y especialmente entre los jóvenes".

“Hay muchos pacientes que acuden al médico porque tienen poca tolerancia al malestar emocional y visitan la sanidad psiquiátrica. Hay que enseñarles a superar esos problemas y asumir mejor las pérdidas o las frustraciones para no solucionarlos matando moscas a cañonazos”, concluye la responsable de la Prevención del Suicidio en Aragón.

Asimismo, Isabel Irigoyen apunta que los valores personales de los jóvenes y la cultura actual obedece más a los ejemplos que ven con los youtubers, que “consiguen el éxito público con poco esfuerzo” y si no lo consiguen por esa vía fácil “consideran que han fracasado”. Agrega que las enfermedades mentales que suele tratar son parte de “la distorsión de la realidad respecto a los valores personales” y por eso considera que necesitan recuperar “el valor del esfuerzo” para obtener un resultado.  

En ese sentido, la coordinadora de la Prevención del Suicidio en Aragón incide en que hace falta rebajar los factores de riesgo en cuanto al "desacierto" sobre facilitar la información de algunas muertes o las autolesiones, "la impunidad del acoso escolar" y "la mala utilización de las redes sociales" sobre los casos de suicidios.       

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