Una residencia privada en Aragón cuesta 1.641 euros al mes, un 8,35% más que el año pasado

Un estudio sitúa el precio de una plaza geriátrica en la Comunidad entre las más baratas de España.

Imagen de archivo de un usuario de una residencia
Imagen de archivo de un usuario de una residencia
Aránzazu Navarro

El precio medio de una plaza en una residencia geriátrica privada en Aragón este año es de 1.641, 46 euros al mes, cuando en 2021 era de 1.514,91 y en 2017, de 1.498, 25 euros, según un informe dado a conocer ayer por el portal de búsqueda y comparación de residencias en España Inforesidencias.com. Este coste se encuentra por debajo de la media nacional, que se sitúa en 1.870 euros mensuales. Lo que llama la atención es que mientras en España el incremento este 2022 ha sido de un 2,17% comparado con el año pasado, en la Comunidad este aumento se eleva al 8,35%.

Existen grandes diferencias de precios variando notablemente de una región a otra. De hecho, los territorios con las residencias de mayores más caras son País Vasco (2.288,79 euros al mes) y Canarias (2.097,28). En este ranquin, Aragón es la tercera región más económica, seguida por Castilla-La Mancha (1.635,23 euros) y Murcia (1.595).

También se aprecian diferencias entre las provincias aragonesas. Así, en la de Zaragoza la media que hay que abonar por una estancia es de 1.722,69 euros mensuales, mientras en Teruel se sitúa en 1.571 euros y en Huesca en 1.353,92.

"En Zaragoza es muy difícil encontrar un centro que esté por debajo de los 1.850 o 1.900 euros mensuales"

Para la gerente de la Asociación Aragonesa para la Dependencia (Arade), Paquita Morata, tras este coste medio hay "un amplio abanico de precios" que varían "según la ubicación de las instalaciones, no es lo mismo el medio rural que Zaragoza, los servicios que se prestan, y el grado de dependencia del usuario". La factura puede oscilar desde los 1.500 euros en un pueblo "mientras en Zaragoza es muy difícil encontrar un centro que esté por debajo de los 1.850 o 1.900 euros mensuales"

Grado de dependencia

En este sentido, Morata apuntó que cada vez los ancianos "se institucionalizan con un grado de dependencia más elevado". Se busca que las personas puedan envejecer en sus domicilios y permanecer en sus hogares "con una calidad de vida" el mayor tiempo posible.

Acerca del encarecimiento de un 8,35%, la gerente de Arade -organización que abarca a residencias y centros de día privados- señaló que responde a la "situación económica actual, con una inflación disparada", los costes sobrevenidos que tuvieron que afrontar durante la pandemia y "que continuamos soportando con el uso de mascarillas y el material que tenemos en ‘stock’" y la subida de salarios.

"Hay pequeñas y medianas empresas del sector que no cubren gastos y de cara al invierno muchos centros están invirtiendo instalando placas solares para ahorrar lo máximo posible, además de ser más eficientes", dijo. En su opinión, el incremento de costes estructurales no se ha repercutido por completo al usuario. "Hay que poner en valor un servicio que tiene unos importantes costes de personal y una parte hotelera, a la vez que higiénico sanitaria, que requiere una especialización", concluyó.

Por otro lado, el informe indica que no hay una proximidad entre el precio de búsqueda que introducen los usuarios del portal de Inforesidencias y lo que ofertan los propios centros asistenciales, quizá debido al desconocimiento por parte del público sobre el precio real de este servicio. El coste medio que ponen las personas que buscan plaza es de 1.445 euros, que representa un 23 % por debajo del precio medio detallado por los centros que es de 1.870 euros.

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