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Visitas al 'psicólogo', al educador o al 'fisio': nuevos negocios por el bienestar animal
Acaba de abrir en Zaragoza En Clave de Can, un centro de educación canina respetuosa, y en unos días se lanzará la app para mascotas Petit. Antes lo hizo Pet & Vet, que trata problemas de conducta de los animales.
La veterinaria aragonesa Sandra Portals, especializada en medicina del comportamiento de los animales, asegura que hay gente que tiene un perro o un gato por tener, sin ser consciente de la responsabilidad tan grande que es. "Y a largo plazo; a fin de cuentas son como un niño pequeño, que depende completamente de ti", dice.
Hace siete años inauguró, junto a otra profesional del ramo, en el barrio zaragozano del Actur Pet & Vet, un centro veterinario especializado en etología (parte de la biología que estudia el comportamiento de los animales). "Cuando empezamos éramos poquitos. Cada vez hay más conciencia por el bienestar animal y se mira más, pero queda camino por recorrer. Han hecho mucho daño ciertos programas de televisión, donde parece que todo se arregla haciendo dos tonterías. Nosotras nos encargamos del diagnóstico y el tratamiento de problemas de conducta, insistiendo en la prevención. Sería como la visita al psicólogo y es muy importante la implicación de los tutores (los dueños de las mascotas) en el trabajo diario", sostiene Sandra.
Pasados los años van surgiendo nuevos negocios para el cuidado de la salud física y mental de los animales de compañía o clínicas veterinarias que amplían sus servicios con fisioterapia animal, hidroterapia o incluso talleres de terapia alternativa. El último en abrir sus puertas (en plenas Fiestas del Pilar) es En Clave de Can, un centro de bienestar y desarrollo canino ubicado antes de llegar al El Burgo de Ebro y que pretende convertirse en un referente a nivel nacional en la educación canina respetuosa ofreciendo un espacio para que tutores y perros mejoren su relación "desde una perspectiva positiva".
Detrás de En Clave de Can está el joven zaragozano Hugo Fernández, educador canino que cuenta con casi 80.000 seguidores en su perfil de Instagram, donde comparte sus conocimientos sobre el lenguaje canino desde 2020 (el pasado diciembre ganó un premio de la guía TravelGuau por su labor de concienciación sobre la tenencia responsable de mascotas). "En la base de este proyecto está la empatía y la amabilidad con los perros: que se sientan cómodos para expresarse libremente sin ningún tipo de inhibición ni castigo físico ni emocional. Y mucha formación: trabajamos sobre todo con las familias (de los animales) más que modificar la conducta del can. Nos centramos en comprender qué hace, por qué lo hace y qué quiere conseguir. Quién es el perro que convive dentro de la familia y qué se puede hacer para mejorar su vida", explica.
Para ello, se imparten cursos y charlas formativas y se trabaja en sesiones personalizadas con grupos muy reducidos. El nuevo recinto dispone de un terreno de 6.333 metros cuadrados y distintas zonas, entre ellas un aula de formación (con capacidad para 18 personas), un espacio de esparcimiento para los dueños de las mascotas, una piscina (para que los perros se refresquen) o un arenero. "Hay plantados 150 árboles y quiero poner un jardín olfativo de estimulación con diferentes plantas aromáticas", añade Hugo.
Este educador canino subraya que hay una falta de conocimiento generalizado sobre qué es un perro, cómo se comunica y qué necesidades tiene. "Los que viven en zonas urbanas -que son los que más trabajamos- tienen un exceso de estrés y una incomprensión por parte del entorno. A veces pecamos de exceso de actividades y no tienen tiempo para recuperar entre comillas ese estrés que van acumulando. Hay perros que pasan muchas horas dando vueltas como un pirulo o personas que los llevan a correr mucho tiempo sin hacerle chequeos veterinarios para saber si esa actividad les está haciendo bien o si tienen algo de dolor", cuenta Hugo Fernández.
También Sanda Portals habla de ansiedad animal. "Últimamente lo que más vemos son problemas de estrés y ansiedad. Muchos de ellos parten de que no se conoce bien sus necesidades comportamentales (de actividad física y mental, de interacción con personas o con otros animales...) Todo eso es lo que tenemos que asegurarnos de cubrir. Como los dueños no lo saben hacer bien al final, a largo plazo, terminan desencadenando un problema de estrés o ansiedad crónica", relata esta veterinaria.
Por otro lado, también en las plataformas digitales hay un nicho de negocio en torno a los amigos de cuatro patas, con apps que cuentan, por ejemplo, con cuidadores locales que ofrecen distintos servicios como paseos, guardería de día, visitas a domicilio, alojamiento, etcétera.
A estas habrá que sumar en breve la red social para mascotas Petit, que desde el próximo 9 de noviembre pretende convertirse en el "universo digital" de los animales de compañía, tal y como asegura la zaragozana Lucía Conget, que junto a su pareja Nacho González está detrás de este proyecto de emprendimiento. "Es un mercado que está creciendo, pero no se está explotando como se debiera. En España hay el doble de mascotas que de niños menores de 14 años. Nosotros adoptamos un gato y, como 'padres primerizos' de mascotas, estudiamos si había una aplicación de cuidado de animales y no encontramos nada que nos sirviese", explica.
De ahí surgió la idea de Petit, que busca ser el referente en este sector y crear un espacio de comunidad. "Queremos que los dueños de mascotas o las personas que amen a los animales tengan un sitio donde ir. Que puedan subir su foto con su mascota, que si quieren adoptar o tienen cualquier problema vayan a nuestra app para solucionarlo... Se trata de conectar a todos los usuarios, quienes demandan un espacio donde estar juntos. Hacer un nuevo concepto de red social que se llama 'social to earn'. Por ejemplo, por su actividad en la app ganarán 'chuches virtuales', que podrán intercambiar por productos o promociones de marcas (en un futuro cercano, cuando hayan creado una comunidad y para ello ya están en contacto con diferentes firmas)", informa.
Para el lanzamiento de Petit, cuentan con una campaña de promoción de 'influencers' a los que les "encanta" el proyecto y se han sumado a él de forma gratuita y también con la colaboración de creadores de contenido. "La idea nace de una necesidad (tener a nuestro gato bien organizado) y al final ha acabado siendo una red social. Deseamos implementar muchas funcionalidades", concluye Lucía Conget.
