Un documental rescata en la Seminci la figura del maestro oscense Paco Ponzán

El trabajo muestra documentos inéditos del creador de la compleja red pirenaica que logró que 3.000 personas pudieran escapar de la persecución nazi.

Algunos fotogramas del documental 'La red Ponzán', de Ismael Gutiérrez.
Algunos fotogramas del documental 'La red Ponzán', de Ismael Gutiérrez.
Heraldo

Fue condecorado por Eisenhower, por De Gaulle y por la reina Isabel II, pero su figura sigue siendo bastante desconocida en Aragón. Un documental que acaba de estrenarse con éxito en la Seminci de Valladolid recupera la figura de Francisco Ponzán, un maestro oscense, discípulo de Ramón Acín, que ayudó a trasladar a España a quienes huían del régimen de Hitler. “Durante la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, unas 3.000 personas lograron escapar de la persecución a uno y otro lado de la frontera gracias a una compleja red que aseguraba su salvoconducto. Esa red la constituía el llamado ‘Equipo Ponzán’, capitaneado por una personalidad realmente excepcional”, explican desde la productora Play Producciones.

El trabajo, que cuenta con numerosas intervenciones de aragoneses como el historiador Diego Gaspar o el periodista Víctor Pardo, ha sido grabado en parte en Angüés, localidad en la que se estableció Ponzán a comienzos del siglo pasado. ‘La red Ponzán’, que puede verse estos días en Filmin, está dirigido por el sevillano Ismael Gutiérrez, que ha hecho un "meticuloso trabajo" para ahondar en la figura de un “luchador infatigable”. De hecho, se ha logrado recabar incluso el testimonio del sobrino nieto de Ponzán, José Cabrero, a quien se entrevista en Huesca, y también participa en el metraje el guionista Juan Pérez, autor del cómic ‘Frontera de Ordesa’ (GP Ediciones), en donde también se narraba cómo los nazis pasaban la frontera española a través del macizo de Monte Perdido, Bujaruelo, la Brecha de Rolando...

Este proyecto audiovisual, con la participación de TVE y la Junta de Andalucía, muestra el recuerdo de familiares directos y no pocos documentos del propio Ponzán, que encabezó un grupo de treinta personas -entre guías de montaña, falsificadores y 'puesteros' de casas seguras- en la frontera con Francia. Esta organización de guías y correos actuó en un momento en el que las fronteras servían hasta como "terreno fértil" para guías oportunistas que cobraban por adelantado, robaban e, incluso, delataban a sus "clientes". "El equipo de Ponzán no actuaba como un grupo de mercenarios. Al contrario, cumplían sus misiones llevados por la convicción en la resistencia antifascista y la personalidad carismática del propio Ponzán", explican. "Hacer de pasadores implicaba conocer profundamente el terreno y el clima, así como otras habilidades del mundo del espionaje: falsificar documentos, sellos y moneda, comprar silencios y tener casas seguras en las que detenerse en el trayecto", indican los responsables del documental, con la firma de Gutiérrez, autor de otros documentales históricos como los centrados en ‘El viaje del Samurái’ o ‘Itálica cuna de emperadores’.

Los archivos históricos recuperados en el documental.
Los archivos históricos recuperados en el documental.
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La información que recoge la cinta apenas se conoce, salvo "en las memorias de familiares de los involucrados y atesorada en los museos de las resistencias" de los países aliados, por lo que a través de este documental se conoce "de primera mano" a los hombres y mujeres del llamado 'Equipo Ponzán'. Se muestra su participación en la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial, así como las traiciones y filtraciones que sufrió la red y llevaron a su captura e inhabilitación.

El largometraje trata de demostrar una "incansable labor de trabajo humanitario" que ha sido reconocida por las autoridades de Francia, Bélgica, Inglaterra y Estados Unidos, destacando "la valentía, astucia, conocimiento y articulación" que implicaron estos rescates atravesando a pie los Pirineos o por vía marítima hacia Portugal y Gibraltar. Sin embargo, la figura de Ponzán -pese haber sido condecorado por Eisenhower o la reina Isabel II- sigue siendo muy desconocida en Aragón. La cinta también recoge la queja de los más allegados a Ponzán por la falta de reconocimientos españoles para el oscense y sus colaboradores, que "está tardando demasiado en llegar". Cuentan que en 1943 cuando Ponzán fue finalmente arrestado y entregado a la Gestapo, fue asesinado en un pueblo cerca de Toulouse sin que se pudiera cumplir la última voluntad de su testamento: “Deseo que mis restos sean trasladados un día a tierra española y enterrados en Huesca, al lado de mi maestro, el profesor Ramón Acín, y de mi amigo Evaristo Viñuales".

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