Apagón de la hostelería: "Hemos tenido que cerrar el bar por las tardes porque los gastos nos comen las ganancias"

Establecimientos hosteleros y bares de Zaragoza, Huesca y Teruel se han quedado a oscuras y encendieron este martes velas a las 19.00 para protestar por el sobrecoste energético que les asfixia.

José Luis Cebollada y Pilar López, que regentan el bar Parra de Zaragoza, esta tarde en la protesta en la plaza del Pilar
José Luis Cebollada y Pilar López, que regentan el bar Parra de Zaragoza, esta tarde en la protesta en la plaza del Pilar
Oliver Duch

"Hemos tenido que cerrar el bar por las tardes porque los gastos nos comen las ganancias. De dos salarios que sacábamos ahora nos queda uno". Es el crudo resumen de la situación que asfixia a José Luis Cebollada y Pilar López, que regentan un bar familiar en Zaragoza, el Parra 22, en la calle de Violeta Parra. Su historia la desgranaban este martes en la plaza del Pilar, a la que acudieron a las 19.00 a participar en el simbólico apagón de la hostelería por el precio disparado de la luz que lastra la recuperación de un sector que salió muy tocado de la pandemia.

El "sueño"y la "apuesta valiente"de esta pareja que ha vuelto a su Zaragoza natal después de 35 años en Alicante se han visto desbaratados por unos precios disparatados que no se esperaban cuando cogieron el traspaso del negocio después del confinamiento y lo abrieron en mayo de 2021. Este pasado verano ya empezaron a cerrar por las tardes tras las comidas, cuando encender el aire acondicionado se salía del presupuesto y así continúan. Empezaron con una factura de luz de 250 euros y la última que han pagado rondaba los 900. "En estos momentos o pagamos a los proveedores o tenemos pérdidas y es como estamos ahora", aseguró Cebollada.

"Pensábamos que iba a ser el año para cicatrizar las heridas de la pandemia, pero los sobrecostes están lastrando la recuperación del sector"

Hacen todo lo posible para salir adelante y ganarse al cliente, el menú diario a 12 euros lo han subido 50 céntimos desde que empezaron y mantienen los almuerzos económicos para los estudiantes del cercano instituto San Valero y los trabajadores de la zona. Cebollada describió la situación en tres frases: "Estamos cambiando dinero", "Menos es más"y "Cerrar es ganar». Pese a la que está cayendo, esta pareja encendió una vela verde, confía en que "esto se va a arreglar".

La calle de Alfonso I también se quedó en penumbra, como cuando pasa el Rosario de Cristal. A petición del sector, el Ayuntamiento de Zaragoza apagó dos de las tres luminarias de cada farola porque por seguridad no se pueden desconectar todas, un gesto que agradeció Fernando Martín, presidente de Horeca. Tras desconectar la iluminación en el interior de los locales se sacaron velas a las terrazas y a algunas mesas a las puertas de los comercios. Fueron unos pocos minutos, pero suficientes para reflejar la reivindicación de medidas de protección para amortiguar el golpe que les supone cada mes la factura energética.

La hostelería dio imagen de unidad. Junto al presidente de Horeca hicieron piña José María Marteles, presidente de Cafés y Bares de Zaragoza y Provincia; Antonio Tornos, de ECOS (Federación de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia), y Alejandro Aznar, responsable del proyecto Zaragoza Esencial (agrupa a establecimientos del centro histórico de la ciudad).

También en Huesca y Teruel

En la capital turolense, la plaza del Torico se quedó en penumbra. Salvador Mateo, gerente de dos establecimientos ubicados en este céntrico espacio, afirmó que los gastos por consumo de energía eléctrica "se han triplicado" y mostró su preocupación por los meses venideros. "Lo peor va a llegar este invierno, cuando baje el número de clientes y haya que subir la intensidad de la calefacción", advirtió. "Con estos costes de funcionamiento, los beneficios se reducen mucho", añadió.

Los hosteleros de Huesca también secundaron el paro. Algunos optaron por apagar la luz a las 19.00 durante 15 minutos y otros por dejar de servir bebidas. Para los cafés, bares y establecimientos de ocio nocturno, el recibo ha pasado de los 800 euros a los 2.400, según un estudio de la Asociación Provincial de Hostelería de la Provincia de Huesca entre 67 establecimientos. En el caso de un alojamiento hostelero, el incremento puede ir de 3.928 euros a unos 7.030. Y en un restaurante, de 1.475 a 3.928. Según fuentes de la asociación del Alto Aragón, "lo positivo es que ha reflejado la unión entre 30 provincias españolas" ante un problema cada vez más acuciante.

"La situación es muy crítica, hay comercios que pagan un recibo en electricidad que se ha multiplicado por cuatro"

73 millones de las ayudas covid no adjudicadas para bonos eléctricos

Una de las medidas que reclaman los hosteleros a las administraciones es destinar los alrededor de 73 millones que se quedaron sin adjudicar de los 141 millones del plan de ayudas por la covid a bonos eléctricos que pueden ser los salvavidas de muchos negocios.

"Pensábamos que este iba a ser el año para cicatrizar las heridas de la pandemia, pero los sobrecostes están lastrando la recuperación del sector en general, incluso después de un buen verano", afirmó el presidente de Horeca, Fernando Martín. "La situación es muy crítica, hay comercios que pagan un recibo en electricidad que se ha multiplicado por cuatro", apostilló Antonio Tornos, presidente de ECOS. José María Martes, de Cafés y Bares de Zaragoza y Provincia, señaló que seguirán "insistiendo" si las administraciones hacen oídos sordos a sus demandas.

Las propuestas del sector pasan también por revisar el sistema de cálculo de tarifas, eliminar los peajes y buscar fórmulas de contratación adaptadas a la realidad del sector, y promover los sistemas de compra agrupada y el acceso a las renovables.

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