Resumiendo su tesis en tres minutos ha conseguido un premio.
Me apunté un poco de casualidad, porque siempre he tenido un poco de vergüenza, pero me animó una de mis directoras de tesis. Ha sido un reto muy divertido y he conseguido un accésit en el certamen ‘Tesis en tres minutos’ del Campus Iberus. Lo recomendaría a otros doctorandos porque te hace salir de tu zona de confort.

¿Sirve de entrenamiento para ese gran momento que tiene por delante, cuando defienda su tesis ante el tribunal?Son ambientes muy diferentes, pero la experiencia te ayuda. En la tesis no vas a gesticular ni moverte, pero los cambios de tono, por ejemplo, hacen más atractiva una presentación. También aprendes a controlar esos nervios.

¿Nos resumiría ahora su tesis en una frase?
Si queremos envejecer viviendo más y mejor, es imprescindible hace ejercicio y comer suficiente.

Dicen que las tesis hacen sufrir mucho. ¿Está muy nerviosa?
Los nervios vendrán cuando se acerque el día, pero también tengo muchas ganas porque es cerrar una etapa que va a ser de las más importantes de mi vida. Hay muchas horas de trabajo detrás, es un camino de muchos altibajos, con días malos cuando te salen las mediciones al revés. Además, nosotros trabajamos con personas y no es lo mismo que estar en el laboratorio con células o ratas.

Como doctoranda, ¿reservó tiempo para practicar ejercicio?
Sí. Practico lo que predico. Es importante organizarte bien y siempre una hora al día intento sacar para hacer bici, correr, nadar, hacer gimnasia... El ejercicio ayuda a mantenerte un poco cuerdo durante el doctorado.

La falta de tiempo es nuestra eterna excusa...
Esa hora para ti hay que sacarla de donde sea y lo demás ya se hará.

¿Deberíamos hacer deporte para, sencillamente, estar sanos?
El ejercicio físico previene algo más de 35 enfermedades, son muchas. Muchas personas mayores de 45 y 50 años empiezan a tener colesterol, hipertensión, osteoporosis en mujeres..., que se pueden prevenir haciendo ejercicio. Y a nivel funcional, evitar llevar ese bastón de mayores. Con poco tiempo invertido al día, podemos tener muchos beneficios.

¿Sería mejor recetar más ejercicio físico y menos pastillas?
Por supuesto, ya se ha visto que el ejercicio es medicina, pero el trabajo multidisciplinar escasea todavía. Incorporar a profesionales de las ciencias del deporte al sistema sanitario para contribuir a esa prescripción de ejercicio con la intensidad suficiente sería muy beneficioso. Solo andar no es bastante, hay que trabajar la fuerza.

¿Si uno entrena, envejecerá mejor?
Estadísticamente, se ve que la población vive más, pero esos años no son de calidad. Para un envejecimiento saludable, un entrenamiento multicomponente, que combine ejercicios de fuerza, flexibilidad, resistencia..., previene las caídas y, por tanto, las fracturas; también se mantiene la capacidad de agacharse a atarse las zapatillas, coger un tarro que está alto o llevar la bolsa de la compra. Ayuda a que vivan mejor los años que vayan a vivir.

Esto me interesa. ¿A partir de qué edad y hasta qué edad?
Aunque yo trabajo con personas mayores, lo mejor es hacer ejercicio desde la infancia y la adolescencia para que, de adultos, alcancemos picos más altos de masa ósea y muscular y, además, el ejercicio sea parte de la conducta; así, el deterioro debido a la edad será menor. ¿Hasta qué edad hacer ejercicio? Nuestro grupo ha trabajado incluso con personas centenarias que lograron levantarse sin ayuda de una silla o caminar sin andador. Deberíamos estar haciendo ejercicio toda la vida porque los beneficios son para siempre. Y acompañarlo con una buena alimentación. En mayores, hay que garantizar un aporte proteico para no perder masa muscular.