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El Supremo admite los recursos de la Generalitat y el MNAC contra la vuelta de las pinturas murales de Sijena

Los letrados catalanes se oponen al fallo dictado por la Audiencia Provincial, que hace dos años ratificó la sentencia judicial que daba la razón a Aragón y ordenaba el regreso de las obras.

Las pinturas de Sijena, tal y como se exhiben en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Las pinturas de Sijena, tal y como se exhiben en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en una imagen de archivo.
Toni Galán

El Tribunal Supremo ha admitido a trámite los recursos de casación que hace algo más de dos años presentaron la Generalitat y el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Huesca que confirmó el fallo del juzgado de Instrucción número 2 de Huesca ordenando la vuelta de las pinturas murales del monasterio de Sijena.

El pleito por la titularidad de estos frescos románicos, que fueron arrancados del cenobio en 1936 y que sigue expuestos en una de las salas del MNAC, se inició en enero de 2014 y por lo tanto, está a punto de cumplir nueve años. Tras la admisión de los recursos, las partes disponen de un plazo de 20 días para contestar y después, el Supremo deberá resolver este largo litigio. Se estima que su sentencia puede demorarse otros dos años.

Además de los dos recursos catalanes, el Supremo ha admitido el presentado en su día por el Ayuntamiento de Villanueva de Sijena, que insta a los magistrados a ser reconocido como parte principal del proceso, es decir, a la misma altura que el Gobierno de Aragón. Según explica el abogado del Consistorio monegrino, Jorge Español, la admisión de los tres recursos es "lo esperable en un pleito de esta envergadura, el más importante en la historia de Aragón y Cataluña, por el número de tribunales implicados, los innumerables recursos presentados y el tiempo trascurrido desde su inicio".

El letrado mantiene su "absoluta" confianza en que la resolución será favorable a los intereses de Aragón, confirmando los fallos del juzgado de Instrucción número 2 de Huesca y de la Audiencia Provincial.

De nuevo, y según ha explicado Español, los letrados catalanes utilizan sus recursos ante el Supremo para poner en entredicho la potestad de la Madre Federal de la Orden de las Sanjuanistas, Virginia Calatayud, a la hora de otorgar poderes de representación legal al Gobierno de Aragón, lo que le permitió iniciar la demanda y en su nombre, tratar de recuperar las valiosas pinturas de la sala capitular. La religiosa compareció en el juicio, donde reiteró su decisión y además, expresó su deseo de ver regresar las obras. Antes de la primera sentencia, dictada en julio de 2016, el Vaticano designó a la religiosa como Comisaria Pontificia de la Orden.

El juzgado de Instrucción número 2 de Huesca y después, la Audiencia Provincial aceptaron la decisión de poderes al Gobierno de Aragón y además, establecieron que las pinturas murales están "en precario" en el MNAC, es decir, ni han sido donadas ni adquiridas, y por lo tanto, sus legítimas propietarias -la comunidad de monjas sanjuanistas de Sijena- tienen la facultad de reclamarlas en cualquier momento. También dejaron claro que el MNAC carece de título alguno de posesión.

Un paso más allá

En su recurso, intentando recuperar su designación como parte principal, y adelantándose incluso a la posibilidad de que los magistrados estimen las alegaciones de a parte catalana, el Ayuntamiento de Villanueva de Sijena va un paso más allá, al defender que "las administraciones públicas ni siquiera deben obtener el consentimiento o mandato del propietario para recuperar unas obras que se encuentran en precario, que fueron arrancadas ilegalmente en 1936 y que forman parte de un monasterio declarado Monumento Nacional, es decir, donde existen unas servidumbres de patrimonio cultural en beneficio de toda la sociedad", indica Español.

El arranque de las pinturas murales, que decoraban la sala capitular del monasterio de Sijena, tuvo lugar después del grave incendio declarado en el verano caliente del 36, en plena Guerra Civil española, y fue obra del funcionario de la Generalitat José Gudiol. Su arranque se llevó a cabo sin contar con el permiso de las autoridades competentes.

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