El proyecto de Díaz suma unos 500 inscritos y Podemos marca distancia hasta las generales

La vicepresidenta viajará en breve a Zaragoza, donde el proceso de escucha ha empezado con activistas de izquierdas.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz
Efe

Sumar echa a andar en Aragón, donde unos 500 activistas de izquierda se han interesado por el proyecto de la vicepresidenta Yolanda Díaz, que visitará en breve Zaragoza. Militantes de IU, de CHA, de las bases de Podemos, de Comisiones Obreras participan en un proceso de escucha, que busca articular una alternativa de país a través de 35 grupos de trabajo, en los que varios aragoneses están participando. Es el caso del diputado podemista Nacho Escartín, exportavoz en las Cortes, que asistió al acto de presentación en Madrid y participa en el de Transición ecológica justa y Agricultura y rural vivo. El ‘ruido’ que en Madrid dificulta la conexión entre Díaz y Pablo Iglesias resuena en Aragón. En Podemos, socio de PSOE, PAR y CHA en el gobierno de Javier Lambán, piensan que Sumar tiene futuro, pero en las elecciones generales.

La izquierda llegará a la autonómicas y municipales de 2023 más dividida que nunca en Aragón. Aunque Podemos no descarta explorar una coalición con Izquierda Unida, lo cierto es que la sintonía y la empatía entre las dos formaciones es nula. Lejos de mejorar, ha empeorado en los tres últimos años. Y en campaña podría ir a más. Los de Maru Díaz tratarán de sacar rédito electoral a sus cuatro años de Gobierno. Álvaro Sanz se ha pasado la X legislatura como el Pepito Grillo de la izquierda. Y eso, al final, pasa factura.

Los morados concurrirán a las autonómicas sin tres de los pilares que han sostenido el proyecto desde que nació: Erika Sanz, Iratxe Cabrera y Nacho Escartín. El exsecretario general no ha concurrido a las primarias de la formación y tiene la certeza de que mayo marcará el punto y final de su trayectoria como diputado en las Cortes de Aragón.

Desvincula su acercamiento a Sumar del paso al lado que le han obligado a dar en su partido. Aunque lo cierto es que unos días después de que se conociera su cercanía a Yolanda Díaz, fue relegado de su puesto.

El proyecto de Sumar se dio a conocer la semana pasada en un acto público que se celebró en Zaragoza, en el que se pudo ver a destacados activistas de la izquierda en Aragón como el propio Escartín o Carmelo Asensio, militante de CHA, que concurrió a las generales de 2019 como cabeza de lista de una coalición entre CHA y Más País.

Pivota el proyecto de Yolanda Díaz en torno a una España que ella ve como "abierta, profundamente europeísta, más igualitaria, y que quiere ser vanguardia". Y para dibujarla se han constituido 35 equipos de análisis con el objetivo de que su trabajo esté acabado en febrero. No será hasta marzo cuando se defina si, finalmente, la vicepresidenta y ministra de Trabajo se pone al frente del proyecto. Habrá llegado el momento de hablar de concretar las estructuras territoriales, siempre con la vista puesta en las elecciones generales.

En Podemos apoyan el paso al frente que han dado sus lideresas Ione Belarra e Irene Montero, porque piensan que han de recuperar un tono político que se estaba diluyendo. Mayo está cerca, y es mucho lo que se juega la formación morada, a la que las encuestas otorgan una participación en las Cortes menor a la que ostenta ahora.

Aragón, como una comunidad que se ve desde fuera como progresista, encaja bien en los planes de Yolanda Díaz. Sus partidarios no entienden la actitud crítica de Iglesias hacia ella. Les parece un conflicto "improductivo, estéril, absurdo", que entorpece el objetivo último de Sumar que es funcionar como una "herramienta de transformación colectiva" donde tiene cabida cualquier militante de izquierdas.

Carmelo Asensio lo tiene claro: "Me gustaría que todas las fuerzas de izquierda aragonesas estuvieran en Sumar y fueran capaces de aglutinar esfuerzos". ¿También CHA? El tiempo lo dirá pero sería, en todo caso, en las elecciones generales, pues la formación nacionalista, que pronto sumará ocho años en el Gobierno de Aragón, ya acordó concurrir a las autonómicas y las generales en solitario.

Aunque no se quiere "perpetuar en el poder", no cierra las puertas Escartín a participar activamente en Sumar de cara a las generales. No renunciará a su acta de diputado en las Cortes. "Es ético porque me votó la gente" subraya, y no dijo "ni mu" en las primarias que ganó Maru Díaz. Y como la política le "encanta" se mantendrá como el podemista más cercano a IU, que junto al sindicato Comisiones Obreras figuran entre los bastiones más sólidos que sustentan el Sumar que lidera la vicepresidenta. 

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